Chapter 4: En llamas
Me desperté en la tienda.
Se siente un poco solo que Ana no esté aquí.
Cuando ya estaba de camino al gremio, como cada mañana, me detuve en una esquina.
No es como si no fuera la primera vez, pero hacía muchísimo que no me veía en un espejo.
Cuando me fijé no me esperaba lo que vi.
Ha pasado un año desde que empecé a entrenar y se nota. Más fuerte, puede que incluso un poco más alto e incluso tenga las facciones de la cara más marcadas.
Bueno, supongo que si todo el mundo hace el entrenamiento que he hecho yo sería normal estar así.
"Verdaderamente ha sido un infierno."
De camino estaba mirando mi estado, el cual no había mejorado mucho desde la última vez pero si que tenía una cosa nueva que apareció cuando activé la primera habilidad de manejo de cuchillo: 'Habilidades innatas'.
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Nombre: Hiro
Trabajo: Aprendiz de Defensor
Nivel: 7
Puntos de habilidad: 0
>Árbol de habilidades
>Récords
>Títulos
>Habilidades innatas
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Dentro de récords la cosa había aumentado bastante.
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- Veces analizadas: 129
- Infectados eliminados (humanos): 5
- Infectados eliminados (animales): 11
- Humanos eliminados: 0
- Animales eliminados: 0
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Pero lo más sorprendente era el espacio de habilidades innatas.
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- Velocidad 35/100
- Resistencia 65/100
- Puntería armas de fuego (cerca): 90/100
- Puntería armas de fuego (media): 75/100
- Puntería armas de fuego (lejos): 30/100
- Manejo arma blanca (pequeña): 90/100
- Manejo arma blanca (media): 60/100
- Manejo arma blanca (grande): 50/100
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Para mí es como si fuese mi capacidad de crecimiento. Aunque la verdad es que solamente es informativo, pero a veces me hace gracia verlo. Realmente los números creo que son un poco aleatorios, sobre todo en la parte de resistencia y velocidad.
Si mi resistencia actual es solo 65 me pregunto cuanto aguantaré cuando llegue a 100. Me reí.
Todavía hay cosas de este sistema que no entendía.
Antes de darme cuenta había llegado al distrito de los gremios y estaba en frente del de defensores.
Ahí me esperaban los 4 de 'Serpiente de mar'.
"Oh, ya has llegado."
"Buenas, hoy es lo que dijisteis que iba a ser mi 'examen final', ¿no?"
"Bueno, íbamos a hacerte este examen en conjunto con Ana, pero se fue hace 3 días en la misión por la huida de ricos de esta ciudad, así que no va a poder ser."
La huida de ricos, desde hace 1 semana todos los ricos de la ciudad se están reuniendo en la ciudad central por una reunión que se celebra cada pocos años para ver que mejorar y qué plan de actuación seguir.
Lo llamamos huida porque sabemos que muchos no volverán tras ver como es la ciudad central, o eso dice el mejor escuadrón de la ciudad del puerto, 'Serpiente de mar'.
Lo que sí se es que la cantidad de defensores que quedan en esta ciudad es la mínima para defenderla.
"¿Y qué tipo de examen es?"
"Habíamos pensado en tres cosas, la primera: que hicieras junto a Ana el primer circuito que hiciste junto a ella el año pasado, pero era demasiado cliché. La segunda: era que hicieras un 4 contra 1, pero no queríamos que abusaras de nosotros."
Los 4 se rieron antes las palabras de Alex.
"La verdad es que no me esperara que crecieras tanto en 1 solo año, chico."
"Nos has hecho trabajar para no frenar tu crecimiento."
Bob y Luigi me alababan un poco, aunque no podía decirles que muchas veces era por culpa de un sistema que me apoyaba.
"Les estoy muy agradecidos, ha sido el mejor año de mi vida, y todo fue desde el momento en el que os conocí."
"Vamos, hoy haremos un par de misiones juntos y luego tendrás que hacer el examen."
Caleb cortó el ambiente melancólico que se había formado.
"¿No me vais a decir cuál es esa tercera opción?"
"Es una sorpresa chico, no quieras adelantarte."
"Hoy vamos directos a un vehículo, nos toca hacer parte de vigilancia por fuera del muro durante un par de horas."
Alex estaba revisando un papel que le habían dado.
"Después tenemos que estar en la puerta porque va a llegar un camión con suministros. Por la tarde han escrito aquí que nos toca estar fijos en la puerta."
"Con la reunión de la élite en la ciudad central creía que nos tocaría una misión de escolta, pero todavía seguimos estancados en esta ciudad."
"No os preocupéis, hablé con el presidente del gremio, para cuando acabe la reunión en la ciudad central, y vuelvan los defensores, nos dará una misión de escolta a otra ciudad."
"Así también Hiro podrá saber cómo es eso de ser escolta."
"Aunque en verdad tengo ganas de salir de esta ciudad también."
Luigi me puso una gorra.
"Vamos con esta misión ahora."
Con una camisa, un pantalón militar que llevaba un cuchillo y una pistola, una ametralladora al hombro, y la gorra, estaba preparado para la misión.
Mientras estábamos en la furgoneta de 'caja abierta', Alex y Caleb estaban en los asientos, mientras Luigi, Bob y yo estábamos en la parte de atrás al aire libre comentando como fue el último año.
Decían que este año no han habido muchos ataques a la ciudad por parte de los infectados, pero que todos se acuerdan de la primera vez que participé en uno.
Sobre todo se acuerdan de como vomité encima de Luigi tras matar a un par de infectados.
También se acuerdan de como, ante el presidente del gremio, cuando me lo fueron a presentar, me salió un gallo en la voz al hablar.
O cuando me llevaron a uno de los locales para divertirse con chicas mientras estaba borracho y Ana se había quedado dormida de beber. Aunque bueno, luego recibieron una golpiza por parte Ana, en la que me incluyó.
Todos se reían de mis momentos embarazosos.
Mientras hablábamos los tres, la furgoneta se frenó. Al alzar la vista me fijé en el motivo.
Un infectado. Un oso infectado de hecho. Era la imagen de un animal podrido moviéndose.
Bastante desagradable de hecho.
Alex abrió el cristal de la cabina y nos habló.
"¿Qué os parece si se lo dejamos a Hiro?"
"Oh, suena bien."
Estando todos de acuerdo Bob me tendió un cargador.
"Tienes 3 balas chico."
Asentí.
Las balas son preciadas y hay que intentar usar las menos posibles.
Cargué en la pistola el cargador que me dio Bob con 3 balas y salté fuera de la furgoneta.
Ellos sabían que lo podía conseguir.
Apunté al oso y todas habilidades que había desbloqueado hasta entonces noté como me lo hacían más fácil.
'Mejora de puntería 1', 'Estabilidad' y 'Manejo de pistolas'.
Apunté al espacio entre los ojos del oso con la mirilla metálica de la pistola.
Apreté el gatillo y lo siguiente que vi fue un chorro de sangre saliendo de la cabeza del oso.
Acto seguido el oso calló de lado.
Los 4 me aplaudieron, y yo como si estuviera en un teatro, hice un gran saludo doblándome por la cintura mientras decía gracias.
Llevamos el cadáver lejos de la ciudad. No hay nada aprovechable en él, además su olor atrae más animales infectados. Lo llevamos lejos y dejemos que se pudra ahí.
El resto de la mañana seguimos hablando y nada pasó.
Después teníamos que esperar en la zona de los vehículos, cerca de la puerta, para ayudar a la descarga de los suministros que llegaban.
Por la puerta entraron 3 furgonetas.
Se oía como los que estaban destinados a vigilar la puerta gastaban balas contra los infectados que venían siguiendo a las furgonetas. El sonido acabó rápido.
Mientras tanto las 3 furgonetas llegaron a la zona de descarga. De cada vehículo se bajaron 4 personas, menos del que entró primero que bajaron 5. En total 13 personas.
El que se supone que era el líder se acercó a nosotros.
"Venimos desde la Ciudad Central. Traemos cargas para distribuir por toda la ciudad. Hay cosas para los diferentes gremios, el puerto y la zona del mercado."
"Estamos aquí para ayudarles."
"Si queréis podéis llevar ese grupo de 4 cajas al gremio de defensores. Nosotros nos encargaremos del resto."
El hombre señaló cuatro cajas que acababan de sacar. Bastante más grandes de lo que estaba acostumbrado.
"¿Qué hay dentro?"
Bob preguntó.
"Por lo que me han dicho balas, pistolas y alguna granada. Pero sobre todo balas."
"Bien."
Bob cogió una caja.
Le siguieron Alex y Caleb, que ya tenía un cigarro en la boca, cogiendo una caja cada uno.
Entre Luigi y yo cogimos la última caja.
"Le diremos al presidente del gremio que ha llegado todo sin problemas."
"Gracias, mientras nosotros nos encargaremos de repartir el resto e iremos al gremio para dar parte."
Después de un rato andando y cuando estábamos camino del gremio Bob se paró.
"Nunca había llegado un cargamento tan grande."
"¿Descansando Bob?"
"Calla Caleb, las cajas pesan demasiado."
"Deja que Hiro coja la tuya y tu ve con Luigi."
"Apártate chico, y coge tú esa caja."
En cuanto cogí la caja de Bob entendí lo que decía. Esta caja pesa bastante.
"Parece que por fin piensan subir la calidad de vida de esta ciudad."
"Este el resurgir de la ciudad del Puerto."
"Al parecer tenemos algún rico en la ciudad que nos defiende."
"Tendremos que preguntar a Ana si ha conseguido algo de información cuando vuelva."
Después de eso llegamos al vacío gremio.
Quedaban dos secretarias, que a diferencia de otros días están tranquilamente hablando.
Al vernos las dos secretarias vinieron a ayudarnos, más bien vinieron a ayudar a Alex y a Caleb.
Estos viejos...
Luego lo llevamos a la primer planta del garaje. Mañana veremos el contenido y se repartirá por las existencias de los pisos de arriba.
Decidimos que para comer iríamos a un local que se llama 'Apple Pie'.
Normalmente sería imposible ir, es un sitio dedicado a las clases media-alta de la ciudad y siempre está lleno, pero con la situación actual nos encontramos que hay mesas libres de vez en cuando y decidieron invitarme para saborear comida de verdad.
El local está en medio del distrito rico y al entrar te da la sensación de calidad que esperas de un lugar así. Aunque he de admitir que se sentía demasiado para mí.
Y después de tanto probé una hamburguesa bien hecha y con todo lo que debe de tener: carne, queso, tomate, cebolla frita, huevo y mayonesa. Simplemente la mejor hamburguesa del mundo.
Después de disfrutar una buena comida todos juntos fuimos a la puerta. Donde nos tocaba estar durante toda la tarde.
Al principio estábamos un poco adormilados por la digestión, pero después de un rato nos volvimos a animar.
Para no aburrirnos, y mantenernos en forma hacíamos carreras. Y la verdad que, para la edad que tienen, aguantan demasiado bien los cabrones.
Después estuvimos hablando un rato, y en un momento de silencio Caleb me habló.
"Hiro, desde la primera noche, hasta ahora, te he tratado como un hermano menor, y la verdad es que dentro de mi tengo una sensación de orgullo muy grande por ti."
Caleb se paró, parecía que le estaba pensando que decir. Normalmente no dice lo que siente, pero que lo haga así... Creo que me está entrando algo en el ojo.
"Cuando te conocimos parecías un pequeño fantasma andante sin ambición ni futuro, pero ahora eres un pequeño hombrecito."
Se notaba en la voz que Caleb se estaba emocionando.
"Para celebrar el final de este año hemos decidido darte unos regalos."
A mi lado Bob sacó una cosa de su mochila, al igual que Alex y que Luigi.
"Lo primero es ropa, sabemos que no te sobra, esto es un pequeño detalle para que uses."
Me dieron un pantalón negro que tenía dos bolsillos cuadrados en las rodillas, la verdad es que me encantaba. Junto con una camiseta blanca de pico.
"Gracias."
"También te vamos a dar un machete curvado. Bob es el fan de las espadas y machetes de aquí, así que él lo eligió personalmente."
"Cuídala como te he enseñado, chico."
"Gracias Bob."
"Y por último te hemos conseguido tu primer arma personal, una pistola CZ P-07, el presidente ya ha firmado los papeles. Felicidades por tu primer arma."
La cogí con cuidado cuando Alex me la dio.
Antes de que me diese cuenta se me estaba cayendo algunas lágrimas.
"Gracias. Muchísimas gracias, en serio. Desde el momento en que os conocí me sentí vivo de nuevo. Muchas gracias por todo lo que hacéis por mí."
"Y todavía queda una última cosa, chico. En vez de una prueba final hemos pensado otra cosa. Díselo Alex."
"Yo, Alex, como jefe del escuadrón 'Serpiente de Mar', quiero invitarte a que formes parte del escuadrón, pero ya no como un novato si no como un defensor en pleno derecho, ¿aceptas?"
En ese momento, totalmente agradecido por todo, asentí.
"Sin ninguna duda."
Después de todo lo que pasó en la puerta fuimos a cenar al restaurante de Joe, dónde había otro escuadrón, 'Ajo y sal'. Un grupo de 4 chicos y 3 chicas también de la ciudad.
Al parecer han venido para celebrar mi oficialidad como defensor. Ya nos conocíamos de alguna misión y cena juntos, gente agradable y bastante humilde. Me caían bien.
En un momento de la cena Bob empezó a cantar, y todos le seguimos.
Cantábamos todos tan mal que, en vez de personas, parecíamos cachalotes en celo.
Estaba feliz.
Luego me fui a la tienda separándome del resto.
Al verla en la azotea del edificio me di cuenta de que transmitía lástima.
Ojalá no me quede mucho aquí, y pueda conseguir algún sitio en el que vivir con Ana.
Sonreí y me acordé de ella.
Me tumbé dentro de la tienda cuando de repente sucedió la peor pesadilla que me podía haber imaginado.
¡Boom!
¡Boom!
¡Boom!
¡Boom!
¡Boom!
¡Boom!
¡Boom!
Una serie de explosiones ocurrieron por toda la ciudad. Algunas demasiado cercas.
Estaba con mis manos sobre mis orejas y con los dientes apretados, asustado de que una bomba fuese demasiado cerca.
Después de un momento sin explosiones me levanté y salí a la azotea a ver como estaba la ciudad, la vista que recibí fue terrorífica.
Toda la ciudad del Puerto estaba en llamas. Se podía ver fuego en el puerto, en los distritos de los gremios, rico y comercial. Incluso la muralla y la puerta tuvieron explosiones.
Todo esto... No puede haber sido un accidente...
En un momento de prisa empecé a correr por el distrito abandonado cuando escuché a unos niños gritar. Cuando me acerqué vi a un niño abrazando a una niña. debían de tener 6 u 8 años como máximo.
"Rápido seguidme."
El niño asintió y tiró del brazo de la niña, pero no se movía. En un acto reflejo me la cargué a la espalda y le dije al chico que me siguiera.
El chico me dijo que eran huérfanos y que eran hermanos. Les dejé en mi tienda y les dije que no pasaría nada. Volví a salir a la ciudad.
Tenía dentro de mi tenía una sensación de intranquilidad incómoda.
Cuando llegué a la zona de los gremios empecé a gritar por si alguien me respondía.
Pero nada no veía a nadie.
Cuando llegué al gremio de defensores todo estaba derrumbado.
Intenté acercarme y gritar, pero era imposible por la posición de las ruinas.
De repente me llamó la atención un hombre calvo que estaba boca abajo. Era el presidente del gremio de los defensores. Murió por la explosión, aplastado por una piedra.
"Mierda... Mierda, mierda y mierda."
Le di una patada a una roca cercana.
Empecé a buscar supervivientes por todas partes.
Pero según avanzaba solo me encontraba con gente muerta por las explosiones.
"¡Alguien atrapado!"
"¡Alguien!"
"¡¿Dónde estáis?!"
"¡Alguien vivo!"
Empecé a gritar cualquier cosa.
Por la calle me dirigí al local donde los viejos de 'Serpiente de Mar' solían ir después de separarnos y también me lo encontré en ruinas.
"¡CALEB! ¡BOB! ¡ALEX! ¡LUIGI!"
Gritaba sus nombres por desesperación cuando de repente encontré un mano larga, flaca y blanca que conocía muy bien.
"¡Luigi!"
Me arrodillé ante el cadáver y al levantar la vista vi a los 4 de 'Serpiente de Mar'.
Ver sus cadáveres, desfigurados, sin vida.
Algo hizo 'crack' dentro de mí.
Lloré.
Lloré.
Y seguí llorando durante no se cuanto tiempo.
No tenía fuerzas para moverme.
Ellos, que me habían dado todo lo que tengo...
Ellos, que me habían convertido en lo que soy...
En mi mente la imagen de los 4 aparecía sin parar.
Bob... Alex... Luigi... Caleb...
No podía limpiarme las lágrimas.
Ellos, que son como hermanos mayores para mí, están muertos, delante mía.
"¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!"
...
¡¿Quién?!
¡¿Quién ha hecho esto?!
Mis sentimiento fueron cambiando de, pena y tristeza, a ira.
Con eso empecé a pasear por lo que quedaba de la ciudad.
Ya no quedaba tanto fuego y los cadáveres se veían más claros.
No quería pensar en las personas que habían muerto bajo las rocas.
Pero todos, todos muertos.
Estaba andando entre ruinas, el puerto, el distrito comercial, el distrito rico, y el distrito de los gremios.
Fui cogiendo comida salvable y botellas de agua, cogí armas y balas, y me acerqué a la tienda.
Estaba destrozado.
Cuando de repente me acordé de los niños que había dejado en la tienda.
Al verlos les abracé.
"¿Señor...?"
"Todo estará bien, os lo prometo. Vamos, tenemos que irnos."
Enfrié mi corazón. Tenía que mantenerme firme delante de ellos.
En la carreta que había estado cargando, cargué lo que me habían regalado hoy y les dije que se sentaran dentro.
Las explosiones cercanas habían sido en el la zona de llegada de vehículos, la puerta y en la misma muralla.
Mi ira no paraba de aumentar, estaba claro que alguien había preparado esto.
Cogí una bici que encontré tirada y la até a la carreta que estaba tirando.
Salí, cuando de repente el grito de un infectado me sorprendió.
Le disparé a la cara y cayó de espaldas.
Al llegar a la puerta clavé en la puerta, con uno de los cuchillos que había recogido, una carta diciendo que lo que había pasado era un accidente, que íbamos camino de la ciudad central y que vinieran a buscarnos pronto.
Eso último era en serio, por lo menos si no querían que muriésemos de hambre.
En esa carta puse lo que me quedaba de esperanza.
Salí de la ciudad llorando.
Era la primera vez que salía...
A fuera un montón de infectados que habían sido alertados por las explosiones venían corriendo.
CREATORS' THOUGHTS 
lober00
lober00 Lo he adelantado.
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Igualmente el lunes habrá episodio :)
"Las cenizas"
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