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29.31% Alguien sáqueme de este mundo de espadas y magia / Chapter 17: Después de la fiesta

Chapter 17: Después de la fiesta

- Wey, ¿De verdad estas bien?

- ¿Eh? Ah, sí, sí, muy bien, totalmente bien, nunca eh estado mejor, estoy genial, muy genial.

- Lea… Le estás hablando a un poste…

- ¿Hm? ¡Ah! ¡Roberto se convirtió en un poste!

- ¡Sigo siendo un humano!

Terminamos la comida, pagué la cuenta y salimos del restaurante, a pesar de que ambos estábamos borrachos, Lea estaba en una condición mucho más preocupante que la mía.

- Carajo, no tenías que beber tanto como yo idiota. Dije cargando a Lea en mi espalda con mi saco cubriéndola.

- Peroooooo, tu seguías bebiendo y bebiendo… No quería que te sintieras solooooo.

- ¡¿Qué lógica es esa?! ¡Y deja de respirar en mi oreja!

- ¿Hm? ¿Te enojaste conmigo? ¿Dime, te enojaste conmigo?

- Claro que sí, no sé cómo funciona aquí, pero una mujer joven borracha caminado por la calle es algo que muchos idiotas están dispuestos a aprovechar, cuida un poco más de ti misma.

- … Hic* Sí… Perdón.

- Como sea, ¿Conoces una buena posada?

- Ah, sí, unas calles adelante, oso, sí, un oso.

¿Un oso?

- Bien, vayamos a dormir ahí, no quiero caminar hasta el castillo.

- …Sí. Dijo Lea recargando su cabeza en mi hombro, sus brazos pasaron de sostener mi espalda a abrazar mi cuello.

- … Si no dejas de hacer eso, no puedo prometer que no haré nada.

- … Sí.

Yo también estaba un poco borracho, gracias a eso era un poco más sensible al cuerpo de Lea, la suavidad de su pecho en mi espalda y la sensación de sus muslos en mis manos de verdad me estaban dando más de un problema en la parte sur de mí cuerpo y mente.

Interpretaba la mayoría de sus actitudes actuales como invitaciones, pero no quería apresurarme.

¡Por favor aguanta hijo mío, más tarde iremos al distrito rojo o una mierda asi!

Aceleré el paso y dentro de poco tiempo alcancé un edificio mediano hecho de madera, había un letrero que decía: "El oso dormilón".

- ¿Es aquí?

- Mhm, es aquí.

- ¿Cómo te sientes?

- Estoy bien, solo un poco mareada.

Me arrodille y dejé que Lea se parara sobre sus pies, aún se tambaleaba un poco, por lo que envolví mi brazo con el suyo para evitar que se cayera y entramos al lugar.

- Oye, escuchaste lo que paso esta tarde, encontraron un par de hombres al borde de la muerte en un callejón, uno de los hombres había perdido su mano debido a que se pudrió.

- ¿Se pudrió? ¿Lo atacaron con ácido?

- No hombre, literalmente la carne se pudrió y se separó del brazo, dijo que un mayordomo con una cicatriz en su rostro lo hizo.

- ¿Un mayordomo? Seguro que la pérdida de sangre le hizo decir algunas cosas locas.

- Puede que sí, solo ten cuidado de no ir por callejones.

Un par de hombres estaban hablando en una mesa cercana a la recepción de la posada.

Entonces sobrevivieron eh.

- ¿Roberto?

- Ah, no es nada, solo me quede pensando algunas cosas.

- Mmm.

Accidentalmente me detuve a escuchar la conversación de los hombres, pero inmediatamente después fui con el recepcionista.

- ¡Bienvenidos al oso dormilón! El cuarto con cama matrimonial, un armario y ducha vale un oro, desayuno incluido.

El recepcionista era un hombre fornido de aspecto amable con orejas de oso, gracias a su experiencia no tardo ni un segundo en saber lo que queríamos.

- Ah-

- Bien, dame dos cuartos separados.

- ¡Claro! Su firma aquí por favor.

Antes de que Lea pudiese decir algo, firme el libro de registros, pague el par de monedas y tome las llaves.

- Segundo piso, cuarta y quinta habitación.

- Gracias.

- Que tengan buena noche.

Subimos los escalones de madera y eventualmente llegamos a las habitaciones, abrí una y entre con Lea.

- Bien, tu quédate aquí, te veré mañana por la mañana en la recepción.

- Pero…

Me volví a poner mi saco, me separé de ella y comencé a caminar a la puerta.

Ahora sí, es momento de "descargar el estrés".

Antes de tocar la manija alguien jaló de mi camisa.

- … ¿Qué pasa?

- Ah, umm, ¿P-Podemos hablar un poco?

- … Seguro.

Tomé la mano de Lea y caminamos a la cama.

- ¿Necesitas algo? ¿Te sientes muy mal?

- N-No, no es eso, ya estoy bien.

El movimiento lateral de su cabeza me decía lo contrario.

- Haaah* Descansa un poco, voy a salir un momento, tardaré un poco asi que deberías dormir.

Comencé a levantarme de la cama.

- ¡E-Espera!

- ¡Woah!

Antes de que pudiera ponerme en pie, Lea jaló de mi brazo, haciendo que mi cuerpo cayera sobre la cama con ella encima mío.

- ¡N-No te vayas!

- …

Sus ojos estaban vidriosos, su voz era desesperada y su cuerpo temblaba con nerviosismo.

Nunca has hecho esto antes eh.

- ¡Wah!

Con un movimiento rápido, intercambie lugares con Lea, mis manos comenzaron a acariciar sus muslos y mis labios jugueteaban con su cuello.

- Nnn… hah.

La manera en que Lea se esforzaba por contener los gemidos de su voz solo aumento mi necesidad de explorar su cuerpo.

Pasé de su cuello a besar su mejilla y eventualmente terminar en sus labios, no dude ni por un segundo en meter mi lengua y saborear su interior.

- AH* HA* HN*

La tensión rápidamente se fue desvaneciendo, Lea estiro su lengua en respuesta y comenzó a envolver la mía, en vez de aferrarse a mi camisa como lo hizo antes, comenzó a desabotonarla para después retirar el cinturón de mis pantalones.

Compartí el sentimiento y la despojé de todas sus prendas.

Cuando quedamos totalmente expuestos, miramos nuestros cuerpos por unos segundos antes de continuar.

Lea tenía un cuerpo entrenado, tenía musculo, pero su piel seguía siendo suave, sus grandes y hermosos senos eran como malvaviscos que envolvían mis manos cada vez que mis dedos se sumergían en su suavidad, la tonalidad bronceada de su piel sudorosa y sus rosados labios humedecidos por la saliva fueron un paisaje más allá de lo erótico, sus orejas de león se movían constantemente a la par de su dulce voz, su cola se agitaba de izquierda a derecha rápidamente, como para mostrar lo emocionada o nerviosa que estaba.

- Tienes muchas cicatrices…

Mientras Lea observaba mi cuerpo, dejo salir un comentario obvio, podía sentir como sus manos se paseaban desde mi pecho hasta mi cadera y más abajo.

- ¿Te molestan?

- Sí. Dijo Lea jalándome a su cuerpo.

- Me molesta no haber estado ahí para evitarlas.

- …

No sabía que decir, por una parte, quería decirle "Es estúpido que pienses algo asi" pero por otra también estaba muy feliz de que dijera tales absurdeces.

Una sonrisa irónica se mostró en mi rostro, entrelacé mis dedos con los suyos y pasé la noche entre sus brazos.

Esto de verdad será problemático más tarde.

***

Al día siguiente.

La luz que se filtraba por las ventanas fue el peor tipo de alarma despertadora.

La silenciosa.

Intenté moverme a un ángulo donde la luz no me deslumbrara, pero segundos después la sensación de alguien abrazándome me recordó que no estaba solo en la cama.

- … Cierto, lo hicimos anoche.

Una chica desnuda, únicamente cubierta por las cobijas de la cama dormía plácidamente en mi pecho.

- Haaah* Ahora sí, Molly no solo va a matarme, va a descuartizarme y exorcizar mi fantasma.

Lo que hicimos no fue exactamente un acto de amor, fue más un impulso carnal donde eventualmente ambos cedimos estando borrachos.

Necesito ser sincero antes de que esto se ponga feo.

Al final, era mejor aceptar lo que había pasado y lidiar con las consecuencias de ello, arrepentirse nunca sirve de nada en estos casos.

Puse mi mano en su hombro y gentilmente la sacudí.

- Lea, despierta.

- Mmmm… cinco minutos máaaaaaas. Dijo Lea enterrando su rostro más profundo en mi pecho.

- Haha, no podemos hacer eso, ¿Acaso quieres enojar más a Molly?

- … Cierto.

Aunque reacia, Lea se levantó de la cama, ojos cansados y cabello hecho un desastre.

- Buenos días.

- Haha, ¡Buenos días!

Ambos nos dirigimos a la ducha, no estaba seguro del por qué, pero compartir un baño con Lea fue menos incomodo de lo que pensé.

Cabemos ambos sin problemas, ¿El recepcionista ya sabía que eso iba a suceder?

- ¿Quieres que talle tu espalda? Me pregunto Lea acercando una esponja de baño.

- … Ah, claro, gracias.

- ¡Bien!

No era la primera vez que tenía relaciones con alguien, pero nunca había estado tan cómodo con el día subsecuente como lo estaba ahora, normalmente me levantaría de la habitación de la chica y me iría después de dejar un mensaje de texto, o al revés, la chica se despertaba antes que yo, se bañaba y se largaba para que ambos fingiéramos que nada sucedió.

Me pregunto por qué.

- ¡Ow!

- ¡Lo siento! Olvide que aún no cierra la herida.

- … ¿Herida?

Siguiendo la fuente del dolor, encontré la marca de una mordida en mi hombro derecho.

- … ¿En serio me mordiste?

- Ahaha… Perdón. Dijo Lea evitando mi mirada con un rostro sonrojado.

- … Pervertida.

- ¡N-No soy una pervertida! Grito Lea con su cara tan roja como un tomate.

Decidí ignorar la marca, iba a ser cubierta por la ropa asi que no era mucho problema.

Nunca antes me habían mordido tan fuerte, supongo que es de esperarse de un hombre bestia.

Terminamos de bañarnos, nos vestimos nuevamente y bajamos a la recepción.

Cuando mire al recepcionista, la sonrisa de la experiencia y un pulgar arriba me dieron los buenos días.

Me dirigí a él y ofrecí mi mano.

- Heh, parece que la ducha les sirvió.

- Eres grande señor, en muchos sentidos.

El hombre acepto mi mano e intercambiamos un saludo lleno de hermandad.

- Soy Rufus, asegúrese de tratar bien a la señorita amigo, un hombre de verdad no juega con los sentimientos de las mujeres.

- … Señor Rufus.

De alguna forma, Rufus se había convertido en mi nueva imagen del hombre ideal.

- … ¿Roberto?

- ¿Hm?

Lea tenía una mirada que decía "¿Qué demonios haces?"

- … Esto se llama hermandad, es algo que los mexicanos tenemos arraigado en el corazón y solo sale con los verdaderos amigos.

- Ah, claro, bien, solo ven a la mesa cuando termines de fraternizar con el recepcionista.

- … Claro, en un segundo.

Después de que Lea fue a sentarse a una mesa en las cercanías, una mujer alta con orejas de oso usando un vestido y delantal salió de la parte trasera de la recepción con una bandeja que llevaba varios platillos sobre ella.

- ¿Su esposa? Pregunte a Rufus.

- Asi es, su temperamento es tan corto como la cola de los conejos, pero ya me casé con ella.

- Haha, una vez firmas el contrato es difícil deshacerlo.

- ¡Y que lo digas!

Hahaha*

Pude sentir como la mirada de dos mujeres aterrizaban sobre nosotros con las palabras "Que idiotas" siguiéndolas.

- Gracias por la habitación.

- ¡Vuelvan cuando quieran! ¡Y de paso vuelve a rentarme dos habitaciones! ¡Hahaha!

Viejo astuto

- Solo será una la próxima vez.

Me alejé de Rufus y me senté a desayunar con Lea.

- ¿Está bueno?

Lea bajó sus utensilios, me miro y dijo con una cara sería que no coincidía con su emocionada voz.

- ¡Vale cada maldita gota de oro!

- Pff Hahaha, ¿Tienes que decirlo asi?

- Ehehe.

El desayuno era una sopa de fideos con fruta y jugo, ni me moleste en preguntar los nombres, simplemente devore lo que había en la mesa y disfrute de la compañía y las charlas relajadas entre nosotros.

Después de terminar toda la comida, ambos estábamos bebiendo un té.

Bueno, ya disfruté y todo, viene siendo hora de trabajar.

- Lea.

- ¿Sí?

- ¿Puedes decirme que fue lo que pasó?

- ¿A qué te refieres?

- ¿De verdad necesitas que lo diga?

- …

- No, no lo necesitas, y no tienes que hacerlo si no quieres, pero me gustaría que lo hicieras, en sí no me agrada mucho este mundo, pero me agrada menos que traten mal a alguien que me importa.

- Haha… No eres para nada justo. Dijo Lea con su sonrisa infantil.

- ¿Tú crees?

- … Mhm.

- …

No importaba cuanto intentara prolongarlo, Lea iba a contármelo, solo tenías que mirar lo que había pasado para saberlo, ya nos llevábamos bien desde el primer momento, en estos dos meses solo mejoro nuestra relación, pasó lo del cementerio y el que haya pasado lo de anoche fue más que suficiente para confirmarlo, Lea era virgen, por lo que las técnicas de seducción no eran algo que ella supiera usar.

Lea me quiere y confía en mí, no estaba seguro de cuánto tiempo durarían esos sentimientos, pero era mejor aprovecharlos ahora que estaban en auge.

Lo siento señor Rufus, pero asi es como hago las cosas.

Puede que era desagradable la manera en que consideraba todo esto, pero de esta forma podía prepararme más fácilmente para el futuro y hacer un curso de acción adecuado.

Después de todo, no nos conocemos desde hace mucho, el que hayamos cedido a los impulsos no fue más que un reconforte de un hombre estresado y una mujer que se siente sola.

De verdad soy basura por pensar asi ¿No es verdad?


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