"Tal como esperaba de ustedes, después de todo son la élite" esas palabras le resultaron extrañas a los Espadas. Aizen no era alguien que daba elogios a sus subordinados, normalmente solo les daría un 'Buen trabajo, pueden retirarse' o algo asi por el estilo.
Pero esta vez, se notaba a un Aizen extrañamente contento, en su rostro no era distinguible su cambió de conducta, ya que siempre tenia una sonrisa, lo que los hizo notar eso fue el tono de voz que utilizó y sus propias palabras. Estos decidieron no darle muchas vueltas al asunto e ignorar ese hecho, si su líder estaba feliz debía ser algo bueno. Ahora Ulquiorra seria el que tomara la palabra.
"Por supuesto, Lord Aizen, no le fallariamos"
En eso la puerta por la que habían ingresado anteriormente se abrió de golpe, revelando a Gin, este caminaba a pasos rápidos hasta posicionarse al lado derecho de Aizen, cuando llegó a su lugar, habló con una voz ansiosa.
"Asi que han regresado, parece que las cosas con el chico se pusieron un poco... locas" se podía apreciar fácilmente el tono burlesco que llevaba, esto molestaría a los Espadas si no supieran que ese era su tono habitual, aunque no les gustase para nada.
Halibel miró directamente a Aizen antes de hablar.
"Lord Aizen, si me lo permite, daré el informe de la misión" Aizen movió su cabeza un poco arriba y abajo dando una señal afirmativa. De ahí en adelante Halibel procedió a contar todos los sucesos ocurridos hace unos minutos, revelando lo que pasó desde que hicieron contacto visual con la criatura hasta que Starrk logró romperle la máscara a Ichigo, incluso contó como casi muere a manos de la implacable bestia.
"Lord Aizen, si quiere puedo usar mi habilidad para que vea con mayor detalle y certeza lo que ocurrió allá" Aizen le dió luz verde también. Al tener permiso, Ulquiorra se llevo una mano a su ojo derecho e hizo un movimiento con sus dedos, ese movimiento había sido para sacar su ojo de su cuenca, con su ojo en la mano, procedió a apretar su puño y de esta manera pulverizar su propio ojo. Las partículas procedentes de este actuaron como si de una pantalla se tratase, y empezaron a reproducir todos los hechos que habían sucedido tiempo atrás.
Aizen después de el informe y de ver con sus propios ojos a Ichigo en acción, estaba sorprendido. El chico había superado sus espectativas e incluso impulsó a utilizar su Resurección a tres de los diez Espadas más fuertes. Cuando estaba a punto de decir algo, Ichigo comenzó a moverse en el hombro de Starrk.
Halibel se tenso y llevó su mano a la empuñadura de su Zanpaküto, por su parte Ulquiorra estaba tranquilo y no vio necesario alterarse, aunque de ser necesario también desenfundaria su espada.
Pero Lilinette era un caso aparte. Ella que sostenía a Tensa Zangetsu, estaba temblando, tenia miedo de que se volviera a transformar en el demonio que enfrentaron hace poco tiempo, mucho más por el sitio en dónde estaban.
"Cálmense, yo me haré cargo" luego Aizen se levanto de su trono y empezó a caminar hacia Starrk que aún tenía a Ichigo en su hombro, este estaba un poco nervioso, sabía que si se desataba el caos adentro de Las Noches podrían morir todos. Ya que cabía la posibilidad de que se derrumbara la estructura aparte de no poder liberar su Resurección dentro de la misma, tenían todas las de perder si esto se salía de control.
Ichigo se estaba moviendo con un poco más de fuerza mientras que sus párpados se apretaban fuertemente a cada paso que Aizen daba hacia él, cuando este estaba a 5 metros de llegar hasta el. Sin previo aviso abrió los ojos y en un pestañeo, se libró del agarre de Starrk y tomó su Zanpaküto de las manos de Lilinette, después de esto se alejo de sus enemigos poniéndose de frente a ellos, apuntando su espada hacia sus agresores.
Ichigo tenía una mirada confusa. Nunca había estado en este lugar antes, lo que si tenia tenia claro es que la persona frente a él era quien había causado todo su sufrimiento hasta ahora, y queria devolverle el favor.
Pero que Aizen se se encontrara frente a el no era lo que mas le preocupaba. Sino que la presencia de presencia de ese 'Maldito' y de los otros individuos que estaban en la habitación solo indicaba una cosa, que había sido capturado.
¿Acaso era por eso que Zangetsu se había disculpado con el antes de salir de su Mundo Interior? Ichigo pensaba esto mientras que los Espadas estaban atentos a cualquier movimiento, aunque ya sabían que se les ordenó no intervenir para ellos era mejor prevenir que lamentar.
A pesar de la mirada asesina que Ichigo le dedicaba a Aizen, este seguia caminando lentamente y tranquilamente hacia él.
"Será mejor que tenga cuidado, ya vió lo peligroso que es" advirtió Starrk con seriedad a Aizen. Ulquiorra pensaba lo mismo que su compañero aunque no decía nada y Halibel, ella era la más nerviosa de los tres, esto lo demostraba por como su mano temblaba mientras sostenía su Zanpaküto, esto era porque todavía estaba vivo el recuerdo en su mente de como casi muere a manos del hombre que ahora estaba encarando a Aizen.
Lilinette no se encontraba mejor que ella y desde que Ichigo le quitó la espada de sus manos, se había posicionado detrás de Starrk.
Sin embargo, Aizen hizo caso omiso a la advertencia de Starrk y continúo con su camino, a la vez que alzaba su mano derecha hacia sus Espadas, haciendo una seña para que se calmaran.
"¡No te acerques pedazo de basura! ¡Alejate!" gritó Ichigo mientras apretaba el agarre de su Zanpaküto y de la furia le rechinaron un poco los dientes. Aizen no escuchó y siguió avanzando con una sonrisa que no había desaparecido desde que Ichigo entro por la puerta.
"¿Alejarme? ¿Porque debería alejarme? sabes que no puedes hacer nada contra mí y sabes que podría matarte con solo balancear mi espada, estás completamente a mi merced" por siniestro que pareciera, lo dijo con una sonrisa y en un tono como si lo que hubiera dicho hubiera sido lo más normal del mundo.
"¡¿Entonces por qué no me mataste cuando tuviste la oportunidad en la colina Sokyöku?!"
"¿Por qué, preguntas?" Aizen suspiró un poco antes de continuar. "Porque habría sido un desperdicio"
"¿U-un desperdicio dices" repitió con vacile, esas palabras junto con la mirada de superioridad de que le daba Aizen hizo que explotara en furia. "¡Maldita basura, te mataré! ¡Ya no hay nada peor de lo que ya hayas hecho y no me interesa morir si en el proceso te llevo conmigo!" después de gritarle esto. Fue a atacar a Aizen a su maxima velocidad, pero este respondió tranquilo.
"¿Que ya no hay nada peor? esto no es nada, no conoces lo que es el verdadero sufrimiento. Esas palabras no son más que vagas expresiones de alguien que no sabe lo que es el verdadero terror, un ignorante" sentenció Aizen con claridad.
Continuará...