Capitulo dos.
Wes cumplió dos años y gracias a Agnes y su esposo Malcom, abrí una cafetería en el centro de esta pequeña ciudad. Comencé a pasar mis días enteros allí, llevaba a Wes a una guardería por la mañana y por las tardes se encontraba en la cafetería conmigo o en casa de Agnes. Sentía que mi vida estaba comenzando a ser mejor, me gustaba mucho pasar mis días en la cafetería y lo sentía mi espacio, lejos de Ethan. Sin embargo todo estaba por cambiar en muy poco tiempo.
Uno nunca piensa tanto en los cambios que suceden en su vida, uno nunca se levanta un día pensando ''este va a ser el día en que mi vida va a cambiar'', ni de los pequeños cambios sobre tomar otro camino a casa o decidir cambiar la lavadora de casa. Me refiero a esos cambios en los que piensas que tu vida no va a cambiar mucho y de un momento a otro tu vida esta patas para arriba para mal o para bien. Trato de definir todavía si el cambio fue para bien o para mal.
Sarah había finalizado la universidad, recibiendo su título de doctora y acepto un programa de residencia en mi actual ciudad, esa decisión de Sarah sacudió mi vida en todos sentidos. Me encontraba esperando que se hiciera la hora de retirar a Wes de la guardería cuando recibí la llamada de Sarah, al principio me pareció extraño porque conocía muy bien los horarios de Wesley.
Sarah estuvo en una relación durante casi dos años y descubrió que su novio la engañaba con su compañera de departamento; en base a ese fracaso amoroso acepto el trabajo en la ciudad, además de que quería pasar más tiempo con nosotros. Acepte de inmediato que se quedara un tiempo con nosotros hasta que encontrara algo más fijo para ella. Lo veía como mi oportunidad de pasar algo más de tiempo con mi mejor amiga y tratar de formar una nueva relación con ella. Ethan no estuvo muy de acuerdo con la idea pero no pudo decir muchos, mis padres pagaban nuestra actual casa pero eso llevo a varios días seguidos de insultos y unos cuantos empujones. Esto complicaba mucho las cosas entre nosotros porque ahora tendríamos que compartir habitación, obviamente su idea claramente era que durmiera en el sillón que se encontraba en la habitación principal y disimular sus salidas hacia el motel más barato. Sarah estaría con nosotros en tres días y a pesar del riesgo que implicaba para mi farsa con Ethan estaba muy emocionada.
El jueves por la tarde deje a Wes con Agnes y me dirigí a la estación de tren a esperar a Sarah, había tomado un avión hasta la ciudad más cercana, ya que al ser bastante pequeña no contábamos con aeropuerto y estábamos a una hora en tren de la ciudad más grande.
La vi apenas puso un pie debajo del tren, Sarah siempre se había destacado por vestir bien, siempre tenía lo de última moda. Corrió a abrazarme y sentí unas pequeñas lágrimas en sus ojos, si bien era muy cariñosa en sus visitas y actuaba de lo más normal. Nunca me había abrazado como si realmente me extrañara o necesitara. Trate de contener mis emociones y no romper en llanto y confesarle todo.
–Te extrañe demasiado –me dijo en un suspiro sin dejar de abrazarme.
–Yo también Sarah.
– ¿Cómo está mi bebe? –me pregunta una vez que nos encontramos camino hacia el auto.
–Bien, creciendo demasiado rápido para mi gusto.
– ¿Ethan? –pregunta incomoda.
–Bien, trabajando mucho. No pasa muchos días en casa últimamente, pero a la empresa le está yendo muy bien –le digo con seguridad.
–Tengo muchas cosas que contarte pero primero quiero pedirte perdón.
–Sarah, no hace falta. Es mi culpa que pasara todo esto.
–No, estuve mal. Tendría que haber estado ahí para vos.
–Estuviste en cierta manera. Es tu hermano, sé que si hubiese sido cualquier persona en el mundo, sé que estarías conmigo en todo momento.
–Si pero tendría que haberlo intentado al menos, te deje sola en el momento más complicado. Lo siento Emma –dice abrazándome.
–Me alegra que estés conmigo ahora.
–Me muero por conocer esa cafetería. Tu madre me hablo mucho de ella.
–Pasamos por Wes y te llevo a conocerla.
– ¿Puedo hacerte una pregunta? –asiento levemente intrigada–. ¿Alguna vez tuviste sentimientos por mi hermano?
–¿Qué? No, claro que no. Nunca lo vi de ese modo, incluso después de lo que paso.
En cierta manera era un poco mentira, si bien nunca vi de ese modo a Ryan mientras crecíamos. Después de esa noche en Las Vegas, los recuerdos iban y venían. Estaba muy ebria para recordar algo pero las sensaciones que tuve de esa noche quedaron grabadas en mi memoria, la manera en que me acariciaba y sus besos. Me desvié de mis pensamientos cuando llegamos a mi casa.
–Wesley esta con Agnes, mi amiga y vecina –le digo una vez que bajamos del auto –Vamos a dejar tus cosas adentro y vamos por él.
Pasamos toda la tarde con Agnes enseñándole la ciudad a Sarah y por la noche Malcom nos preparó comida para las tres y Wesley. Ethan trabajaba hasta tarde siempre, así que era normal para ellos que siempre viniera sola a las cenas o almuerzos que nos invitaban.
Acosté a Wesley un poco más tarde de lo normal y me dormí en el sillón de la habitación de la que era supuestamente nuestra habitación. La primera semana con Sarah fue muy tranquila, Ethan casi desapareció el fin de semana siguiente. Ella no dejaba de preguntarme si todo en nuestra relación estaba bien y si eso era normal para nosotros.
Nos encontramos buscando departamento para ella mas rápido de lo que pensaba, si bien me encanta volver a convivir con alguien, poder desayunar juntas y las cenas contándonos de nuestro dia. La casa en la que vivía quedaba lejos del hospital donde trabajaba Sarah y eso era un problema por sus horarios tan irregulares y las llamadas de emergencia. asi que me dedique todo el día a buscarle algunos apartamentos que podría gustarle. Mi situación con Ethan era cada vez más insostenible.
Un día de semana muy tarde y demasiado ebrio, y después de casi un año sin ni siquiera besarme, tuvimos relaciones. Nunca me había sentido forzada a tener relaciones con alguien y esto fue lo más parecido que tuve. Me sentí mal, me daba asco que me tocara pero mi cabeza no dejaba de repetirme, es tu esposo es lo que se supone que tienes que hacer. Me sentía fuera de mi cuerpo, pensando en cualquier cosa menos en lo que estaba pasando. Sentía sus gemidos muy lejanos pero no salía nada de mi boca, no podía ni sentir mi respiración, cuando el termino prácticamente corrí al baño y comencé a frotar mi cuerpo lo más fuerte que pude, no sentí mis lágrimas caer hasta que salí y vi mi reflejo en el espejo. Odie a mi padre por ponerme en esta situación, odie a Ethan por obligarme a hacer esto y odie a Ryan por vivir su vida perfecta.
Lo que más me dolió fue fingir con Sarah por la mañana cuando me insinuó que había escuchado lo que había pasado entre nosotros y que se alegraba porque mi matrimonio funcionara.
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