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Capítulo 680: Guerra (2)

"Esta información es interesante" - murmuró Cloud mientras por fin descubría el verdadero paradero de Kouki, aunque esto lo confundió un poco - "¿Cómo es que él cayó tan rápido en el abismo?"

Cloud sacudió la cabeza antes de decidir dejar esto para otro momento, después de todo, el estado actual de Kouki no era problema suyo, y aunque lo fuera, este no era el momento oportuno para preocuparse por él.

El chico rubio salió de su habitación y caminó donde estaban los demás para poder asegurarse que sus órdenes habían sido escuchadas, aunque cuando llegó, vio como solo unos pocos estaban acatándolas, así que luego de "dialogar" con ellos, regresó a su habitación para poder continuar escuchando la conversación de sus enemigos, solo para notar como todo había terminado - "Tch"

* * * * *

"Señorita Cattleya, ¿Quién cree que sea el traidor?" - preguntó un hombre mientras miraba a su general.

"No tengo idea, pero quién quiera que sea, es mejor que no lo descubramos o su destino será horrible" - bufó Cattleya mientras sonreía en su interior, después de todo, ahora que el sumo sacerdote había dicho que el traidor era uno de los subordinados, ella se sentía mucho más segura, sin contar que al mismo tiempo podía sentir como su poder crecía constantemente, y aunque no era mucho, era más que suficiente para poder defenderse en caso de ser descubierta, además, ella estaba segura de que si ese llegara a ser el caso, Cloud la ayudaría. Ella no entendía por qué pensaba esto, aunque la deducción más acertada sería que está siendo influenciada por el contrato entre los dos.

"¿Señorita Cattleya?" - preguntó el hombre demonio mientras levantaba una ceja.

"Oh, lo siento, estaba meditando" - musitó Cattleya con una pequeña sonrisa - "¿Qué decías?"

"Le informaba que los generales están reuniéndose para poder hablar sobre la estrategia de la próxima batalla" - respondió el hombre de manera inconsciente porque podía sentir como su deseo por Cattleya era cada vez mayor, después de todo, ella no solo tenía una belleza incomparable en estándares demoníacos, sino que también poseía algo que la hacía irresistible, un poder latente enorme.

Cattleya bufó internamente cuando sintió la lujuria y deseo en la mirada de su subordinado, aunque no le dijo nada para detenerlo, más que nada porque disfrutaba sentirse admirada, no como antes que la veían como un simple objeto.

"Ok, voy de inmediato" - asintió Cattleya mientras caminaba fuera de la carpa y se dirigía directamente donde estaban sus colegas.

"Veo que te tomaste tu tiempo, General Cattleya" - dijo Daimon mientras entrecerraba los ojos - "Y veo que viniste sola"

"Tengo mis asuntos, además, recién me informaron de la reunión" - respondió Cattleya con aburrimiento - "En cuanto a por qué vine sola, bueno, no quiero arriesgarme a que nuestra estrategia sea filtrada por el espía, más cuando no sabemos en qué escuadrón está el culpable"

Los demás generales se miraron entre ellos antes de ordenarles a sus subordinados que salieran de la habitación, los cuales terminaron enojándose, aunque siguieron las órdenes de sus superiores sin oponer resistencia.

Cattleya sonrió internamente porque esta acción no solo había creado una pequeña brecha entre los generales y sus segundos al mando, sino que también había restringido el número de planes que podían crear para el próximo ataque.

Ahora, muchos se preguntarían por qué Cattleya estaba saboteando a su raza con tanta facilidad, y el motivo era bastante simple, para los demonios, no había nada más importante que el poder. Mientras más fuertes fueran, mayor sería el éxtasis que ellos ganarían al masacrar a sus enemigos, y para poder llegar a este nivel, a ninguno de ellos les importaba traicionar a sus compañeros, incluso a sus amantes.

Los demonios eran una raza que fue creada para poder hacer todo lo posible por llegar a la cúspide del poder, y eso era lo que estaba haciendo Cattleya, ella había decidido traicionar a su raza por el solo deseo de conseguir más poder, algo que estaba segura de que sus colegas harían si tuvieran la oportunidad, aunque era una lástima porque ella había sido la que logró tomarla.

Cattleya había decidido qué hacer luego de que todo esto terminara, cuándo por fin ella estuviera libre del contrato. Con el poder conseguido, ella tomaría el trono como la nueva reina demoníaca, es por eso que ella estaba siendo tan drástica con sus acciones.

"Bien, ahora que se fueron, es tiempo de que iniciemos con los preparativos" - dijo Daimon mientras miraba alrededor - "Como dijo el sumo sacerdote, nosotros nos dividiremos en dos grupos, General Cattleya decidió tomar la vanguardia del primer grupo"

"Efectivamente" - asintió Cattleya con calma - "Aunque como dije antes, necesito que ustedes me den partes de sus tropas para que parezca que todos hemos decidido lanzar un ataque frontal"

"No tenemos problema con ello, aunque ahora tenemos que hablar sobre cuantas tropas necesitas" - dijo otro general mientras miraba a la hermosa mujer demoníaca.

"Diría que un 35, 40% de sus tropas" - respondió Cattleya con calma.

"¡¿Estás loca?!" - exclamó otro general mientras fruncía el ceño - "¡Esas son demasiadas tropas bajo tu control!"

"Comparto la opinión de mi compañero, además, esas tropas bajo tu control, no serán más que sacrificios para nuestro ataque" - respondió otro general mientras negaba con la cabeza - "Hemos sacrificado demasiado para poder fortalecer nuestras fuerzas, como para entregártelas para que tú los mates sin piedad"

"Y esa es la única forma de hacerles pensar que todavía estamos tratando de atacar la entrada principal" - bufó Cattleya mientras miraba alrededor - "No importa lo mucho que lo piensen, esas vidas no se comparan con la gloria de tomar la capital humana y usar a sus habitantes como los esclavos que son"

Los generales fruncieron el ceño cuando escucharon esto, aunque tenían que admitir que las palabras de su colega eran acertadas. Las vidas de sus soldados no podían compararse a la gloria de la victoria que conseguirían.

"¿Qué piensan?" - dijo Daimon mientras miraba a sus colegas.

"Comparto la opinión de Cattleya, la gloria y victoria, son más importantes que las vidas de esos gusanos sin valor" - dijo la única colega femenina de Cattleya - "Victoria con sacrificios necesarios, o una larga batalla porque no queremos sacrificar a un grupo de bastardos sin gloria"

"Ok, te entregaremos un 40% de nuestras tropas, aunque no esperes que sean nuestras fuerzas de élite" - dijo Daimon con neutralidad.

"Tampoco lo esperaba, la basura es más que suficiente para poder cumplir con el trabajo" - respondió Cattleya con desdén.

"Es bueno escucharlo" - asintió Daimon mientras los demás generales sonreían ligeramente.

"Imbéciles, no importa si me dan a sus miembros de élite, o no, el resultado será el mismo" - pensó Cattleya mientras soltaba una pequeña carcajada interna, después de todo, esto también era bueno para ella. Con la eliminación de las fuerzas de los generales, su ascenso en la cadena de mando estaba garantizada, e incluso si los generales sobrevivían a las trampas que su contratista había planeado, ellos no podrían hacer nada contra ella por la sencillas razón de que no tendrían a los subordinados necesario para oponerse a sus decisiones - "Ese irregular es una bendición para mí ~"

"Ya que dejamos eso claro, creo que es mejor que pasemos al siguiente asunto" - dijo Daimon mientras miraba alrededor.

Los generales fruncieron el ceño cuando escucharon esto porque ellos no esperaban otro problema que tratar.

"¿Cuál es el próximo asunto?" - preguntó Cattleya mientras fruncía el ceño porque ella, al igual que sus colegas, no se esperaba otro asunto más que la confirmación de los roles para el próximo ataque.

"Oh, no es nada importante, solo quiero saber qué opinan de las palabras del sumo sacerdote" - dijo Daimon con seriedad mientras miraba alrededor con una expresión fría.

"¿A qué te refieres?" - preguntó un general con el ceño fruncido - "¿A aso estás diciendo que su excelencia dijo algo raro?"

"No, es solo que pienso que sus palabras no son 100% seguras" - respondió Daimon mientras miraba alrededor.

"¡Sacrilegio!" - exclamó otro general con furia - "¡¿A caso estás escuchando lo que están diciendo, general Daimon?!"

"Lo sé, y no me importa hacerme responsable de mis palabras, es solo que no estoy seguro de poder creer las palabras de su excelencia sobre que alguno de nosotros no sea el traidor" - dijo Daimon con seriedad.

Los generales fruncieron el ceño antes de mirarse entre ellos con diferentes tipos de miradas.

"No creo que decir esas palabras en una situación como esta, cuando estamos a punto de realizar un ataque contra los humanos, sean una buena idea" - dijo Cattleya mientras fruncía el ceño - "Si de verdad piensas que hay un traidor entre nosotros, entonces no deberías de haberlo dicho en voz alta, al menos que estuvieras seguro de quién es el traidor junto a pruebas que lo corroboren"

"General Cattleya tiene razón, decir que es posible que el traidor esté entre nosotros, justo cuando estamos a punto de atacar, solo podría causar que no confiemos en nuestros aliados" - asintió otro general mientras miraba a Daimon - "De ser así, eso me hace pensar que estás tratando de hacer que nosotros estemos alertas a cualquier movimiento de nuestros colegas"


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GenoXX GenoXX

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[Origen] Cap 695 <--- Disponible en Pa treon.

[La Leyenda del Kyubi: Vol 4] Extra 19(29) <--- Disponible en Pa treon.

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