Salimos los cuatro a la casa de Mr. Jefferson, nos vieron llegar juntos y mi madre se sorprendió bastante.
—Bienvenidos a mi humilde hogar — dijo Mr. Jefferson al vernos.
—Gracias por la invitación, Mr. Jefferson — respondió Kanji.
Me acerqué a mi madre para abrazarla.
—¿Cómo estás, hija? ¿Y Akira? ¿Aún no regresa? ¿Quién es esté hombre?
—Estoy bien, mamá. Akira está aún en el viaje de negocio. No tiene un día establecido de regreso— presenté a Kanji a mi madre—. Él es Kanji Carter, socio y amigo, trabaja conmigo.
—Es un placer conocerla, señora — Kanji sujetó la mano de mi madre y la besó.
Me le quedé viendo al ver su gesto de amabilidad, mi madre se veía feliz con ese gesto; creo que nadie nunca le había hecho eso. No sabía qué Kanji podía ser tan amable, de hecho, físicamente no luce como alguien amable. No entiendo porque mierdas estoy pensando en eso ahora.
—Mi nombre es Yukine, el placer es todo mío. Eres muy guapo.
—Que no te escuche, Mr. Jefferson— comenté riendo.
—No acepto coqueteos con mi señora frente a mis ojos— comentó Mr. Jefferson riendo.
Saludaron a Kaori y Lin para entrar a la casa. Nos quedamos en la antesala hablando por un rato. Mr. Jefferson y Kanji estaban hablando por una parte, Kaori y Lin estaban con mi hermano y mi madre y yo, estábamos sentadas conversando.
—Hace mucho no veo a Akira. ¿Tanto tiempo le ha tomado cerrar ese negocio, hija?
—Había regresado por unos días y luego se fue nuevamente, le ha tomado algo de tiempo— respondí, tratando de no mostrar mis nervios.
—Los ha desatendido mucho. Un hombre debe estar al lado de su familia, y más si cada vez ocurren tragedias.
—Todo está bien, mamá. Hay muchas personas custodiando la casa.
—Un hombre en la casa siempre hace falta. Ustedes están casados, hija. Tiene que poner sus prioridades.
—¿Cómo han estado las cosas por aquí, mamá? — pregunté, evitando seguir hablando de este tema que tanto duele y lástima.
—Todo bien, hija. Esos dolores de cabeza me están matando cada vez más.
—Pero ya estás bien, eso es lo importante. ¿Estás tomando tu medicación?
—Sí, siempre.
—Mas te vale.
—Ya la cena está lista, ¿Qué tal si vamos a la mesa?— preguntó Mr. Jefferson.
—Por supuesto.
Mientras cenamos, crucé mirada con Kanji y la desvié rápido. No sé porqué me pone tan nerviosa. Pasamos un tiempo en familia durante la cena. Conversamos, reímos, la pasamos muy bien, hace mucho no reía tanto. Según regresamos a la antesala, vi a Lin que sacó aparte a Kanji. Me preocupó algo, pero no podía ir detrás de ellos. Espero Lin no haga otra imprudencia.
Kanji
—Te gusta mucho mi mamá, ¿cierto?— preguntó Lin.
—¿Tanto se nota?
—Sí, no parece que lo escondas tampoco.
—No tengo razones para hacerlo— sonreí.
—En eso tienes razón. Ambos son adultos, y es por eso que quería hablar contigo. Quiero ayudarte a que puedas estar con mi mamá.
—No te preocupes, no necesito ayuda para eso. Yo esperaré por ella hasta que esté preparada.
—Ella no podrá recuperarse mientras tenga en mente a Akira. Aún guarda las fotos de él, y en el ambiente que está de la casa es demasiado tóxico para ella; estoy seguro que aún guarda esperanzas de que regrese. No quiero que ese maldito infeliz se acerque a ella y le haga más daño, no la quiero volver a ver triste por alguien que no la valoró.
—Entiendo que como hijo te sientas así, pero es una decisión que le toca a ella decidir. Hasta que ella no reaccione por su cuenta, no podrá salir de ese hueco en el que está. Ese vacío nadie lo va a llenar, hasta que ella misma se dé cuenta que no vale la pena. El día que esté dispuesta a dejarlo ir por completo, ese día podrá ser feliz. Yo no la voy a forzar a que este conmigo, yo no quiero ser un sustituto de Akira. No sé si entiendas, pero lo que siento por tu mamá es genuino; aunque ella no lo vea así. Estoy segura que lo toma como una broma o algo parecido. La manera de decir las cosas, trato de que suene como si la estuviera molestando, pero en realidad las digo porque las siento, pero ella no se da cuenta porque no puede verme como algo más que un amigo. Estoy consciente de eso, es por eso que no la voy a forzar a que se abra a mi. Cuando ella esté preparada, aquí estaré esperándola.
—Si no eres claro con ella y le dices lo que sientes, ¿Cómo se supone que se de cuenta de que realmente la quieres? Tienes que hablarle con la verdad, y decirle lo que sientes. Por lo que me ha dicho, has estado con ella en todo este proceso. Ella reconoce el apoyo que le has brindado, y cuando se refiere a ti, puedo asegurar que te aprecia mucho. Un pequeño empujón puede hacer que las cosas cambien. Con todo lo que dijiste, puedo darme cuenta que realmente quieres a mi madre. Nadie hubiera hecho ni la mitad de lo que has hecho por ella; a cambio de Akira, tú has sido demasiado bueno con ella. No quiero que siga sufriendo más de lo que ya lo ha hecho. Creo que es momento de que le hagas saber lo que sientes, está en ella si quiere aceptarlo o no. En algún momento se dará cuenta que quien realmente la quiere y la valora, lo tiene frente a sus ojos.
—Supongo que tienes razón, pero quiero esperar a que las cosas se calmen un poco. Todo esto ha sido reciente.
—No es reciente. Ha pasado casi dos años. No es justo que siga estancada por alguien como él. Ella tiene derecho amar y ser amada, quiero verla sonreír como antes, quiero su felicidad; eso es todo lo que quiero como hijo. Estoy seguro que tú podrás darle todo lo que ese imbécil no le dio. No cabe decir que, si la lastimas yo mismo me encargaré de cobrartelas.
—Ahora suenas como él. Te pareces tanto a Akira, Lin.
—Y es una maldición. Estoy seguro que mi físico le afecta también, no la ayuda a levantarse.
—El mío tampoco le ayuda, créeme. Solo espero que algún día ella pueda darse cuenta por su propio bien, que no vale la pena llorar por alguien como Akira. Quiero hacerla feliz. No sabes cómo me gustaría ser yo quien la haga sonreír, pero como verás, el amor que siente hacia Akira es mucho más fuerte, que no creo que pueda ocupar o llenar ese lugar.
—Demuéstrale que la quieres. Cuentas con mi apoyo y aprobación, la dejo en buenas manos, Kanji.
—Cuenta con eso, Lin— nos dimos un apretón de manos.