La sangre salpicó el rostro de Nicole cuando ella golpeó el rostro de una mujer. Sus puños llevaban la fuerza de rango S, pero ella estaba usando sus manoplas con pichos y cada golpe desfiguraba el rostro de esa mujer.
Nicole no tuvo piedad y golpeó varias veces sin dudar hasta que su puño logró destrozar el rostro y partir el cráneo adentrándose al interior.
Al darse cuenta de que ella había asesinado a esa mujer, Nicole la tiró al suelo y escupió la sangre de su boca al cadáver.
"…"
Nicole miró los alrededores. Ella estaba en el interior de un pequeño bar que en este momento estaba destruido y desordenado.
La pared estaba rota y ensangrentada, las sillas y mesas quebradas y un par de cadáveres se encontraban tirados como muñecos sin vida. Algunos tenían el cuello quebrado, otros murieron cuando ella les rompió los huesos perforando órganos o cuando le partió el cráneo como la última en morir.
Todos murieron por ella… Nicole hace años jamás habría imaginado que alguna vez en su vida estaría rodeado por cadáveres y personas asesinadas por ella, pero aquí estaba y no se arrepentía.
"Asquerosos bastardos." Gruñó Nicole dirigiéndose a la barra del bar y con un trapo se limpió la sangre del rostro.
La sangre no le molestaba y asesinar tampoco. La mayor parte de su tiempo la pasaba siendo 'Bastet' y ahora que ella trabajaba como 'Nicole' apenas controlaba su salvajismo.
No disfrutaba asesinar, pero tampoco le daba asco ensuciarse con la sangre y los órganos de sus enemigos.
Y si era sincera, estos bastardos lo merecían.
Nicole saltando la barra tomó una cerveza, la abrió mientras miraba por la ventana.
La luz de la Luna entraba por la ventana y desde afuera solo se podía sentir el silencio absoluto. Ella no estaba en una gran ciudad, sino que en una pequeña aldea privada en alguna parte del norte de Costa de Marfil.
Esta aldea era liderada por la mujer que antes había asesinado y ella se encargaba de vender, traficar y secuestrar personas inocentes de toda la república para venderlas al exterior.
Las mujeres eran convertidas en esclavas sexuales que eran enviadas a prostíbulos por todas partes del mundo. Las más guapas eran vendidas a personas ricas como sirvientas personales.
Los hombres también eran vendidos para esos trabajos y también como mano de obra forzada que trabajaban en áreas inhóspitas como mazmorras de cultivo peligrosas. Aquellos seres humanos que no tenían valor en esa clase de negocio eran usados como mano de obra barata hasta que eran desechados y vendidos a cualquiera que necesitara especímenes para experimentar o para rituales.
Toda esa información fue trasmitida a Nicole antes de que viniera a este sitio y le pasaron este informe porque el objetivo final era claro… Matarlos a todos.
"Estoy exhausta."
Nicole habló para sí misma.
Zerzura atacó la República de África Occidental hace varias horas durante el día y ella estuvo trabajando hasta este momento. Era la madrugada y faltaría unas horas para amanecer y ver el sol del nuevo día y ella seguía trabajando.
En este punto ella perdió la cuenta de cuantas personas había asesinado.
A diferencia de las autoridades más publicas, los trabajos que a ella le llegaban eran lo peor de lo peor y lo que se buscaba no era capturar, era asesinar y para su mala suerte la república estaba lleno de personas que merecían la muerte y la mayoría eran lunáticos que no se rendirían hasta que estuvieran en las puertas de la muerte.
De todos los que se había enfrentado, ella había aceptado la rendición de muy pocos de ellos. Este trabajo iba a estar oculto de Zerzura y no iba a estar registrado en ninguna parte, así que al final sus muertes no importaban ni siquiera como estadísticas.
Sin embargo, que estos bastardos estuvieran muertos significaban que en el futuro no podrían causar daños a Zerzura ni a las personas de estas tierras.
"Estoy perdiendo la cabeza." Murmuró Nicole al darse cuenta de lo frio e inhumano que eran sus pensamientos.
En este punto era más Bastet que la heroína Nicole… Tal idea la hizo reír, ya que Bastet no era un personaje, era simplemente otra faceta de ella.
Nicole bebió la cerveza por completo y luego la tiró al suelo y saltando de vuelta la barra se dirigió a la entrada y la abrió.
En el centro vio a cinco demonios seguidores de Melgar y bajo sus pies estaban diez criminales capturados con varias heridas en sus cuerpos.
El área era pequeña. En el centro estaba una plaza y en los alrededores se encontraban un par de edificios como este bar, la armería y un par de casas para aquellos miembros de esta organización.
Las casas estaban destruidas y varios cuerpos estaban enterrados bajo los escombros. La mitad de la armería había desaparecido, al igual que la mitad del cuerpo de un mago de rango S que yacía allí.
Tirados en esta plaza se encontraban treinta cadáveres, la mayoría de rangos B, un par de rangos A y dos rangos S.
La líder era la última rango S que quedaba y murió de manera patética al rogar por su vida.
Todo lo hizo ella, mientras que los seguidores de Melgar se encargaron de cazar a aquellos que huían.
"Elimínenlos." Ordenó Nicole en calma y viendo que los demonios se miraban entre ellos sin obedecer, preguntó. "¿O tienen órdenes para capturar algunos?"
La única razón para mantener vivos a esta clase de personas era para hacerlos firmar contratos y obligarlos a trabajar. Nicole no iba a quejarse de que criminales sean tratados de este modo y menos la escoria como los de esta organización. Era más, ella tenía esa clase de trabajadores bajo sus órdenes y no era tan hipócrita como para quejarse.
Aun así, ella no imaginaba que Melgar quisiera un par de rangos A y B que a la primera oportunidad huyeron para salvar sus vidas.
Y ella tampoco les daría el beneficio a ellos de que se unieran en su organización y no era porque no quería revelarse, sino que no estaba de humor.
"Sí. Hemos decidido dejar algunos."
Una voz vino desde el suelo y Nicole levantó la ceja al ver que la sombra se levantaba y tomaba la forma de humanoide. Era la sombra de color oscuro de Melgar y esa sombra había hablado.
"Necesitamos mantener algunas organizaciones bajo nuestro yugo. Útil para mantener la apariencia y también para controlar el bajo mundo en el futuro." Dijo la sombra de Melgar.
La voz era del demonio y si bien Nicole lo había visto antes usar esa capacidad, ella le encontraba interesante que él tuviera una sombra como un segundo cuerpo.
El rostro de Melgar tomó forma física de repente y en un segundo la sombra tomó los rasgos de Jasar el Pálido. La sombra y el cuerpo real cambiaron de posición en un instante.
"Empiecen con la limpieza. Necesitamos borrar los rastros de la batalla y de lo que sucedió." Ordenó Melgar a los demonios y mirándola a ella, señaló. "Los que te han seguido son confiables. No dirán nada."
Nicole recibió la mirada del hombre y luego, desviándose a los demonios que empezaban a guardar los cadáveres en anillos espaciales, soltó una risa.
"Gracias." Respondió Nicole.
Él le estaba diciendo que nadie sabría que la persona que causó este desastre fue ella y con el estilo tan salvaje de Bastet. Lo cual era bueno, pero Nicole se preguntaba si tenía sentido.
Aurora era quien lideraba todo y probablemente si le preguntaba a Melgar, él revelaría todo. También estaba Andrés, que controlaba las redes y era probable que él la hubiera visto hacer varias de sus tareas de limpieza.
¿Sus amigos entenderían la clase de trabajo que realizaba? Cada uno de ellos tenían sus propias maneras de pensar y habían creado sus propios códigos y sentido moral y era difícil saber lo que ellos harían cuando se enteraran de la clase de persona que ella se había convertido.
Al final, Nicole no pensó demasiado. Cada uno de ellos eran diferentes y la razón por la cual eran amigos no era que compartieran valores o códigos morales.
"Si estás cansada, ve a descansar. Nosotros seguiremos la limpieza." Dijo Melgar y mirando el cielo nocturno, agregó. "Es probable que antes del amanecer los altos mandos lleven una reunión para tratar las repercusiones y ahí probablemente tengamos que bajar el ritmo."
La misión se llamaba limpieza, no únicamente porque ellos eliminaban a las organizaciones más peligrosas del bajo mundo, sino que también luego se encargaban de limpiar todo rastro de batalla.
El objetivo era evitar que las muertes que sucedían en el bajo mundo se hicieran oficiales y de ese modo las repercusiones no serían tan altas. No era lo mismo revelar que en un conflicto bélico sucedieron bajas de jugadores y militares a que se revelara que todo el bajo mundo fue masacrado en una noche.
"Van a tener un momento complicado." Murmuró Nicole con una expresión difícil.
La dificultad y la complejidad venía del hecho de que en la actualidad el público en general no imaginaba que existieran conflictos y uno como el que había ocasionado Zerzura se convertiría en el centro de atención.
Si lo de las muertes salía a la luz, la culpa recaería en la ciudad y también en las autoridades que controlaban todo. Básicamente, la Empresa Apicius y la Iglesia del Tiempo y el Espacio serían cuestionadas y como también participó la Empresa Cosmos y la Ciudad Atlántida junto al Bosque Mágico, el asunto era grande.
El modo que se tratara las repercusiones definiría si Zerzura quedaba como los malos o buenos frente al mundo.
"Lo dudo. Los de arriba son buenos para esto y tienen los medios para solucionar las cosas." Respondió Melgar en calma revelando cierta confianza.
Nicole pensó en la Empresa Apicius, la Empresa Cosmos y luego la Iglesia del Tiempo y el Espacio. Cada uno de ellos estuvo involucrado en este ataque y si ella era sincera, los dos primeros eran influyentes y tenían medios para evitar las mayores repercusiones.
Ella suspiró. Al menos eso era lo que le gustaba creer.
******
Andrés bebió un trago de jugo energizante. Este jugo estaba hecho con frutas y energía mágica y era creado por la Empresa Apicius, quienes la distribuían como recursos para el ejército.
Y en este momento él estaba en el cuartel militar de la ciudad Accra, en el comedor, yendo por su cena… En realidad, sería su desayuno, ya que en unas horas amanecería, pero a causa del trabajo él no había cenado.
Andrés luego de tomar la bebida llevó su botella a su mesa y miró los platos preparados y sonrió al sentarse dejando salir un suspiro agotado.
Iba a comer pollo asado y el aroma despertó su apetito y a pesar del cansancio él se puso a comer.
El agotamiento mental al trabajar era excesivo y él había pasado gran parte del día sentado en una silla, informando sobre detalle de misiones y a la vez encargándose del trabajo de interceptar y manipular mensajes.
Faltaba poco para amanecer y en este momento quedaban algunos puntos de resistencia, pero el mayor desafío había pasado y él lo había superado.
Sus compañeras seguían trabajando cada una en las secciones que les había tocado y Andrés quiso volver a su trabajo. Si él era sincero, Atenea, Minerva y Luna podían realizar todo el trabajo por su cuenta sin ayuda de nadie, pero ellas también tenían mucho trabajo y las ayudas de individuos con talentos relacionados con la tecnología le brindaba apoyo en tareas que se requería presencia física o en misiones menos prioritarias.
Al menos eso le gustaba creer a Andrés, aunque la realidad era que ellas tres eran incomparables en sus capacidades.
Comiendo mientras su mente pensaba en ese tema prácticamente distrayéndose, él levantó la cabeza cuando vio a Liam entrar al comedor.
"¿Estarás ocupado en unos minutos?" Preguntó Liam y con calma, explicó. "En unos minutos tengo que participar en la reunión de los altos mandos, pero ya hice una cita para reunirme con las redes de información de la república. Tenemos que organizarnos en preparación para el futuro."
"Supongo que me quieres como remplazo para la reunión de los altos mandos." Murmuró Andrés y viendo que Liam asentía, él suspiró. "Te ayudaré."
Liam tenía su propia red de información y él estaba conectado con muchas redes en África, incluyendo a varias de la república. Ellos en el futuro se convertirían en las fuentes de información que mantendrían controlado todas estas tierras y era necesario organizarse para dividir el territorio y asegurar las lealtades.
Esa tarea era importante no solamente por el dinero y la riqueza que generarían, sino que también por la información que ellos en el futuro brindarían y que ayudaría a las autoridades a controlar tanto el bajo mundo como el mundo de los negocios.
Ellos eran mejor que extranjeros que deseaban obtener un territorio e invadían estas tierras.
"Gracias." Dijo Liam y luego se fue apurado.
Andrés terminando de comer volvió a suspirar. Todavía sin haberse recuperado de su agotamiento.
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