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65.95% The Guardian [Spanish/Español] / Chapter 647: Historia Paralela La Caída Capitulo 9: Ayuda.

Chapter 647: Historia Paralela La Caída Capitulo 9: Ayuda.

Año 2029.

En la sede de las Organizaciones de las Naciones Unidas, en la sala de conferencias el nuevo Sumo Pontífice de la Iglesia del Tiempo y el Espacio estaba dando un discurso.

Agatha que observaba con una máscara de zorro puesta que ocultaba su identidad, mantuvo su expresión indiferente al escuchar el discurso.

Se habló del dinero que se donaría y se utilizaría para apoyar a las víctimas provocadas por la máquina de Terra nova resarciendo el daño y a la vez, comunicó sobre la fundación de la Iglesia como una organización internacional.

Estaban en marzo del año 2029 y desde que Víctor le había dado la advertencia, ella se movió para oficializar la iglesia.

Utilizar un organismo como era la ONU fue lo ideal y más cuando ella deseaba que la iglesia tuviera jurisdicción mundial y lo consiguieron con facilidad.

¿Qué idiota burócrata trataría que negarle identidad a la Iglesia del Dios del Tiempo y el Espacio cuando el Dios era real?

"Estamos en el comienzo del cambio. Uno que cambiara nuestros paradigmas de la realidad y nos llevara a que nos adaptemos a las nuevas realidades que se nos presentan, Sin embargo, prevaleceremos." Declaró Abraham y poniéndose su mano en el pecho, anunció. "¡Tenemos a nuestro Dios de nuestro lado y superaremos el 'Gran Cataclismo'!"

El espacio se retorció alrededor de ese hombre, provocando que los periodistas y fotógrafos actuaran, tratando de captar esa imagen que quedaría grabada en el tiempo.

Dios estaba a su lado… Tal idea era suficiente para traer calma a aquellos que lo necesitaban y que miraban el anuncio.

A la vez, le abría una puerta para hacer lo que desearan y Agatha tenía demasiadas tareas de las cuales preocuparse.

La iglesia necesitaba paladines entrenados y si bien podía emplear a jugadores, era necesario verificar su estado mental y su pasado, para encargarse de que no fueran lunáticos.

Y esos últimamente estaban apareciendo con mayor frecuencia, desde el primer ritual que fue detenido por ella.

Sin revelar nada en su expresión, cubierta por una máscara de zorro, pudo observar como Fiona Brousseau se acercaba.

"Cardenal Brousseau. ¿Qué han dicho los corresponsales de la ONU?" Preguntó Agatha con calma.

"Por favor, no me llame Cardenal." Respondió la mujer y…

"Ese es tu rango. Toda organización debe tener una jerarquía y más cuando tienen un trabajo administrativo." Precisó Agatha y de forma indiferente, añadió. "Nosotros somos iguales."

Ella y su esposo no eran 'Cardenales', aun así, tenían altas posiciones en esta nueva organización y ambos se encargaban de diferentes tareas.

Su esposo era quien se estaba encargando de ser la 'espada' de la iglesia y a la vez quien entrenaba a los nuevos paladines.

En cuanto a ella, Agatha pensaba que tomó el trabajo de ser el escudo, un escudo que servía para protegerse de los temas más ocultos y que golpeaba en silencio a sus enemigos.

"Ha ido bien. Han mostrado un gran deseo de cooperar y más desde que sus miembros han sido atacados y asesinados." Respondió Fiona suspirando sin rechazar el título y tras un momento, comentó. "Creo que el mundo necesita una fuerza que se encargue de ayudar y más cuando tantas naciones necesitan ayuda."

Y esa fuerza iba a ser las Naciones Unidas, quienes estaban preparando una fuerza conjunta para encargarse de los males que impregnaban las naciones miembros.

Una fuerza que estaba imponiendo leyes internacionales en busca de suprimir a los usuarios de habilidades y regularlos a un nivel que estaba cerca del control.

"Le está yendo bastante mal. Si vemos el exterior." Dijo Agatha sin mostrar su expresión.

Tal organización estaba influenciada por diversos intereses y a la vez por los gobiernos que temían perder el poder y el control.

Un estado que no podía imponer sus objetivos por medios coactivos, era un estado vacío, carente de la fuerza para mantenerse.

Los gobiernos estaban buscando imponer orden, leyes y regulaciones para los usuarios de habilidades y gremios de jugadores, que consideraban tales leyes como injustas.

Tales leyes eran apoyadas por la mayoría que no eran usuarios de habilidades, quienes estaban empezando a sufrir por algunos usuarios de habilidades.

La tasa de crímenes durante el año anterior y a principios de este año aumentó en números astronómicos y la mayoría era causada por jugadores.

Era normal que las personas desearan leyes, el problema era lo que sucedería cuando los jugadores no la aceptaran.

"Es complicado." Respondió Fiona en voz baja.

¿Inclinarse al lado de los jugadores y los usuarios de habilidades o de los terrícolas normales que representaban la mayoría de los votos? Para los gobiernos, la política era simple.

Y en este momento, en el exterior de este lugar estaba una protesta de usuarios de habilidades y sus partidarios, que buscaban más libertad y 'derechos'.

"Y lo será aún más." Dijo Agatha y sin responder, ordenó. "No podemos ofrecer apoyo a las naciones unidas y actuaremos con nuestras propias fuerzas."

Que las Naciones Unidas aceptaran la iglesia era un movimiento político.

Por un lado, dejaban en evidencia que estaban del lado de un Primordial y, por otro lado, era un pedido por ayuda.

Los asesinatos a miembros de esa organización estaban aumentando y en este punto, estuvo claro que alguien estaba apuntando en contra de ellos.

Y Agatha lo dejó estar.

La ONU buscaba convertirse en una organización que respondiera a las problemáticas actuales y la iglesia era la misma y si bien en la actualidad cooperaban, era complicado saber que sucedería en el futuro.

Una situación normal, cuando las influencias que gobernaban esa organización no eran tan puras como cuando fue creada.

"Me encargaré de escoltar al Sumo Pontífice, sigue con tu duro trabajo." Añadió Agatha acercándose a Abraham, que había terminado su discurso.

A diferencia de Abraham y Fiona, sus intenciones tampoco eran tan puras y la única diferencia, era que había asuntos más grandes sucediendo en el mundo.

"¿Quiere ir a saludar al exterior?" Preguntó Agatha y viendo ese hombre asentía, ella lo guio con calma.

Al salir del edificio, se encontró a los policías creando una barrera y al igual que algunos nuevos paladines en la zona, asegurando el área.

"¡Libertad a los usuarios de habilidades!"

"¡Somos quienes están al frente de la batalla necesitamos beneficios no limitaciones!"

"No hemos convertido en la siguiente línea evolutiva. ¡Nosotros somos los nuevos humanos!"

Desde la libertad a la hora de negarse a ser registrado por las autoridades, a los beneficios para aquellos que se encargaban de luchar en contra de las criaturas y monstruos, hasta la superioridad que algunos usuarios de habilidades pregonaban.

Tal manifestación era una amalgama de demasiadas razones y estaba desunida, pareciendo una muchedumbre que únicamente se quejaba.

Si bien algunos de sus pedidos eran acertados y Agatha concordaba, al manifestarse en masas con otros, sus objetivos se desvirtuaron.

De cierta forma, era probable que aquellos que deseaban desprestigiar tales pedidos, se encargaran de convertir la manifestación en este sin sentido.

Al menos, eso haría ella si estuviera en la posición de poder y por los periodistas que grababan tal escena descontrolada, fue evidente que tal desorden llegaría a todo el mundo.

"La situación parece compleja, señor." Dijo el jefe de la policía y dudando un momento, añadió. "Qué tal si se retiran y…"

"¡Muerte a los opresores!"

"¡Abajo los creyentes del Dios indiferente!"

"¡Legalícenla!"

Tres gritos aparecieron entre la multitud y esos individuos superaron la seguridad, empujando a los policías que fueron sorprendidos y se movieron.

El primero fue a la entrada del edificio, el segundo fue directamente a ellos y el tercero empezó flotar al edificio, buscando el tercer o cuarto piso.

Fue tan repentino y la mayor sorpresa, fue que los dos primeros tenían chalecos llenos de bombas atados a su cuerpo y…

*BOOM*

*BOOM*

Se inmolaron ellos mismos, sin embargo, la explosión se congeló a centímetros de donde había comenzado, únicamente destruyendo el cuerpo.

Abraham se había movido para detener a ambos individuos y el tercero que estaba volando, cayó al suelo cuando Agatha utilizó su magia de aire.

Para tener un artefacto de vuelo, ella pudo sentir como si ese enemigo ni siquiera se hubiera resistido a ella… O no pudiera.

"…"

El silencio se extendió cuando las explosiones fueron borradas de la realidad como si no hubiera sucedido nada y Abraham soltó un suspiro agotado.

"¡Seguridad! ¡Encárguense del área!" Ordenó Agatha con una expresión solemne.

Un ataque terrorista.

En este punto del año era difícil definirlo como repentino y más cuando Agatha, creyó que era el comienzo de una cadena de estos ataques.

El problema principal eran las fuentes y los objetivos.

Si uno era para eliminar a los 'opresores' que en este caso era las Naciones Unidas y el otro era para la 'iglesia' y el 'Primordial' que causó tantos daños… ¿Qué significaba legalizarla?

******

Entrando al sótano de su residencia, Agatha se acercó al sofá en donde estaba su nuera.

"¿Y cómo fue hoy?" Preguntó la pequeña y señalando las historietas a su lado, informó. "Me he quedado aquí todo el día, tengo pruebas."

Ni siquiera la había acusado de algo y ella estaba dando sus pruebas.

La expresión de Agatha tembló sin saber cómo responder o que decir en este momento.

Todavía seguía pensando en aquel terrorista que gritó 'legalícenla' y la forma que ella pudo detenerlo, con una facilidad espectacular.

"La popularidad de la iglesia al detener a terrorista aumentó bastante hoy." Comunicó Agatha al sentarse en el sofá.

"Felicidades." Respondió Jezabel con una sonrisa 'honesta'.

Un aumentó de popularidad bien recibida, era sin duda algo bueno y más cuando la iglesia necesitaba mostrar una imagen de confianza.

Sin embargo, era demasiado bueno y el momento perfecto para ellos… Dando el sentimiento de que estuvo preparado.

Ambas se quedaron en silencio durante unos segundos y…

"¿Al menos tienes un guion para leer? No me gustaría dar mal mi actuación." Dijo Agatha tomando una botella de jugo para beber.

Fue un perfecto espectáculo de heroísmo que aumentó la popularidad de la iglesia en el mundo.

Cámaras, público, grabaciones y una muestra de poder absoluta que presentaba a la iglesia en su totalidad.

"No hay guion. Es como la vida misma, se improvisa." Respondió Jezabel dando una sonrisa inocente y 'tierna'.

O lo que la persona que probablemente movió los hilos para provocar ataques terroristas podía mostrarse como 'tierna'.

"Karzhal sabría apreciar mi ternura." Gruñó la pequeña y antes de volver a leer, sonrió y reveló. "Frederick Crawford tal vez se comunique con la iglesia. Su pobre y lunática hija está muriendo y ese hombre quiere salvarla."

¿Su hijo apreciaría la 'ternura' que mostraba un 'diablo'? Si no fuera porque cada vez la estaba conociendo más, Agatha podría dejarse engañar por esa falsa ternura y 'lindura'.

Su 'revelación' era una prueba, de que no tenía nada de eso.

"¿Entonces, que deseas que haga?" Preguntó Agatha con un tono plano.

No se dejaba engañar por las expresiones y la actuación que su nuera daba, pero tampoco iba a negar la eficacia de su forma de ayudar.

Ya fuera si fue esa pequeña la que estaba moviendo los hilos de lo que estaba por venir, o ella supiera de la situación y se estaba aprovechando de los planes de otros para divertirse, no importaba.

Después de todo la estaba ayudando con la formación de la iglesia y era normal que ella le devolviera la ayuda.

"Eres una miembro de la iglesia de Aión. Si bien no puedes retroceder el tiempo, porque ella morirá, puedes guiarla a su siguiente vida, mejorando su 'destino'. Después de todo, Aión es conocido como Dios del Destino." Respondió Jezabel como si fuera obvio y sonriendo, añadió. "Me pregunto, que sucederá cuando Karzhal conozca a su fan."

La pequeña se rio, esta vez mostrando una sincera sonrisa muy emocionada ante la idea y sus propios planes.

¿Estaba guiando a alguien al espectáculo que deseaba crear para la persona que amaba? Al menos, no estaba raptando a nadie y era probable que esa joven que la visitó antes, lo aceptara voluntariamente.

Aunque de cierto modo si raptaba personas, no era como si alguien pudiera detenerla.


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