El fuego se extendió entre los árboles, quemando las hojas, y eliminando un grupo de bestias salvajes que trataban de moverse.
Cuando el fuego disminuyó César saltó en alto, afirmándose en un árbol y viendo como las bestias se movían entre los árboles, su expresión cambio.
Eran demasiados para poder describirlas a todas y cada una de ellas mostraban miedo, terror y salvajismo mientras trataba de moverse en dirección al gran árbol.
*Boom*
César utilizando su tamaño real de cinco metros de alto, forzó al árbol para que cayera aplastando algunas criaturas.
La nube de polvo se elevó y César tomando el gran tronco del árbol lo lanzó hacia adelante, volviendo a derribar otros árboles y golpeando a otras criaturas.
¿A qué hora empezaron la defensa?
¿Fue hace media o una hora? Tal vez un poco más, pero César lo sintió como si estuviera luchando durante más tiempo.
Todos los seres vivos sentían el miedo instintivo que daba el agujero negro que estaba en el cielo como si estuviera destruyendo todo, pero también era capaz de sentir la presencia del gran árbol.
Poderoso y dominante, la naturaleza pura en su máximo esplendor, pero en lo muy profundo había debilidad, que crecía a cada segundo mientras su presencia poderosa disminuía.
¿Por qué las criaturas estaban viniendo hacia aquí, moviéndose de forma salvaje?
¿Era por miedo instintivo? ¿Sentían la debilidad del gran árbol y deseaban obtener algo de sus restos como bestias carroñeras? ¿Comprendían que era la Guardiana quien ocultaba la presencia del portal y su salvación? ¿O creían que era ella quien estaba trayendo la destrucción?
César todavía no podía encontrar la respuesta, pero tenía algo en claro… Las bestias no paraban de llegar.
*BOOM*
"¡GRAAA!"
Saltando de vuelta a un árbol y luego a la tierra mientras soltaba un gruñido, aplastó a un par de bestias cangrejos y con sus puños liberó potentes golpes de fuego que se extendieron para todas partes.
Su deber era evitar que las criaturas se acercaran al gran árbol y más importante que todo, que no pudieran interrumpir lo que sea que Alice estuviera llevando a cabo.
Esta clase de procesos eran necesario total calma tanto para la Guardiana cuyo cuerpo era un gigantesco árbol como para Alice que seguía trabajando con esa entidad.
Y César en vez de preguntarse las complejidades de la situación, hizo lo mejor que pudo para luchar… Durante una hora entera hasta que su resistencia empezó a agotarse.
"Qué demonios…" Gruñendo con salvajismo al subirse a otro árbol, pudo ver que más y más bestias a lo lejos venían.
La situación parecía similar a las 'hordas' creadas por bestias que huían a causa de peligros mayores y eso significaba que si bien ellas no luchaban entre sí, enfrentaban todo lo que estuviera a su paso.
Apretando sus puños mientras dejaba que las heridas acumuladas se curaran, César soltó un gruñido bajo.
"Pido apoyo en mi zona." Murmuró César por el sistema de comunicación.
El terreno era demasiado grande para cubrirlo todos de inmediato y a pesar de que él se movía por todas partes, tratando de cubrir la zona que le fue designada fue imposible hacerlo.
Y en vez de arriesgarse al continuar luchando dio su pedido de refuerzo mientras estaba agotado.
*BOOM*
Desde lejos una bola de fuego se acercó viajando a gran velocidad, cayendo al frente de él y revelando a Alba, quien rugió con furia.
Su fuego se extendió cubriendo a las bestias, quienes, en vez de huir, se movieron para atacarla sin contenerse.
Ni siquiera eran monstruos, pero actuaban como unos… César solo sintió pena por ellos cuando vio que Alba liberó un poderoso aliento de fuego.
Quemando más de trescientos metros a sus alrededores, los árboles se empezaron a quemar, cayendo mientras que los más cercanos se convertían en carbón y luego en cenizas.
Entonces Alba volvió a flotar en el aire y reuniendo todo el fuego en su boca, empezó a crear una gigantesca bola de fuego que envió hacia adelante y…
*BOOM*
La explosión fue tan enorme e intensa que la fuerza expansiva llegó hasta César que estaba a cientos de metros.
"No te arriesgues. Y si quieres tomar un descanso, llama a los drones o pide que un Zarquiano te cubra." Dijo Alba antes de convertirse en una bola de fuego y retirarse a lo lejos.
Recién estaban en la primera línea de defensa que era la parte más externa del bosque que rodeaba el gran árbol, así que era innecesario arriesgarse y más cuando recién comenzaban.
******
Una silueta negra se movió entre los árboles y de repente, tomó la forma de Melgar, quien había cambiado de posición con su sombra.
En silencio arriba de una rama, Melgar vio a su objetivo y atacó.
Una criatura parecida a los 'Escuderos' estaba moviéndose entre las otras bestias y antes de que se diera cuenta, tuvo su ojo atravesado por la daga de Melgar.
"GRAA…"
Cuando esa bestia gruñó de dolor, abriendo su gigantesca boca, Melgar lanzó una esfera que la bestia tragó de forma directa al ser sorprendido y él se retiró volando.
Las lanzas de tierra que esa criatura lanzaba vinieron y…
*Boom*
Pudo escuchar una explosión y cuando se giró vio a la bestia vomitando sangre mientras caía al suelo.
"Los humanos son aterradores." Murmuró Melgar desapareciendo vuelta, mientras se movía buscando a su siguiente objetivo.
Protegiendo el campamento alrededor del Gran Árbol estaban diez Zarquianos y todos los miembros de la expedición exceptuando Abdellah, quien estaba protegiendo el portal con los otros cinco Zarquianos y el Gran Sacerdote Yulong.
Defender al Gran Árbol y evitar que nadie interrumpiera lo que fuera que Alice estaba haciendo era prioritario, pero era necesario proteger el portal y evitar cualquier percance.
Por tal razón se envió al Gran Sacerdote Yulong, queriendo dejar un rango SS, como la última defensa en el portal.
Sin embargo, incluso si tenía menos gente, no estaban solos y él volvió a cambiar de posición con su sombra.
*BOOM*
*Boom*
*BOOOM*
Cerca de treinta drones se combinaron conformando un gigantesco dron de guerra con múltiples cañones láseres que empezaron a extender estelas rojas por la zona, llevando a que la tierra al frente de ellos explotara.
Las bestias y criaturas salvajes, fueron despedazadas, cortadas y destrozadas por los láseres y las posteriores explosiones que se creaban.
Incluso algunos rangos S que se dejaban llevar por la atmosfera, no pudieron soportar los láseres concentrados de esa gigantesca máquina de guerra voladora.
Fueron humanos lo que crearon esas armas al igual que su bomba que le había lanzado al enemigo que antes había eliminado y la expedición tenía una gran cantidad de suministro de ese tipo.
Seguramente sus suministros eran más altos que cualquier otro portal y la razón era las hermanas que vinieron a este lugar… Melgar comprendía que las vidas de esas hermanas eran sumamente importantes para Zerzura y para la Empresa Apicius.
"Advertencia. Inestabilidad espacial…"
La voz de advertencia de su IA vino de repente y Melgar que estaba observando la defensa de los drones, recuperando su aliento, pudo ver que una grieta se formaba en el cielo y dejaba caer gigantescos trozos de piedra dividida.
¿Los poderosos ataques del dron debilitaron el espacio? ¿O fue que la Guardiana se debilitaba cada vez más?
Fuera como fuese, Melgar había visto dos de estas grietas aparecer en la última hora y esta vez fue en lo alto del dron, que trató separarse.
"Descansa en paz." Murmuró Melgar al retirarse lo suficiente para que no recibiera daño.
El dron trató de huir, pero las rocas empezaron a caer por la zona, aplastando las bestias que estaban en el suelo, destruyendo los árboles y llevando a que el dron explotara en su totalidad.
La velocidad con la cual apareció la grieta y la forma que dejo caer esos trozos de piedra destruida dejaba ver que la Guardiana era la que se encargaba de retrasar el tiempo para que los seres vivos pudieran huir.
Una vez que la Guardiana no estuviera presente… Melgar en vez de pensar eso, cambio de posición con su sombra y se dirigió a donde escuchaba ruido.
Zixin estaba luchando con una bestia similar a una araña solo que con diez piernas y dos hoces como manos.
Ocultándose entre los árboles, esa bestia de rango S, se enfrentó al gran zarquiano que manejaban dos espadas de dos manos, solo que con una mano cada uno.
Espadas de hueso que al balancearse creaban unas fuertes ondas expansivas, que impedían que su oponente se moviera de forma descuidada.
Si la araña monstruosa era golpeada con una de esas espadas, era posible que le rompiera las patas o creara un gran daño y Zixin no solo balanceaba sus espadas de forma aleatoria, sino que buscando presionar a su enemigo.
Aprovechándose de su sigilo para moverse, Melgar se posicionó a espalda de la bestia, justo en su trasero redondo.
—Te daré una oportunidad. —Avisó Melgar por la red telepática, que Zixin estaba usando.
La respuesta de ese guerrero fue preparar sus espadas mientras su cola se balanceaba y al ver que estaba listo, Melgar se movió.
"Gghhh…"
Cargando con fuerza y velocidad, cortó con su daga una de las patas traseras, luego se movió a otra y tras cortar dos de forma seguida, saltó a un costado de la bestia, creando unas plataformas a sus pies y realizó un giro para caer en la espalda de esa extraña araña.
"¡Ggghh!"
Clavando sus dagas en la espalda de la criatura, Melgar abrió sus ojos cuando vio que las patas de la araña se doblaban para atacarlo a pesar de que él estaba a su espalda.
¡Era una verdadera araña alienígena!
"¡HAAA!"
Utilizando parpadeo para evitar esas patas, pudo ver que Zixin golpeaba la cabeza de la criatura con sus dos espadas al mismo tiempo.
La fuerza intensa llevó a que el corte fuera más destructivo de lo que había imaginado y la bestia cayó al suelo cuando parte de su cabeza y la parte trasera fue convertida en una masa de carne.
Viendo que el guerrero le asentía, Melgar se dio cuenta de que la comunicación se activaba.
—Se ha avistado otra oleada más. Nos retiraremos hacia atrás. —Avisó Aurora por la red de comunicación global.
Para Melgar no fue extraño que otra oleada llegara, ya que con cada hora que pasaba, la presencia de la Guardiana se debilitaba y, por otra parte, el sentimiento de miedo del agujero se extendía.
Era el sentimiento de muerte y fin, que cualquier ser vivo podría identificar y que llevaba a que las bestias más tontas se volvieran agresivas por el miedo.
Incluso la bestia más pacífica podía ser agresiva si era acorralada y todo ser vivo de este mundo, pronto sentiría esa sensación.
"Tomaré un descanso antes de que la noche llegue…" Murmuró Melgar de forma inevitable.
En realidad, cazar bestias de rango S por su cuenta, era su forma de descansar, no obstante, cuando pensaba en lo que vendría, entendía que debía tomarse un descanso real.
Según Alice el proceso llevaría un día entero y el problema era que el 'día entero' en este mundo rondaba cerca de cuarenta horas en total.
Suspirando para sí mismo, se volvió a mover.
Tantas batallas constantes lo hicieron sentir como si estuviera en su viejo mundo demoniaco y eso le trajo cierta nostalgia… Y deseo de soltarse como los viejos tiempos.
******
Cortando la pata de una criatura parecida a un escorpión gigante, Aurora esquivó la cola punzante y se giró realizando un corte con su aura roja.
El aura roja no solo se extendió al escorpión alienígena, sino que algunas bestias parecidas medusas, que flotaban en el aire.
"Hhh…"
Solo que el escorpión alienígena que en vez de tener pinzas tenía tentáculos de los brazos, fue quien salió más dañado cuando los tentáculos cayeron al suelo.
Sabiendo que era su oportunidad, Aurora pisó el suelo con fuerza y tomando su espada con sus dos manos la balanceó hacia arriba.
"…"
Su corte incoloro dividió su visión y como los tentáculos que el escorpión utilizaba como pinzas fueron cortados, la cabeza de esa criatura quedo descubierta y fue dividida con su corte.
"Mierda."
Sin darle tiempo para reaccionar las medusas voladoras soltaron una ronda de relámpagos que golpearon su barrera y pasaron por su cuerpo, haciendo que Aurora apretara los dientes de dolor.
Su cuerpo de rango S era resistente y a pesar de que estuvo luchando con un grupo de esas bestias durante más de dos horas, no se acostumbraba al dolor.
Cuando levantó su barrera celeste, pudo ver una ronda de flechas de tierra volar por el aire, golpeando a la mayoría de las medusas.
Un sacerdote zarquiano la había ayudado.
"Gracias…" Murmuró Aurora tirándose a un árbol, sintiendo su cuerpo dolorido y su corazón latiendo con fuerza.
Estaba anocheciendo, pero esas criaturas continuaban cada vez con mayor fervor mientras la Guardiana se debilitaba más y más.
Incluso si empezaban a retirarse para conformar un círculo más apretado alrededor del árbol, era imposible mantener el mismo nivel de batalla durante horas enteras.
Haciéndole una señal para que el zarquiano se adelantara por su cuenta, Aurora solo se afirmó.
Amnestria que le gustaba recrear bestias con su magia de oscuridad ayudaba, Alba que era destructiva por naturaleza y los drones, armaduras de poder y prácticamente todo lo que manejaba Minerva, era muy útil.
Aun así, era imposible proteger todo un árbol cuyo ancho rondaba mil metros.
"Alice sería buena para esta clase de misión…" Murmuró Aurora y sin evitarlo se rio.
Su hermana seguía dentro del árbol y según lo que la Sumo Sacerdotisa Xaali le informaba, el ritual seguía activo.
¿Qué era lo que estaba haciendo esa glotona? Conociéndola seguramente estaría comiendo algo mientras trabajaba en lo que fuera que estuviera haciendo.
Independiente del trabajo, era imposible negar que lo que estaba haciendo funcionaba.
El gran agujero arriba estaba tragando las gigantescas raíces que seguían protegiendo este mundo, destruyéndolas pedazos a pedazo y la presencia de la Guardiana se retraía tal como se había planeado.
El número de grietas aumentó y varias aparecieron tragando o escupiendo cosas durante las últimas horas.
No obstante, era innegable que Alice era ideal para misiones tipo 'control de plaga' en donde solo debía masacrar todo a su paso.
Levantándose viendo que la noche ya estaba sobre ellos y la luna iluminaba los alrededores, Aurora se dio cuenta de que los efectos de sol y luna, eran mantenidos por la Guardiana.
¿Tal vez redirigía la luz del sol de alguna parte? ¿O imitaba los efectos como los dioses del segundo portal que conformaron la luna?
Para Aurora cualquier asunto que estuviera en el espacio no tenía sentido y menos aún cuando la magia, los dioses o cualquier individuo de gran poder estuviera involucrado.
"¡Se han detectado múltiples señales repentinas! Parecen moverse espacialmente. ¡Algunas se dirigen a ti!"
Todos los pensamientos extraños que pasaron por su mente desaparecieron cuando la voz de Minerva le advirtió bastante alarmada.
Aurora proyectó el mapa de los radares y entre los incontables puntos rojos que rodeaban el gran árbol, se acercaban puntos rojos que parecían 'saltar' de un lugar a otro.
A su posición se dirigía varios de esos enemigos y ella sin dudarlo parpadeó hacia adelante y luego lo hizo otra vez.
El zarquiano era quien estaba más delante de ella.
Su visión cambió múltiples veces, pero el espacio estaba inestable lo suficiente como para que su parpadeo solo la llevara a unos veinte metros y ella tuvo que pisar el suelo y cargar con velocidad.
Sentía una mala premonición y cuando alcanzó ver al Zarquiano pudo sentirla de forma directa.
"…"
El Zarquiano que la había acompañado durante un par de horas y le había apoyado en la defensa de esa zona, fue atravesado en el abdomen por las garras del Kaniatha jefe.
Como un rango S, el zarquiano había levantado múltiples defensas de tierra a su alrededor, pero su oponente era un maldito rango SS que era capaz de aparecer de la nada con su magia espacial y lo hizo.
Sin darle tiempo para atacar, Aurora pudo sentir que el espacio se distorsionaba y ella saltó hacia atrás, esquivando las garras que cortaron el espacio al frente de ella.
"Uggg…"
Esa criatura al fallar, se giró balanceando su cola que la golpeó en el estómago y la envió a volar.
El dolor intenso vino de inmediato y Aurora pudo sentir de inmediato que una costilla se había roto con el golpe, pero al girar por el aire, cayó de pie y volvió a esquivar las garras.
Una maldita criatura de rango SS, que utilizaba magia espacial para moverse, garras afiladas y mortales, junto a una cola que utilizaba para golpear.
Golpes rápidos, veloces y ágiles, combinados con una fuerza natural mayor y una astucia junto a un salvajismo innato.
Aurora utilizó su fuerza y resistencia que su concepto de luchadora le brindaba, empujando toda su ira al ser presionada de forma constante, tratando de alcanzar el límite que su cuerpo era capaz de lograr.
Los ojos bestiales de esa criatura, la observaron cada vez más irritada a causa de su esquiva oponente y Aurora se mantuvo, apretando los dientes mientras esquivaba.
Dejando que su concepto alimentara su cuerpo, sin perderse en dudas que ahora resultaban inútiles y manteniendo su espada en alto, desviando las garras, sin tomar la fuerza de forma directa.
"GRR…"
Y cuando la bestia rugió con ira, Aurora explotó toda la velocidad de inmediato y se movió detrás de la criatura, cortando la cola con su aura roja.
Su espada alcanzó la mitad de la cola y ella parpadeó hacia atrás, tan solo para utilizar su aura celeste para protegerse.
"¡GRaaA!"
La bestia que la había seguido con magia espacial rugió enfurecida cuando sus garras golpearon la barrera endurecida con toda la capacidad que podía lograr en este momento y fue repelido, retrocediendo.
Fue el momento que Aurora esperaba y ella balanceó su espada con toda su fuerza utilizando su aura incolora.
Todas sus emociones fueron tragadas por su espada incolora, buscando destruir todo lo que estuviera a su paso y su visión fue dividida por la mitad.
La bestia que estaba en mala posición tomó el golpe con su estómago y pecho, llevando a que la sangre saliera a causa del profundo corte.
"Ughhh…"
Eso fue todo… Aurora parpadeó para tomar distancia, pero su oponente la siguió y ella tuvo que soportar otro golpe de garras con su espada.
Estaba utilizando sus dos manos, afirmándose perfectamente en el suelo, para evitar recibir toda la fuerza de forma directa, pero incluso de esa forma sintió que sus muñecas dolían de forma intensa.
Sin embargo, al igual que ella no podía dañar a esa bestia, Aurora tampoco iba a caer fácilmente.
A diferencia del General McLean que era impredecible con el aura de su lanza ilusoria, o como su anciana maestra cuya fuerza y resistencia eran inhumanas e incluso con su anciano maestro que era capaz de utilizar técnicas de toda clase, esta criatura era un oponente de menor escala.
Y el único problema fue su cola, que volvió a utilizar girándose, creyendo que estaba vez la iba a golpear otra vez, pero Aurora justo en el mismo momento saltó en el aire y en el mismo aire, realizó un corte con su aura roja, que alcanzó el mismo lugar en donde antes había golpeado.
"¡GRAAAA!"
La cola cayó al suelo cuando no se pudo regenerar la poca carne que la mantenía unida y la bestia soltó un furioso rugido más que dolorido, parecía enojado, permitiéndole que ella retrocediera un poco.
"Te volverá a crecer, ¿cierto?" Preguntó Aurora utilizando el artefacto para que la otra parte entendiera lo que decía.
Lo estaba usando como un pequeño arete, así que no tuvo que concentrarse tanto para usarlo y centró toda su atención a la bestia que se estaba enfureciendo.
No hizo la pregunta tan solo para bromear, lo hizo de forma burlona mientras que utilizaba su aura para dar un sentimiento de poderío, buscando que la otra parte se enojara.
Y lo hizo.
"¡GRAA!"
Atacándola con todas sus fuerzas, la bestia fue más rápida y destructiva, pero a la vez fue más bestial y eso significó que ella pudo captar los movimientos.
Perderse por la ira podía ser un arma si era usada de forma hábil, pero aquí solo convirtió a la bestia en alguien fácil de predecir.
Esquivando una y otra vez, con toda su concentración en su oponente, esperando su momento pudo sentir de repente como una onda se extendía.
"¡GRAAA!"
El rugido vino de repente, y la bestia rugió con furia mientras se detenía moviéndose con su magia espacial lejos.
La onda vino del árbol y dejaba ver que la Guardiana seguía consciente y le prestó una mano.
Utilizó un método similar a la primera vez que se encontraron con los Kaniatha y Aurora en vez de seguirlo se movió a donde había caído el Zarquiano y solo vio su cuerpo con la cintura destruida dejando salir todas las tripas del interior.
Había muerto con el primer golpe.
"¿La situación?" Preguntó Aurora a su reloj holográfico.
Pudo ver por la noche que una gigantesca bola de fuego se movía por el extremo del bosque, dejando ver que Alba estaba destruyendo todo a su paso y era posible que Amnestria en la sección que le toco estuviera haciendo lo mismo.
Solo el rango SS vino a por ella, pero no era el único que había visto moverse por el radar.
"Tres Zarquianos muertos siendo tratados por la Sumo Sacerdotisa Xaali. Varios heridos de gravedad entre ellos César y Zrag que fueron emboscados y atravesados por varias lanzas. Ahora han sido estabilizados." Respondió Minerva mientras drones flotaban en su dirección.
Los puntos de ataque no solo vinieron a su posición, sino que desde todas direcciones entre medio de los monstruos y si bien fueron avisados, una emboscada en esta situación fue un golpe duro.
Minerva proyectó la imagen de César atravesado por un par de lanzas en su espalda y muslos, ese gorila gruñía mientras unos sacerdotes lo curaban y luego Zrag, cuya expresión era fría mientras curaban su brazo despedazado por una boca de alguna criatura.
A pesar de que Minerva advirtió, todo sucedió demasiado rápido y estos enemigos a pesar de tener salvajismo eran más inteligentes y astutos que las bestias que llegaban en oleadas.
Aurora vio como un par de drones creaban una barrera alrededor del cuerpo del Zarquiano y se retiraban a donde estaba la Sumo Sacerdotisa Xaali que, por las cámaras del campamento, dejaba ver una expresión cansada.
Esa sacerdotisa era la última defensa no solo para revivir, sino que era capaz de rezar a su dios para proteger a todo el árbol.
Que pudiera revivir personas era impresionante, pero Aurora sabía que no podría mantenerse por siempre de esa forma.
Las heridas podían ser tratados por la magia de algunos sacerdotes, pero la muerte era algo que solo era tratado por la Sumo Sacerdotisa Xaali y debía pagar un precio por usar tal poder.
"Mierda…" Maldiciendo mientras escupía sangre, ella dio una mirada al dron que la trataba de curar con un hechizo.
La adrenalina la hizo olvidar que una costilla se había roto y ahora el dolor volvió mientras su cuerpo se curaba, dejando salir la sangre de sus órganos dañados.
Quedándose en silencio mirando los cadáveres de los monstruos y leyendo el informe de los heridos en esta emboscada, Aurora dio una expresión fría.
Una cosa era protegerse en contra de oleadas de bestias que atacaban todas al mismo tiempo y que eran fáciles de derribar con planes determinados y otra era defenderse de criaturas inteligentes que eran capaces de emboscarlos y atacarlos en conjunto.
La primera podían soportarlo a pesar de las heridas, pero el segundo era cuestión muy diferente y estuvo claro que, si el Kaniatha de rango SS hubiera atacado a otro rango S, podría haber terminado como este zarquiano.
Tampoco podían seguir presionando a la Sumo Sacerdotisa Xaali, ya que esa mujer si alcanzaba su límite, seguramente utilizaría el poder de su dios para ir más lejos, envejeciendo y volviendo a rejuvenecer, para recuperar estabilidad.
Nadie de la iglesia hablaba de lo que significaba utilizar el poder de sus dioses, y muy pocas personas controlaban el 'tiempo', aun así, lo que utilizaban era el poder de un Dios Primordial.
Estaba claro que habría cargas y consecuencias que, si bien podrían tratar de subsanarse con el tiempo, ahora defender solo era la primera parte de su misión y todavía faltaba moverse al portal.
"Minerva encárgate de rastrear y seguir a los Kaniatha que huyen. La prioridad es conocer su base." Dijo Aurora con una voz solemne.
Necesitaba eliminar esta nueva variable que había aparecido y era necesario hacerlo rápido y en silencio.
Hubo un silencio durante unos segundos y tras un momento el reloj holográfico brilló.
"Comprendo. Melgar se ha ofrecido para cumplir la misión de seguimiento." Respondió Minerva con su típica voz robótica.
Le estaban dando bastante trabajo a Minerva tanto para proteger el campamento del árbol, así como mantener un ojo en el portal, aunque en este último lugar no solo estaba el Gran Sacerdote Yulong, su gente y Abdellah, sino que también Kairos.
La conexión era más estable en ese lugar, así que estaba ofreciendo una mano.
"Bien, solo dile que tenga cuidado." Respondió Aurora sin ocultar su seriedad y a la vez el alivio de tener compañeros capaces.
Melgar con su sombra iba a ser bastante bueno para perseguir a los Kaniatha y debido a sus capacidades podría pasar desapercibido de un rango SS mientras se moviera con cuidado.
Viendo que la noche estaba llegando, Aurora solo volvió a mover.
Todavía había demasiado trabajo para hacer.
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