Conduciendo el auto Aurora observó de reojo el nuevo mensaje que acababa de llegar.
"¡El grupo acaba de ganar!" –EricaTheIceMage.
Leyendo el mensaje de Érica, Aurora dio una sonrisa y le pidió a la IA de su reloj holográfico nuevo que enviara una respuesta.
"¡Felicidades!" –TheSimplicityOfLife
Su respuesta fue enviada y al momento siguiente empezaron a llegar los mensajes de 'gracias'.
"Al parecer Nicole la tuvo difícil." Murmuró Cithrel y al ver algunas imágenes, comentó con un tono divertido. "Pero terminó bastante bien."
Aurora cuando se detuvo en el semáforo revisó la conversación y se rio.
Nicole había enviado una foto con los dos luchadores a los cuales se había enfrentado, y a pesar de que se notaban algunos moretones y cortes en su rostro, sus oponentes estaban iguales.
Dos jóvenes y una jovencita que parecían que habían salido de un accidente hace algunos minutos, estaban sonriendo a la cámara como si hubieran disfrutado de su batalla.
En vez de enojarse o sentirse celosos de sus oponentes, los luchadores disfrutaban de una buena batalla de puños.
"Entonces, ¿cuál es nuestro objetivo?" Preguntó Cithrel tras enviar los últimos mensajes.
Estaban conduciendo por la ciudad hacia unos edificios residenciales y unos de los barrios que eran conocidos por tener algunos problemas de seguridad.
"Una amiga tiene una amiga que está en problemas. Vamos a solucionar ese problema." Respondió Aurora y al darse cuenta de que sonaba complicado, empezó a explicar con calma.
Vanessa tenía una amiga que tenía problemas siendo acosada por unos tipos de una pandilla local.
A pesar de la alta seguridad y la fuerza de la Ciudad Atlántida, las pandillas no podían ser erradicadas y solo eran restringidas fuertemente.
Mientras mantuvieran sus asuntos al mínimo y no causaran graves problemas, ellos se perderían entre los millones de personas que vivían en la ciudad Atlántida.
Por tal razón seguían actuando, tratando de no ser tan evidentes.
Esta vez fue diferente, ya que al parecer a los pandilleros le gusto la compañera de Vanessa y la empezaron a acosar.
"Al principio fue algo 'ligero'. Se le acercaron para conocerla, pedirle su número y esas cosas, pero luego el acoso aumento y ahora la detienen cuando va a la academia o la presionan de otras formas." Contó Aurora conduciendo con calma y con un suspiro, añadió. "Es un estudiante de artesanía, no tiene la fuerza para defenderse."
Aunque las personas eran fuertes, el acoso no desaparecía y menos cuando algunos de esos acosadores tenían alguna fuerza.
"Si está en la academia debería hablarlo con el director o los profesores. Estoy segura de que ellos se encargarán de la situación." Dijo Cithrel frunciendo el ceño ante la historia.
La Academia de Héroes era un lugar con una fuerza considerable y un prestigio incuestionable, lo suficiente como para que el Director interviniera si escuchaba que alguien acosaba a sus estudiantes.
Tal vez un artesano no tenía fuerza para defenderse, pero si entró a la academia significaba que ella tenía talento.
Alguien con talento sería cuidada.
"Ese es el problema. Ella al parecer lo oculto de la academia y de sus compañeros, Vanessa pudo enterarse a causa de que un día la visitó y estuvo en medio de la situación." Dijo Aurora y dando un suspiro, explicó. "Ella solo aceptó la ayuda de Vanessa, cuando ella prometió que la academia no intervendría."
"Oh, parece un problema de personalidad." Murmuró Cithrel asintiendo como si entendiera.
Aurora guardó silencio.
En este mundo había personas que ocultaban que eran intimidados o acosados por miedo.
Miedo al qué dirán, miedo a lo que ocurría si algo salía mal o miedo al enojar a sus acosadores y aumentar ese acoso.
Agregando que en este mundo había personas que eran fuertes por naturaleza como los luchadores, ese problema aumentaba a pesar de que se regulaba fuertemente a esos individuos.
A veces era difícil resistir el acoso y daba miedo hablar con alguien para tratar de detenerlo.
Y como si fuera poco, era complicado entender cuál era la situación de la persona en cuestión, por tal razón, Aurora prefirió guardar silencio.
Llegando al edificio en la que la joven vivía, ambas bajaron del auto.
"¿Cómo piensas ayudar?" Preguntó Cithrel con curiosidad mientras la seguía al edificio.
Aurora dudó ante esa pregunta.
"No lo sé. Primero quiero ver la situación antes de actuar. Según lo que sé, la pandilla es bastante conocida en este barrio." Respondió Aurora con un tono simple.
Vanessa sabía que la acosaban para que saliera con el jefe de la pandilla, pero Aurora quería escuchar la historia de la joven.
Dependiendo de cómo fuera la situación y que tan grave la acosaban, sería el nivel que ella respondería.
Lo bueno, era que le había pedido a Andrés que se encargara de recopilar información de esa pandilla y se enteró de que no eran tan fuertes.
Usando el ascensor para dirigirse al piso en el que la joven vivía, ambas buscaron el número de departamento.
"Taqiyya soy Aurora. Amiga de Vanessa, vine por su pedido." Dijo Aurora tocando la puerta de la habitación.
Sin embargo, con sus sentidos trato de percibir las presencias en el otro lado.
Este edificio era muy común sin defensas mágicas, permitiendo que fuera fácil captar las presencias del otro lado y en este departamento no se encontraba nadie.
"¿Habrá salido a comprar?" Preguntó Cithrel con curiosidad y tras unos segundos, se giró a la entrada del departamento al frente.
Desde ese lugar una anciana abrió la puerta y le hizo una señal para que se acercaran.
"¿Buscan a Taqiyya? Hace un momento acaba de salir con algunos hombres. Al parecer eran sus conocidos." Dijo la anciana y agitando su cabeza, comentó. "Creo que una joven como ella no debe meterse con esos maleantes."
Con ese aviso, la anciana se retiró.
"Que anciana tan agradable, le pareció sospechosa la situación y nos terminó informando." Murmuró Cithrel al comprender la razón por la cual la anciana había salido.
Parecía un asunto menor llamar a la policía porque una joven se fue con maleantes y más cuando parecían conocidos, pero de igual forma se notaba preocupada por ella y por tal razón, les aviso a ellas quienes vinieron a buscarla.
Independientemente de si el asunto era preocupante o no, dar aviso no dañaría a nadie.
"¿Qué haremos?" Preguntó Cithrel con curiosidad.
En vez responder, Aurora leyó la información que le enviaba su sistema.
—Según las cámaras de seguridad del edificio, la joven fue acompañada por dos hombres. Según lo que escuche del video, ellos pertenecen a la pandilla y querían llevarle la 'belleza' a su jefe.
Su sistema tenía capacidades informáticas y no solo podía controlar su reloj holográfico, también se encargaba de otras tareas.
De la misma forma que había tomado el control de los relojes holográficos de los estudiantes durante el desbordamiento en la mazmorra temporal a principio de año, ahora se hizo con el control de las cámaras del edificio.
Si bien no era al nivel de Liam, era lo suficiente como para prestar apoyo en esta situación y encargarse de la seguridad de un edificio común.
Usando su reloj holográfico Aurora, llamó a Andrés.
"Envíame la localización de la pandilla." Ordenó Aurora antes de que Andrés pudiera hablar.
"Entiendo, jefa."
A causa del tono que había usado, Andrés respondió con una seriedad profesional y empezó a trabajar de inmediato.
Sin necesidad de preguntas, en tan medio minuto, Aurora recibió la localización que pedía.
"¿Necesita algo más, jefa?" Preguntó Andrés con un tono serio.
Él se había dado cuenta de que una situación había sucedido y entrado en un modo serio, que buscaba ayudar.
"¿Puedes localizar a la estudiante Taqiyya Sherzai?" Preguntó Aurora mientras el ascensor descendía lentamente.
Aurora no se dejó llevar por sus nervios o preocupación por la situación de Taqiyya, aunque si le parecía estresante la lentitud del ascensor.
Esa era la razón por la que hizo que todo su edificio en Zerzura tuviera portales.
"Si, como me pidió que buscara información sobre su alrededor tengo algunos preparativos. Deme unos minutos." Respondió Andrés con un tono demasiado respetuoso y profesional.
Los labios de Cithrel se inclinaron al escuchar la conversación.
Aurora sabía que su tono estaba agitando a Andrés y lo estaba presionando, para que trabajara a máxima velocidad.
Y ella no redujo su solemnidad, ya que creía que Andrés podría encargarse de esta situación.
Aurora únicamente le había pedido que buscara información de Taqiyya, priorizando a los pandilleros y que Andrés tuviera algunos preparativos, demostraba cierto profesionalismo.
"Ella parece estar en el mismo lugar que residen los pandilleros." Respondió Andrés cuando Aurora y Cithrel volvieron al auto y antes de que pudiera conducir, detalló. "He pirateado su reloj holográfico y al parecer no se encuentra en un grave peligro."
Con esas palabras se envió una imagen de Taqiyya en una habitación llorando sin darse cuenta de que su reloj holográfico estaba grabando.
Vulnerar la seguridad de un reloj holográfico y conseguir trasmitir de modo directo sin duda era complicado y que Andrés lo hiciera demostró que no se estaba quedando atrás con respecto a sus compañeras.
Incluso si los preparativos le ayudaron a hacerlo.
Aurora empezó a conducir con calma.
"¿Por qué no volamos?" Preguntó Cithrel tratando de ayudar a su forma.
"Llamarás demasiado la atención y los drones de vigilancia vendrán a molestar a causa de la prohibición de volar en la ciudad." Respondió Aurora con tranquilidad.
Las personas comunes podían volar usando algunos artefactos, pero la mayoría de las ciudades lo tenían prohibido excepto en las áreas o momentos determinados.
En caso de que un monstruo o criatura apareciera la alarma daría aviso y los aventureros podrían usar lo que sea para llegar rápido o huir.
Lamentablemente en este caso solo atraería la atención de los drones que vigilaban y con ello a las autoridades.
"¿Llamo a la policía, jefa?" Preguntó Andrés por el sistema de comunicación que no fue cortado.
"No, me encargaré por mi cuenta." Respondió Aurora conduciendo por la calle.
Cithrel la observó atentamente y Aurora se encogió de hombros sin explicar nada.
Llamar a la policía no ayudaría demasiado y menos cuando esos tipos no estaban haciendo nada ilegal y era peor, ya que, según Vanesa, Taqiyya era demasiado tímida y sumisa.
Al final ella podría ser intimidada para que no hablara y no lograrían nada más que avisarles a esos tipos, para que en el futuro se buscarán o causaran problemas.
Aquí no estaban en áfrica donde ella podría hacer unas llamadas y encargarse de que las investigaciones fueran más exhaustivas.
Si bien podría pedir algunos favores para que la ayudaran aquí, primero necesitaba ver si era posible solucionarlo por su cuenta.
"Entonces, ¿tendremos que amenazarlos?" Preguntó Cithrel y con una sonrisa divertida, comentó. "No espere que la persona que debía protegerme me estuviera llevando al escondite de una pandilla para amenazar y golpear pandilleros. Aurora eres una chica mala."
La expresión de Aurora tembló y Cithrel se rio suavemente divirtiéndose y disfrutando de la situación, sin ocultar su emoción.
Aurora era alguien que a plena luz parecía respetar las reglas y se contenía demasiado, pero solo era a 'plena luz'.
Ella era alguien que se encargaba de sus asuntos y le era difícil resistir dejarlos pasar.
Comparado con un Señor de la Guerra, un grupo de pandilleras era insignificante.
Cuando llegaron al lugar se dieron cuenta de que se trataba de un bar de dos pisos.
Antes de que Aurora pudiera pedirle más informes a Andrés, Cithrel murmuró un hechizo y una onda se extendió por el edificio.
Aurora percibió que la onda se extendió unos metros y desapareció, como si nunca hubiera existido.
Aunque era probable que el hechizo lanzado por un Archimago de rango S estuviera escaneando todo el edificio sin que nadie se diera cuenta.
"Hay varios maleantes, pero están en el segundo piso. Creo que la jovencita a la que buscas se encuentra en una habitación, parece estar sola." Comunicó Cithrel mientras cerraba sus ojos.
Aurora agradeció en silencio el tener un Archimago de rango S a su lado y se dirigió a la zona trasera.
A su lado Cithrel la siguió con una mirada brillante y ella la ignoró queriendo terminar con el trabajo.
"¿Quiénes son?" Preguntó un guardia que estaba fumando con un compañero.
"Somos héroes. Venimos por nuestra compañera." Respondió Aurora con un tono simple.
Si las dejaban pasar y llevarse a su compañera, ella no tendría que excederse.
Tales ideas estaban en su mente, y tal como esperaba, los guardias no se dieron cuenta en que situación se encontraban.
"No sé de lo que estás hablando. Aquí no tenemos a nadie." Respondió unos de los pandilleros después de mirar a su compañero.
Al ver su figura no se notaban preocupados, era más tenían una sonrisa burlona en sus rostros.
Esos tipos a los ojos de Aurora eran solo Rango C, que básicamente eran como estudiantes novatos.
Tal vez para una pequeña pandilla era algo, pero para ella eran como milicianos.
No, los milicianos tenían más experiencia y eran más intimidantes.
"Creo que…"
"Ugh…"
"Agh…"
Antes de que Cithrel pudiera hablar, Aurora golpeó a los dos hombres dejándolo caer al suelo gimiendo con dolor.
"Que crees que… Ugh..."
Sin darle oportunidad a que uno de los hombres hablara, Aurora pateó su estómago y lo envió volando, impactando con la pared mientras el crujir de huesos sonaba.
"Esto ya es ilegal. Creí que, en este mundo, las personas se resistían a realizar acciones ilegales y respetaban las normas, pero esto… ¡Es increíble!" Exclamó Cithrel con una sonrisa y ojos brillantes y mirando a Aurora, preguntó. "¿No tienes miedo que te denuncien?"
"Tengo una gran Archimago que los dejará sin ningún daño. ¿Crees que alguien me dirá algo?" Preguntó Aurora logrando que una brillante sonrisa apareciera en el rostro de Cithrel.
Era una invitación para que se uniera.
—Usar su entusiasmo puede ser problemático para después.
Los labios de Aurora temblaron y fue imposible que no lo hiciera, cuando estaba completamente de acuerdo con el comentario de su sistema.
Aunque Cithrel se estaba divirtiendo y era capaz de unirse, también era muy capaz de luego bromear con ella para aprovecharse del evento.
Sin embargo, esa era la menor de sus preocupaciones y prioridades.
En primer lugar, incluso si quisieran realizar una denuncia por sus acciones, Aurora solo tenía que pedirle a Andrés que sacara todos los trapos sucios de cada uno de ellos.
De esa forma solo parecería que estaba llevando a cabo una 'buena acción', buscando atrapar maleantes como una mercenaria profesional.
Entrando al edificio con ese pensamiento, Aurora siguió sus sentidos se dirigió a donde se encontraba Taqiyya.
"¿Quiénes son ustedes? ¿Cómo entraron?" Preguntó unos de los pandilleros logrando que otros se acercaran.
"Vengo a buscar a mi compañera, si se ponen en mi camino…"
Aurora hizo que su aura de combate rodeara sus puños y luego se extendiera por todo su cuerpo.
El aura de combate todavía no había tomado forma o adquirido algún efecto especial, pero era visible.
Su tonalidad traslúcida parecía retorcerse alrededor de sus puños.
Uno de esos golpes podría romper la pared de los alrededores.
Tan fácilmente como quebrar varios huesos o algunos cuellos.
Si bien los Rangos A no eran tan raros, un experto de ese rango no se quedaría atorado en una pequeña pandilla mediocre.
Después de todo, ganaban más dinero en otros lugares.
"Ella está en la habitación trasera." Dijo unos de los pandilleros deteniendo a su grupo para evitar que realizaran alguna acción.
Aunque los pandilleros estaban mostrando expresiones temerosas, Aurora notó las señales que se daban entre ellos, preparando sus trucos.
Ella en vez de concentrarse en ellos, lo dejó estar y guiando a Cithrel, se dirigió a su objetivo.
Al adentrarse a la habitación, ambas vieron a la persona que venía a buscar, llorando en la cama.
Era una joven de baja estatura y a pesar de que las lágrimas salían a borbotones y temblaba como una hoja en un huracán, seguía siendo una joven muy hermosa.
Con las características típicas de una belleza de la india, la joven parecía tímida y muy fácil de intimidar.
"Soy Aurora. Vine por pedido de Vanessa…" Dijo Aurora con un tono suave y tranquilo, dando una sonrisa agradable, agregó. "No te preocupes, estarás bien a mi lado."
Acercándose con tranquilidad, notó que la joven se limpiaba los ojos y la miraba.
La sonrisa que Aurora estaba por dar tembló cuando vio varios moretones en la mejilla, evidenciando que los pandilleros usaron la fuerza para traerla a este lugar.
"¿Vienes a ayudarme?" Preguntó Taqiyya con un tono esperanzador y lloroso.
Aurora que estuvo por responder, se quedó tiesa al ver que alguien se adelantaba.
"Sí, venimos a ayudarte." Dijo Cithrel con una suave y cálida sonrisa muy diferente a la actitud emocionada que tenía hace unos momentos al ver pandilleros siendo golpeados.
Cithrel se acercó a la jovencita y se arrodilló al frente de ella, para tratar de calmarla mientras le daba una sonrisa llena de tranquilidad y confianza.
"Eres demasiado linda. Me encargaré de preservar esa belleza." Anunció Cithrel acariciando suavemente la mejilla de Taqiyya, logrando que cada una de sus heridas desaparecieran por completo.
La princesa que antes estaba emocionada por hacer algo ilegal, cambio completamente de actitud y se convirtió en un caballero galante, que salvaba a una damisela.
Y lo más increíble fue que funcionó.
Las mejillas de Taqiyya se pusieron completamente rojas y el modo que desvió la mirada con cierta timidez y vergüenza, provocó que Cithrel sonriera con entusiasmo.
Sin duda no ayudó a que Aurora controlara su expresión temblorosa.
—Deberías estar satisfecha, tal vez ella cambie de objetivo.
El comentario de su sistema que no parecía tener ninguna emoción, era una clara burla que hizo que la expresión de Aurora se relajara.
Aun así, estaba enojada por dentro.
Si al principio pensó en dar una advertencia y luego planeó en amenazarlo… Ahora quería acabarlos.
"Vamos. Cithrel encárgate de ella." Ordenó Aurora mientras estiraba su cuerpo.
Cithrel asintió y tomando la mano de la joven se la llevo a su lado.
Ambas habían sentido la presencia que los esperaba afuera y ninguna de las dos fue sorprendida.
Aurora se puso su traje de combate usando la habilidad de 'cambio rápido' y lideró el camino activando su barrera para proteger al grupo.
Cuando salieron a la sala se encontraron con decenas de pandilleros que estaban apuntando sus armas.
Estaban utilizando armas de fuego muy variadas y el número era lo suficiente alto, como para que ellos pudieran herir a un rango B si era acribillado.
No eran armas antiguas, sino que modernas, lo que aumentaba el peligro del grupo.
"Ja, no pensé que harías esto pequeña. De verdad me gustabas mucho." Dijo un hombre que llevaba una escopeta.
El diseño de escopeta parecía ser de última tecnología y ese hombre parecía un maestro de armas de Rango A.
Aurora sabía gracias a la información de Andrés que ese hombre era un antiguo soldado retirado que se convirtió en un pandillero a causa un accidente que lo lesiono.
Y por más que tuviera una historia lamentable, a Aurora no sintió compasión.
Aunque podría ser fuerte con esa arma que llevaba, esta vez se involucró con personas que no debían meterse.
"Yo…"
Taqiyya tembló con miedo y se escondió a la espalda de Cithrel.
El cuerpo de la joven temblaba en una mezcla de miedo y pánico aguantando sus lágrimas, temiendo negarse por temor.
Era una artesana y no una luchadora, para Aurora era normal que temiera a un maestro de armas de rango A.
"Les diría que la entreguen y las dejaré ir, pero en realidad estoy mintiendo. Les enseñaré la razón por la que no se tienen que meter conmigo." Gruñó el hombre con una sonrisa maliciosa.
Dio una señal para que su grupo la rodeara y uno de los miembros de su equipo activó un dispositivo que desconectó las conexiones con el exterior.
Impidiendo toda comunicación, así como pedir ayuda o refuerzos
Entre el grupo que la rodeaba se encontraban un par de rangos B, que para Aurora no era suficiente para detenerla.
Justo cuando se estuvo por mover, Cithrel la detuvo y dando una sonrisa, dio un paso al frente protegiendo a ambas, como si se tratara de un caballero protegiendo a damiselas en peligro.
"Lo siento, pero ambas me gustan, así que no puedo entregarlas." Respondió Cithrel con una encantadora sonrisa.
Taqiyya se avergonzó ante esas palabras… No fue la única, ya que la misma Aurora se sintió ligeramente avergonzada de la descaradas palabras de Cithrel.
Aurora tenía que admitirlo; la forma tan honesta y confiada en la cual hablaba Cithrel, hicieron que pareciera creíble y por sobre todo confiable.
"Ja, t…"
Antes de que el hombre pudiera reírse, Cithrel agitó su mano y una lanza de agua se detuvo antes de penetrar el cuello del hombre.
Todos esos malhechores no eran nada ante su grupo… Específicamente frente la Princesa de rango S de un imperio extranjero.
Cithrel no los asesinó, sino que les dio una muestra de la diferencia de poder y Aurora de inmediato se dio cuenta, de que sus enemigos eran ciegos.
"Tch… ¡Disparen!" Ordenó el hombre cuando se retiró con miedo.
*Bang*
*Bang*
*¡Bang!*
Cientos de balas volaron en dirección de su grupo y ni siquiera alcanzaron su barrera personal.
Esas balas parecían congeladas en medio del aire y la ron era la poderosa barrera que estaba cubriendo a todo el grupo y que estaba deteniendo los disparos de un maestro de armas de rango A.
Aunque Aurora no era un mago, supo de inmediato que, si golpeaba la barrera, sería similar a golpear un colchón de aire.
Cithrel la creadora de esta barrera era la princesa de un poderoso imperio, con un talento abrumador para la magia y con un conocimiento excepcional.
Esa princesa dio una sonrisa encantadora a los maleantes mostrando la diferencia de fuerza de cada bando.
"Se los devolveré." Murmuró Cithrel y antes de que el grupo enemigo pudiera reaccionar fueron atravesados por sus mismas balas.
"Ugh…"
"Ahhh…"
"AHg…"
Los gemidos de dolor sonaron y los hombres que habían apuntado sus armas estaban rodando por el piso.
Las balas atravesaron puntos no importantes del cuerpo humano, esa era la precisión y el control de Cithrel.
La princesa mantuvo su cálida sonrisa como si no viera la sangre en el suelo ni los hombres gimiendo de dolor.
Aurora pudo notar que esta no era la primera vez que jugaba con sus presas, pero ella hizo como si no viera nada y se acercó al jefe de la pandilla.
"Agradece que no vino Alice." Murmuró dándole una patada para dejarlo inconsciente.
Si hubiera venido con su compañera, esta situación hubiera sido aún más terrible, mortal y probablemente sangrienta.
"Entonces, ¿qué hacemos? ¿Escondemos los cadáveres?" Preguntó Cithrel con un tono entretenido y al sentir que Taqiyya temblaba, se giró hacia ella y limpiando sus lágrimas, murmuró. "Sabes, si es por ti podría hacerlo."
Aurora tembló al escuchar esas palabras.
Estaba claro que Cithrel no estaba bromeando… Lo peor era que esas palabras sonaban como un descarado coqueteo.
Un caballero galante que podía derribar el mundo por su damisela.
"Yo… Yo…"
Mirando como Taqiyya se estaba volviendo muy roja y estaba tartamudeando muy avergonzada, Aurora sintió simpatía.
Ella estuvo en la posición de damisela… Y comprendía mejor que nadie que era difícil escapar.
Tratando de alejar tales pensamientos de su mente, Aurora tosió para llamar la atención del caballero galante.
"No te pongas celosa, también te prestaré atención." Dijo Cithrel dando una sonrisa coqueta
No estaba bromeando y sus ojos estaban brillando con un toque seductor, ligeramente emocionado.
"No, gracias. Puedes darle toda la atención a ella." Respondió Aurora y antes de que Cithrel dijera algo, comentó. "Avisaré al director, él se encargará de la situación. Estoy segura de que él se hará de aquellos que atacaron a su estudiante."
Ante su respuesta, Cithrel oculto su sonrisa y con un hechizo curó a los pandilleros y la vez que hizo desaparecer la sangre.
Mirando esa limpieza impresionante, Aurora suspiro enviando un mensaje al director.