Cuando llegó a la orilla del lago, estaba todavía molesta con su madre, porque tenía que meterme en su trabajo, entendía que en su época casarse con alguien y que te mantuviera era lo normal, pero ya estaban en otro momento, ella amaba su trabajo, disfrutaba haciéndolo y no iba a dejar de hacerlo para ajustarse a las convenciones sociales, había vuelto a casa porque su padre necesitaba ayuda para manejar la situación que tenían en la empresa, pero eso ya estaba encaminado, y ella necesitaba su espacio y eso ahora era más que evidente.
Solo pensar en su madre buscando pretendientes para casarla, le empezaba un escalofrío por la espalda, con solo imaginarlo le podría empezar a doler la cabeza, su madre no sabía absolutamente nada sobre sus gustos de hombres, eso sería un desastre asegurado.
Paseo un rato, intentó olvidarse de todo, estiró las piernas, y dejó ir la mirada hacia el horizonte, había trabajado duramente esa semana, ya tenía su propuesta para Ryo, pero no sabía si debería llamarlo, quizás trabajar con él iba a ser un gran problema, no tenía miedo a trabajar duramente, su miedo estaba más relacionado con el volver a enamorarse, o descubrir que nunca dejo de amarle, sería mucho mas duro irse de su lado esta vez.
Había descubierto un hombre que no conocía desde su admiración del pasado, sabía que era inteligente, pero estaba claro que mucho más de lo que parecía en su adolescencia, esta centrado en su trabajo, y por lo que había oído, le iba muy bien, lo describen como alguien implacable en los negocios, pero ella había descubierto alguien atento, agradable y simpatico, alguien con el que valía la pena hablar de cualquier tema, con el que el tiempo se pasaba volando y tenía que admitir que eso, era mas valioso que el atractivo rostro, o su fisico, que sabía que tenía mas de una admiradora, e infinitamente mas valioso que su dinero o estatus social, era alguien con el que valía la pena tener una amistad o una relación, sabía que cualquier chica que lo conociera un poco se podría enamorar de él y podría tener un matrimonio maravilloso.
Por primera vez en todo ese tiempo se arrepintió, un poco, de ser mera observadora en la lejanía, le hubiera encantando tenerle como amigo en ese entonces, quizás si ese hubiera sido el caso, aún conservarían una bonita amistad, pero sabía que eso era imposible, alguien invisible para el chico popular, hubiera sido muy poco probable llegar a entablar una amistad.
Después de darle vueltas a la cabeza durante 2 horas, sacó la tarjeta del bolso, pero cuando fue a escribir el mensaje se dió cuenta de que tenía un correo desde Francia, debía de haber algún problema, quizás había llegado el momento de moverse, de volver a Francia durante una temporada, un par de semanas, quizás también la ayudaría a enfriar esa calidez que estaba llegando por parte de Ryo.
Llamó rapidamente a su taller, y efectivamente tenía algún problema con unas telas, tras hablar con el jefe del taller, se enteró bien del problema, y quizás por una vez el que su padre tuviera una fábrica de telas podría ser la solución, pero desde luego tendría que ir ella misma, además esas cosas, le gustaba tratarlas ella misma.
Sin descartar el escribirle un mensaje, cogió la tarjeta, volvió a leer la frase, y no pudo evitar sonreír e incluso sonrojarse, y a continuación le escribió:
" Buenas tardes señor Lee, Soy Anna Shin, como me pidió ya creo que tengo una propuesta que enviarle, así que si la quieres ver pronto, mañana te la puedo enviar a tu oficina, siento no poder acudir yo misma, pero me ha surgido algo importante y tendré que salir de viaje..."
A continuación lo pensó, y aunque el mensaje era formal... no quería que sonara así, era demasiado formal... además que mas le daba a él que ella tuviera que irse de viaje... aquello no estaba bien. Así que volvió a empezar de nuevo...
"Hola Ryo, soy Anna, Ya tengo una propuesta para ti, no sé si será lo que estás buscando. Avisame cuando puedas hacerme un hueco en tu agenda. un saludo. "
Quedó un poco mas contenta con ese mensaje, no era tan formal, se adaptaba mejor a la relación de amistad que ellos habían creado.