Más calmada, decide ir al jardín a tomar aire. Demasiadas cosas le han pasado por la cabeza, Barton, Ethan y su armario extraño, la voz misteriosa de ayer, y el colmo Alice. A lo mejor es demasiado para ella, pero es buena chica y sabe hacer lo debido. Observa las copas de los árboles, uno en concreto, muy alto. Corre con su velocidad vampírica sin importar que la vieran y se sube escalando con toda fuerza y uñas. Se posa en las ramas y el tronco para observar el paisaje. El aire es limpio y puro, los pequeños animales están llenos de vida, a lo lejos de lago, se puede ver otro pueblo y algunos alrededores también. Sin importarle nada, muestra su parte vampiro. Quiere sentirse libre, está cansada de todo, no poder ser como es. Necesita gritarlo, desahogarse de todo lo que le ha pasado, sin pensarlo grita en desahogo, un viento fresco recorre su cara. Su grito ha sido escuchado por todo el bosque. Se siente mejor. Se queda bastante rato ahí, observando desde lo alto del árbol. Nadie la ve ni la oye. Después de ese rato, decide bajar. Durante ese tiempo, ha pensado en muchas cosas, que esta harta de ellos, de Barton e Ethan, solo quiere estar bien, por lo que ha decidido alejarse de ellos y seguir como la primera vez que llegó, como una empleada más.
Al llegar a la casa, sigue con las tareas y va al pueblo con Percy. Ahí se encuentra a personas que ya había visto antes y se entretiene con ellos. Por un momento todo iba bien, hasta que un grupo de hombres, vestidos de negro, con botas de cuero que suenan y sombrero que les tapa la cara con ciertas armas alrededor se su cintura. Parece que todo el mercado les tiene miedo, algunos muestran alegría y les halagan, todo el mercado entero los observa caminar. Mary mirando seriamente, son como cinco hombres grandes y fuertes, al pasar por su lado, por un instante todo fluye lento y uno en concreto mueve la cabeza para mirarla a los ojos, aunque éste no muestre su cara. Que cosa tan extraña, se dice Mary en su interior. A la mujer que tiene al lado, una anciana de mediana edad a la que ya había conocido en otras ocasiones, le pregunta en voz baja.
_¿Quiénes son? - la mujer parece temerles. No dice nada un segundo, pero la mira a los ojos y le dice.
_Cazadores.
<<¿Cazadores?>> creyendo que se refería a cazadores de animales.
Después de ir al mercado, fueron ella y Percy a visitar una feria que hay en el pueblo, con música, un circo, algodón de azúcar, y niños jugando. Estuvieron un rato observando lo que hay. Mary decidió comprarse un colgante que le pareció muy bonito y un par de esencias que huelen muy bonito, alguna que otra prenda y volvieron a la casa. Además de cogerse cosas para ella, les compró algunas cosas a Gerard y a Lourdes, ya que se han comportado muy bien con ella y con lo del baile en concreto.
Apenas son las seis de la tarde, en la cocina los encuentra ahí a los dos como siempre. Felices los tres, se observan los regalos. Geraed tiene un nuevo Jersey hecho de buena tela, que le ha costado bastante dinero, de color azul como sus ojos. Y la vieja Lourdes tiene una fragancia que huele a varios extractos de flores, rosa, lavanda, lirios y algunos extractos de frutas como la naranja y el pomelo. Agradecidos de eso, se quedaron charlando y Mary contándo lo que pasó con aquellos hombres. Tanto la vieja como el mayordomo, se miraron preocupados pero no quisieron decir nada, Mary ni se dio cuenta. Dejando de lado eso, la chica fue a descansar un rato, ya que aquella noche del baile, no pudo dormir casi nada.