Todo el auditorio intentaba ubicar de donde provenía la voz.
Mientras tanto el representante del Clan de Tigre Infernal frunció el ceño y habló cordialmente, -"Estimado señor, mi nombre es Maximo y vengo en representación del ancestro de nuestro clan, quisiera saber ¿Con quien tengo el gusto?"-.
Maximo no está idiota, sabía claramente que nadie ofendería al ancestro en su sano juicio, solo que solo permitía tres opciones para la presente situación.
La primera, que aquel hombre no conociese a su clan ni a su ancestro, posibilidad que tenían una probabilidad baja dado que su clan era muy famoso en el reino y dado que había logrado ubicar la voz y está provenía de unos de los palcos VIP superiores.
La segunda opción consistía en que estuviera competiendo con un loco, pero había pocos dementes que tuvieran tanta plata.
Y la tercera opción era que aquel sujeto tenía un estatus similar o superior al de su clan.
El auditorio de la Mansión de los Siete Placeres estaba conformado por un primer piso donde yacían los usuarios regulares, conformados por la baja nobleza y los provenientes de clanes y familias intermedias.
Un segundo piso más exigente en cuanto al prestigio del cliente, que era donde Maximo residía. Diferentes palcos de varios colores se concentraban en ese piso.
Un tercer piso con tres palcos negros y tres palcos blancos, los negros era donde los invitados especiales residían. Y los blancos estaban previstos para la alta nobleza, como duques o príncipes.
Y finalmente un cuarto piso destinado a la nobleza directa, es decir el rey, reina y el príncipe heredero.
La voz en cuestión provenía de un palco negro del tercer piso, por eso debía tener cuidado, no quería ofender al dueño de la voz. Si fuera débil el Clan lo respaldaría en su lucha pero si por algún motivo ofendiese a alguien del mismo estatus, el clan no buscaría problemas y lo eliminaría a él. Al fin de cuentas su estatus era elevado pero había llegado ahí a través de conexiones familiares y políticas, no gracias a su propio esfuerzo, cosa que el clan tomaba en consideración.
Sin embargo, Astalris no respondió y simplemente continuó mirando a Tamaris.
Ante el incómodo silencio que se generaba la anfitriona había olvidado su deber, cuando se percató de esto volvió a hacer la cuenta regresiva, -"300 000 monedas de oro a la 1, a las ..."-
La cara de Maximo ardía de ira, no solo había sido ignorado sino que esté hecho había ocurrido en un evento público frente a todas las demás casas y clanes.
-"350 000 monedas de oro"-, dijo agriamente.
-"500 000 monedas de oro"-, dijo inmediatamente Astalris como si la diferencia no significara nada para él.
Maximo palideció ligeramente, si bien 500 000 monedas no era una suma extravagante para su clan, tampoco era una pequeñez, además sabía que la pelea por las técnicas y manuales de Nivel Santo y Nivel Rey sería despiadada, no podía desperdiciar dinero acá.
Si fuera otro supuesto no le importaría perder el jarrón, al fin de cuentas era un pasatiempo que su ancestro había cogido, pero no podía pasar la vergüenza sufrida así que decidió realizar una última mentira que en muchas oportunidades le había funcionado.
-"501 000 monedas de oro"-, dijo Maximo.
-"Al estimado señor del palco negro, quería infórmale que acabo de recibir órdenes directas de nuestro ancestro, desea a toda costa obtener el jarrón, espero que pueda permitirme cumplir el pequeño capricho de nuestro ancestro, el clan le estará muy agradecido."-, dijo maliciosamente seguro de sus palabras.
Al solo subir en la puja con 1000 monedas de oro, era evidente el mensaje que enviaba, "Quiero el jarrón pero no pagaré más por el, esto es una amenaza".
No obstante, la voz de Astalris volvió a resonar en el salón.
-"600 000 monedas de oro."-
La gente empezó a murmurar y la cara de Maximo empezaba a ponerse roja de nuevo, pero esta vez era diferente era casi naranja, la cólera y rabia lo inundaban.
Acaban de ser abofeteado de nuevo públicamente.
Pero lamentablemente no podía perder las técnicas de la subasta, así que optó por tragarse su rabia y sentarse, mientras pensaba en las horribles cosas que le haría aquel sujeto al finalizar el evento.
Sin embargo, cuando Tamaris se proponía a declarar la titularidad del jarrón otra voz sonó en el salón, -"650 000 monedas de oro"-
De repente un hombre de apariencia madura ingresó al salón y se dirigió al costado de Maximo, vestía un elegante atuendo rojizo del cual parecía desprender pequeñas llamas rojas.
"El ancestro del Clan Del Tigre Infernal hace acto de presencia."-, empezó la gente a murmurar.
Maximo quedó estupefacto, no esperaba que su ancestro apareciese tan temprano.
Inmediatamente le mando un mensaje mental a Maximo, "-Veo que has estado contando unas mentiras un poco interesantes, normalmente no me importará perder el maldito jarrón con tal de no ofender a alguien del palco negro, pero ahora que al parecer le importa un carajo mi persona y ha tirado la imagen del clan a la basura al no darnos cara. No podemos dejar pasar la situación así nomas. Ahora centremosnos en obtener el jarrón, hablaremos de tu castigo al regreso."-
Maximo palideció pero sólo asintió, sabía su error.
Claro que todo esto a Astalris le importaba lo mismo que el delicioso pan de frutas que le acaban de servir en su palco.
-"700 000 monedas de oro"-, dijo Astalris sin inmutarse.
Pero en ese instante Ana se acercó apresurada y trató de explicarle preocupada, -"Gran Maestro Erun, aquel hombre es el ancestro del Clan del Tigre Infernal, es un guerrero Nivel Rey especialista en la espada, si se llegase a ofender podrían pasarle cosas terribles."-, dijo muy alarmada.
Astalris sonrió al ver la preocupación sincera en el rostro de Ana y le dijo, -"No tienes porque preocuparte, a lo largo de mi vida siempre he tenido mis principios claros, Quien sea que se interponga en mi camino, será masacrado sin piedad."-
-"Si son inteligentes se quitarán de mi camino, sino solo solo muerte les espera."-
Aquellas palabras hicieron sentir a Ana escalofríos, no eran palabras vagas y de alardeó, se notaba un poderoso intento en batalla en ellas.
Por otra parte el ancestro del Clan de Tigre Infernal empezaba a tener dolor de cabeza, el otro hombre no parecía dispuesto a perder la puja, pero no podían gastar más dinero en ese jarrón o sufrirían las consecuencias al momento de pujar por las técnicas.
-"No quería llegar a esto, pero debemos enseñarle que nuestro Clan no será fácilmente pisoteado."-, se dijo asimismo el ancestro con una cara sombría.
"Estimado señor, veo que a lo largo de esta puja se ha negado a responder a mi descendiente y mostrarnos un poco de respeto a mi Clan, pero ahora que yo estoy aquí, me gustaría saber su nombre, ¿Me haría el favor?-", dijo el ancestro mientras esperaba seriamente la respuesta.
Al ser el ancestro quien preguntaba era obvio que esperara que finalmente Aquel sujeto mostrara un poco de respeto y cordialidad, liberando un poco la tensión generada y permitiéndoles al Clan Del Tigre Infernal retirarse de la puja con dignidad.
Pero con lo que no contaban era que para los ojos de Astalris tanto Maximo como el ancestro eran la misma cosa.
Ante la falta de respuesta en ancestro enfureció y dijo, -"Dado que nuestro misterioso invitado al parecer no quiere mostrar un poco de respeto, me disculpo por la falta de cordialidad que mostraré."-
Y de repente una fuerte presión inundó el salón, especialmente cayendo sobre Astalris.
Astalris empezó a palidecer, su real contextura y cuerpo estaban al Nivel de un Guerrero Avanzado, no estaba en la capacidad de resistir la presión de un Nivel Rey.
Para los espectadores que presenciaban el suceso, el misterioso maestro Erum se inmutó por la presión, como si de aire se tratase lo cual los sorprendió, pero internamente los órganos de Astalris se empezaban a desgarrar y varias hemorragias comenzaban.
-"Veamos hasta cuánto puedes soportar."- pensó maliciosamente el ancestro.
En un palco oculto Andrew le preguntó al joven al cual se ha había referido anteriormente como Gran Anciano, -"¿Deberíamos detenerlos?"-
No obstante, el Gran Anciano respondió, -"No es necesario, dejémoslos un rato más, veamos las habilidades de ese tal Erum."-
"-¿Pero no habría problemas si luego se enterase de que pudimos parar la pelea y lo estábamos probando?"-, preguntó Andrew.
-"No hay forma que nos detecte, estas paredes están hechas de Arcilla Meridiana, al menos que sea un Nivel Emperador es imposible que nos encuentre."-, dijo tranquilamente el Gran Anciano.
Sin embargo, los murmullos que reinaban ante lo ocurrido fueron extinguidos por un grito en la multitud, -"¿Qué es eso azul?"-
Inmediatamente una fuerte presión invadió el auditorio, abarcó no solo al ancestros sino a todos los presentes.
En el cuerpo de Astalris fue envuelto en un Aura de color azul, lo que le daba el aspecto de un Dios de la Guerra que veía todo desde lo más alto el mundo.
Todos los presentes sintieron un escalofrío y muchos vieron como sus piernas empezaban a temblar hasta finalmente desplomarse.
De repente el Ancestro del Clan se desplomó y empezó a vomitar sangre.
Los miembros de su clan corrieron a auxiliarlo mientras en ancestro miraba totalmente incrédulo a Astalris.
En la habitación oculta el Gran Anciano saltó de su silla y grito alarmado, -"!Imposible! ¿Ha dominado el Aura de la Espada?"-