Lin Fan cogió a Qiu Zhanyu y Jin Zhengu para abandonar la Ciudad Bosque de Arce, en dirección a la Secta Cielo y Tierra.
Tras abandonar la secta durante tres años, Lin Fan tenía que regresar y compensarlo como erra debido. Así estaban las cosas en su situación en ese momento. Tenía que solicitar información sobre lugares peligrosos y personas aterradoras a las que debía prestar atención.
Su camino de caza tenía que iniciarse muy pronto.
—Se han ido —el anciano junto a Feng Yanyun habló mientras sus ojos destellaban con un fulgor agudo. No esperaba ser capaz de encontrarse con un poderoso ser de ese nivel en su vida.
Matar a los Inmortales Dorados como matar a perros... Se encargó de ello con suma facilidad. Eso era algo absolutamente terrorífico de pensar incluso para él.
—Y pensar que la Ciudad Bosque de Arce tendría una afinidad de esta clase —dijo Feng Yanyun.