¿Un libro mágico en aplicación?
¿Cómo se vendería en público en una librería?
Donnie parecía capaz de escuchar su propio corazón latir con intensidad y como un loco. En virtud de las regulaciones del Congreso de Magia, aparte de intercambiar dicho conocimiento en colegios de magia y bibliotecas de la arcana, solo había dos formas de conseguir las aplicaciones que excedían sus propios niveles: conseguirlo de aventuras o patrimonio familiar, o convertirse en estudiante privado de cierto hechicero. ¡Nunca había existido una librería corriente que vendiera libros mágicos en público!
Fue la medida de control del Congreso sobre la magia para mantener el orden social, lo cual fue apoyado en gran medida por los nobles.
—Si... si puedo analizar un hechizo de primer círculo por adelantado o convertirme en un hechicero oficial, mi futuro en la Universidad Heidler de Magia será aún más brillante... —Donnie sintió que su corazón se le salía del pecho.