El inmenso cosmos en el infierno era profundo y oscuro, con estrellas brillantes y oníricas en él. Parecía el cielo estelar del destino, pero había algunas diferencias indescriptibles entre ellos.
El cosmos emergió lentamente en cada rincón del infierno, pero no colisionó con el Pantano de la Muerte, el Infierno Silencioso, la Metrópolis Ardiente o el Barranco Interminable, y los demonios no se vieron afectados en absoluto. Parecía un holograma supermasivo.
Una pesada, fuerte e inmensa energía que eclipsó todo apareció con el cosmos, dando a todos la sensación de que estaban observando las estrellas por la noche. Incluso los demonios más malvados y crueles sintieron que su mente estaba vacía y que el universo era demasiado grandioso para ellos. Su agitada vida era muy divertida, y lo único que valía la pena respetar y abrazar era el vasto cosmos.