Layria, Chelly y los otros estudiantes se quedaron fuera del pequeño laboratorio y observaron el portal, así como los patrones mágicos atenuados, muy reacios a marcharse. Sentían que un gato estaba arañando sus corazones con la pata, y apenas podían contener su curiosidad.
Tras un buen rato, Alfalia dijo al fin.
—No hay nada que podamos hacer quedándonos aquí, y no hay forma de saber cuándo volverán. Centrémonos en nuestros propios asuntos por ahora. Después de todo, seguramente nos contarán lo que han experimentad una vez que regresen.
Heidi siempre había estado dispuesta a compartir siempre y cuando no fuera nada confidencial.
—Sí. Hay muchos experimentos programados en los que necesitamos trabajar, muchos datos para analizar, nuevos experimentos para diseñar y nuevos hechizos para analizar... —Layria solo pretendía estar de acuerdo con Alfalia al principio, pero cuanto más hablaba, más "impotente" sentía que era su vida.