A Oliver le pareció bastante divertida su reacción. Sonrió.
—Estate tranquilo. Su cabeza seguirá intacta después de leerlo, que es tanto evaluación mía como la profecía de la astrología.
Mariana seguía intranquila.
—Señor Oliver, usted sabe que el trabajo del Señor Evans puede ser bastante perturbador y... destructivo. Además, nos ha convocado con antelación para la revisión. En mi corazón, siento que se ha proyectado un terrible demonio en mi mundo cognitivo, y que mi cabeza explotará después de un momento de descuido. ¿Podría contarme por qué hizo tal evaluación y por qué nos eligió?