Chapter 29: Capítulo 29. Dame un beso
Editor: Nyoi-Bo Studio
Zhang Yang y Yu Man'er sintieron piel de gallina, y juraron nunca más contar chismes en el departamento de secretaría.
Huo Yunting quería que Lu Zhaoyang lo acompañara en la reunión con Lin Financial. Él la esperó afuera de su oficina y bajaron juntos por el ascensor. El limitado espacio solo los contenía a ellos dos. Lu Zhaoyang estaba parada un poco detrás de Huo Yunting. Las paredes plateadas dentro del ascensor reflejaban sus delicados gestos faciales, incluso su clásica media sonrisa seductora.
—¿Entonces? —de repente Huo Yunting volteó a mirarla, sus ojos brillaban con regocijo—. Un beso es bienvenido. Yo sé que no te puedes resistir.
—Solo veo una palabra en tu rostro.
—¿Qué dice?
—Narcisista.
Ella sonrió y puso sus ojos en blanco. Dado lo pequeño que era el espacio dentro del ascensor, ¿a dónde se suponía que ella mirara si no era hacia adelante?
¿Él de verdad disfrutaba tanto molestarla?
—Yo también veo en mi rostro la palabra "apuesto", ¿tú no la ves? —Huo Yunting apuntó a su mejilla derecha y levantó una ceja—. Ya sabes qué hacer si quieres pedir un favor en el futuro —dijo él.
—La puerta está abierta, ve tu primero.
Lu Zhaoyang ignoró su comentario y apuntó a la puerta del ascensor, la cual recién había comenzado a abrir.
—Ja ja.
Huo Yunting soltó una pequeña risa ante el suave enrojecimiento en la cara de Lu y salió del ascensor.
La reunión con Lin Financial se desarrolló sin problemas. Cuando se fueron, el presidente de la firma invitó a Huo Yunting a que cenaran juntos.
Normalmente, él no se perdería un evento social tan importante como este, pero declinó la invitación del presidente.
Lu Zhaoyang fue al auto y abrió la puerta para él. —Si tienes otros negocios que atender yo me iré a casa sola —dijo Lu cuando él se acercó.
—Llegaré un poco tarde esta noche. Llámame si me extrañas —Huo Yunting agitó sus cejas coqueteando y luego subió al auto.
—¡No me importaría si no volvieras! —Lu cerró con fuerza la puerta del auto y se dirigió al borde del camino.
Antes de que siquiera pudiera llamar un taxi, el auto de Huo Yunting pasó a su lado, dejándola en una nube de humo.
…
(En el restaurante Tapestry)
Un sirviente abrió la puerta del cuarto 3008. Huo Yunting entró y fue recibido por Huo Li.
—¡El mismísimo poderoso jefe, Ting El Hombre, finalmente está aquí! —Huo Li ingresó y comunicó su reporte—. He investigado todo sobre cada hombre de la ciudad que se llama "Chen". ¡Casi me mata!
La cara de Huo Yunting se puso pálida cuando oyó hablar de él.
—¿Cuántos de ellos están relacionados con Lu Zhaoyang?
Los ojos de Huo Li se abrieron mientras seguía al otro hombre a su asiento. —¡Creo que ninguno de ellos lo está!
Huo Yunting entrecerró los ojos mientras se sentaba con gracia frente a la mesa redonda. —¿Tú crees?
—¡Lo sabía!
Huo Li se corrigió rápidamente y luego le trajo una gruesa pila de documentos. —Todo tipo de hombres con la palabra "Chen" en su nombre están aquí, desde el viejo y débil hasta el recién nacido. ¡Todos están aquí!
—Quiero al hombre que está relacionado con Lu Zhaoyang —dijo Huo Yunting y lo miró de reojo—. ¡Investiga más, y examínalos a fondo!
—Ah... por supuesto, jefe —Huo Li se levantó de mala gana y caminó dos pasos hacia la puerta antes de darse vuelta—. Hermano, ¿puedo irme después de la cena?
Huo Yunting le dirigió una mirada de desprecio, pero consintió en silencio.
Chapter 30: Capítulo 30. Volando alto, con él
Editor: Nyoi-Bo Studio
En otra parte de la ciudad, Lu Zhaoyang había terminado su cena temprano, se bañó y se fue a la cama. Sacó su reloj de bolsillo y lo sujetó con fuerza, pero no pudo encontrar el coraje para abrirlo. Su expresión triste traicionó a las emociones que había estado intentado ocultar de todos los demás.
Anoche, cuando se quedó trabajando horas extras, lloró anhelándolo. Huo Yunting la debe haber visto.
Las lámparas de la habitación calentaban su cuerpo. Lu trajo el reloj más cerca y lo miró fijamente por un largo momento antes de pronunciar un callado susurro: —Buenas noches.
«Buenas noches, Chen».
El sueño llegó rápidamente. Saber que Huo Yunting iba a volver tarde le daba paz.
De repente, y confundida en medio del sueño, sintió una mano agarrando su cintura. Lu sintió una mordida en su cuello y un vago olor a cigarrillo. Él estaba de vuelta.
Su camisón fue removido sin esfuerzo. Mientras que el delgado vestido de seda se deslizaba por sus hombros, ella sentía su tibio toque quemar su piel.
Esto ya había sucedido antes, y Lu Zhaoyang había aprendido a no resistirse. Mientras ella continuaba fingiendo estar dormida, el cuerpo de Huo se entrelazó apretadamente con el suyo. Intentó desesperadamente guardar silencio, pero al final su cuerpo cedió a sus ya familiares maquinaciones.
Ella se elevó hacia las nubes con él.
Al día siguiente, Lu Zhaoyang recibió un mensaje de sus amigos de la universidad acerca de la reunión anual. Incluso aquellos que vivían en el extranjero estaban regresando para asistir, no tenía excusa para esta ausente. Cumplió sus tareas del día y se fue temprano del trabajo.
Cuando se marchó, Huo Yunting la llamó al teléfono de su escritorio.
Como nadie respondió, él se acercó a su escritorio solo para descubrir que Lu ya se había marchado. Cuando uno de sus colegas le dijo que se había ido, él también salió de la oficina y llegó al estacionamiento justo a tiempo para ver su coche alejarse.
Él condujo y la siguió. Era extraño que ella no trabajara horas extras, por lo tanto, él estaba naturalmente intrigado.
El coche de Lu Zhaoyang frenó afuera de un restaurante de clase alta. Huo Yunting aminoró su vehículo y estacionó al lado de la acera. La observó entrar al lugar, y le envió un mensaje de texto a Huo Li para que arregle que la reunión de esa noche fuera allí también.
Lu Zhaoyang soltó su cabello antes de salir del coche. Todavía llevaba puesta una camisa blanca y una corta pollera negra, pero su ondulado cabello a la altura de los hombros la transformó por completo.
Lucía sexy y cautivadora en su uniforme de oficina.
En el espacioso cubículo privado, todos sus amigos de la universidad la miraron con admiración.
Habían pasado años desde la última vez que se vieron, pero ella todavía lucía tan hermosa como siempre.
—¡Lu Zhaoyang! ¡Por aquí!
Alguien le hizo señas, y ella caminó hacia ellos con una sonrisa.
—¿Cómo estás?
Sus amigos comenzaron a hablar en cuanto ella se sentó.
—Oh, lo mismo de siempre, lo mismo de siempre —la verdad era que ella quería decir que su vida teniendo que enfrentarse a Huo Yunting todos los días, era miserable.
—Estamos igual. El trabajo es una locura, pero hoy finalmente tenemos la oportunidad de relajarnos y divertirnos —otro amigo se unió a la conversación.
Ella estaba acostumbrada a socializar de esta manera. Lu continuó conversando con una sonrisa.
Cuando todos ya se encontraban finalmente aquí, la cena fue servida. Ella se concentró en comer, sintiéndose aislada de todo el ruido que había alrededor de ella.
De repente, un hombre le bloqueó la vista y le dijo: —Lu Zhaoyang, ha pasado tanto tiempo, ven, ¡brindemos!
Ella levantó su copa, llena de jugo de naranja. —Tengo que manejar, así que por favor acepta esto en cambio.
—¡Vamos! Siempre puedes conseguir que alguien más te lleve a casa, ¿verdad?
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