—Te esperaré afuera.
Dicho eso, se fue con el Pequeño Yichen.
Li Dongqiang se rio malvadamente al acercarse a Lu Jingtian.
Su miedo se intensificó infinitamente. Al principio había pensado que esos dos niños le estaban haciendo una broma; ¡ahora ya no lo creía!
El gánster se puso lentamente en cuclillas delante de ella y le quitó el paño negro de la boca. Cuando tuvo la oportunidad de hablar, ella rápidamente gritó: —¡¿Qué… qué quieres hacer?!
—¿Hacer "qué"? Hacértelo a ti, por supuesto —sonrió lascivamente.
Ella se puso rígida ante sus palabras mientras lo veía pararse y desabrochar la hebilla de su cinturón con una mano.
—Tú... ¿Qué estás haciendo? ¡Esto es una violación! Tú... ¡No te metas conmigo!
—Mmm —dijo sin prestarle atención.
Ella se quedó boquiabierta mirando a su alrededor con pánico. Ahora entendía la situación en la que se encontraba. ¡Si actuaba de una manera autoritaria como antes, sin duda moriría más rápido!