No obstante, con ambas manos sosteniendo el panda de juguete, de repente se encontró en un dilema. Había ganado eso sólo porque quería regalárselo a ese pequeño niño, ¡su hermano menor!
Ahora estaba preocupado; no sabía cómo darle eso a su hermano.
Justo cuando estaba en dicho dilema, sintió que alguien lo estaba siguiendo.
Tenía un instinto agudo. Como su visión estaba un poco bloqueada por el panda gigante en sus brazos, se limitó a mirar por sobre su hombro hacia el suelo mientras seguía caminando hacia adelante.
Desde ese ángulo, vio una larga sombra que venía detrás de él.
Yichen tomó nota mental de ello. En una curva, dejó el panda de juguete en un banco y se dio la vuelta, ¡sólo para ver que el hombre al que acaba de derrotar venía detrás de él!
―¿Qué intentas conseguir siguiéndome?
Yichen estaba muy vigilante. Un solo vistazo, y supo que el hombre tenía malas intenciones. Por lo que ya estaba en guardia frente a él.