Lu Xinyi entró al apartamento y vio a Gong Yijun, parado en la escalera, esperándola. La miró con los ojos muy abiertos, sorprendido porque realmente regresara a casa hoy.
Alguna vez Lu Xinyi pensó que él era el hombre de sus sueños. Era guapo, tenía una gruesa cabellera negra y unos ojos cafés llenos de misterio. Él era paciente al cortejarla en la secundaria. Si no hubiese sido por Meng Jiao, ella no habría considerad ser su novia, sin embargo, través de los años, lo había empezado a amar.
¿Qué no era de amar? Era atractivo y encantador. Ahora, Lu Xinyi no podía verle el encanto ni verlo con los mismos ojos nunca más.
En comparación con su esposo, Gong Yijun era al menos 12 centímetros más bajo. Ni siquiera su contextura podía compararse con la masculina existencia de Shen Yi, quien podría hacer babear a cualquier mujer.
¿Él tenía una gruesa y negra cabellera? Bueno, Shen Yi tenía un sedoso y oscuro cabello que ella amaba tocar. No le pinchaba ni raspaba los dedos. Sin duda alguna, Lu Xinyi consiguió un hombre mejor.
—Xinyi —suspiró Gong Yijun.
Ella frunció el ceño.
—¿Qué quieres? Pensé que ya te habías mudado con Meng Jiao —preguntó fríamente mientras que le pasaba por un lado en las escaleras
La casa estaba desordenada, la ropa sucia estaba desparramada por todos lados. ¿Acaso no podía mantener el lugar limpio en su ausencia? ¿Acaso ella estaba siendo meramente su sirvienta en estos últimos meses?
—Xinyi, lamento haberlo arruinado. Sé que te lastimé, por favor dame otra oportunidad. Empecemos de nuevo. Terminé todo con Meng Jiao, por favor no me dejes así.
—Ajam
Como si ella fuese a creerle sus mentiras otra vez. Seguramente su infidelidad había empezado mucho antes de que ella los pillase.
Deja que se arrastre; deja que ruegue. Veamos quién es el que se está humillando a sí mismo ahora. Ya no había nada que ella pudiese darle, todo el amor y el respeto murieron cuando ella le rompió el corazón.
Si no fuese por Shen Yi…
Si no fuese por su esposo, Lu Xinyi no hubiese estado tan calmada y serena. Si no lo hubiese conocido, hubiese puesto en peligro su propia vida debido a todo el dolor y la depresión que le había causado este hombre.
Un desconocido la ayudó a recolectar las piezas de su corazón y las arregló por ella. Tampoco es como si Shen Yi supiese lo que hizo por ella, de todos modos.
—Por favor, Xinyi. No volverá a suceder, lo prometo. Juro que te trataré bien esta vez. Dame otra oportunidad para probarte que estoy arrepentido. No pierdas la fe en mí, no pierdas la fe en nosotros —rogó.
Lu Xinyi lo escuchaba, pero no le importaba. Le dio una mirada fría para hacerlo callar antes de empacar sus cosas e irse del departamento.
No había nada que él pudiese hacer para cambiar las cosas. Se acostó con Meng Jiao mientras ella se casaba con Shen Yi. Cuando la engañó, eligió desechar sus sentimientos. Le hizo creer que no merecía cariño y que no valía la pena luchar por ella. Ignoró sus suplicas mientras salía del lugar.
Si había algo que ella había aprendido en estas vacaciones, es que merecía algo mucho mejor que Gong Yijun. No debía resignarse a estar con alguien que no merecía su tiempo, amor y dedicación.
Lu Xinyi se fue sin decir otra palabra y caminó hacia donde Shen Yi la esperaba. Lo vio fuera de su auto, apoyado en el capó, esperándola. Se reincorporó apenas la vio caminando hacia él
No se necesitaban palabras cuando ellos se miraban. Ella sabía que Shen Yi sabía que ella estaba pidiéndole pidiéndole perdón. Sus ojos lucían llorosos otra vez y ella odiaba estar llorando por Gong Yijun.
Shen Yi la apoyó contra su pecho y la dejó llorar. Enterró la nariz en su cabello y le susurró:
"Nunca podrá lastimarte de nuevo".
Después del largo silencio entre ellos, en el que él la abrazaba mientras lloraba, continuaron su camino hacia la casa de Shen Yi. Según él, les tomaría una o dos horas llegar, dependiendo del tráfico en la ciudad. Lu Xinyi se quejó y decidió tomar una siesta rápida, dándole a Shen Yi un momento de tranquilidad mientras conducía.
Sin embargo, su pequeño receso se acabó después de una hora, cuando Lu Xinyi se despertó y comenzó a buscar bocadillos dentro de su bolsa. Eran casi las siete de la tarde, pero estaban atrapados en un atasco.
—Shen Yi, tengo hambre —dijo Lu Xinyi. Llevaban casi dos horas en la carretera y todavía no habían llegado a su destino.
—…—la ignoró.
—Shen Yi —llamó de nuevo, haciendo pucheros en su asiento mientras le suplicaba.
—¿No dijiste que habías empacado algunos aperitivos antes de salir del crucero?
—Ya no queda nada —dijo, enfurruñándose en el asiento delantero—. ¿Ya llegamos? ¿podemos cenar algo en el camino?
—Ya casi llegamos. Espera un poco más.
—Bueno —dijo Lu Xinyi, pero su propio estómago no estaba de acuerdo con ella. Le lanzaba rugidos estrepitosos. Shen Yi se rió a su lado. Ella realmente estaba hambrienta.
—Oye, ¿deberíamos anunciar nuestro matrimonio a tu familia pronto? —preguntó. Todavía habían cosas que aún no decidían.
—No, no demasiado pronto. Puedo lidiar con mi familia. Podríamos anunciarles en un mes o dos, talvez. Mi padre seguramente sospechará de nosotros si les decimos ahora —respondió. Sabía que no podía mantener su matrimonio en secreto durante mucho tiempo, pero prefería tomar algunas precauciones. De lo contrario, Lu Xinyi podría salir herida.
—Mi prima regresará pronto del País D. Le pregunté si acaso podía quedarme en su casa.
—Pensé que ya habíamos hablado de esto. Te quedarás conmigo.
—Pero Xiulan y yo ya habíamos conversado al respecto, incluso antes de que me pidieras que me case contigo.
—Absolutamente fuera de discusión. Te quedarás conmigo, y eso es definitivo —replicó.
—Pensé que habías dicho que no me obligarías a hacer nada —le recordó Lu Xinyi.
—Hay algunas excepciones, Xinyi. Ya deberías saberlo —murmuró sombríamente.
—Está bien, está bien. Lo entiendo. Hablaré con ella. Al menos deja que lo hable con ella una vez que haya llegado.
Lu Xinyi concedió. Ella realmente no debería poner a prueba su paciencia. Eran una pareja de recién casados, pero, a diferencia del resto, todavía había cosas que no sabían el uno del otro. Ella dejó atrás el tema para no enfurecerlo.
Supongo que tendremos que ver y aprender. Ella era una de las que no creía en el "amor a primera vista", pero después de conocer a Shen Yi, comenzó a cuestionarse a sí misma.
—¿Crees en el amor a primera vista? —preguntó ella, mirando por la ventana.
—¿Por qué preguntas?
—Nada, solo curiosidad.
Ambos se callaron, lo cual no era sorprendente, pero Shen Yi habló.
—¿Debo pasar por tu lado de nuevo para que podamos comprobarlo?
—¿Q-qué? —Lu Xinyi escupió. La sonrisa de Shen Yi se curvó.
—Eres imposible.
Shen Yi y sus coqueteos eran demasiado para ella. Hubo una vez que estaban cenando en el crucero cuando él le preguntó de la nada si acaso le gustaban las ofertas. Y cuando ella le preguntó por quéél estaba haciendo una pregunta así, su respuesta le dio un ataque de tos:
—Porque si estás buscando una buena oferta, en mi casa se rebaja la ropa al 100% —le respondió
Lu Xinyi quería sacarle la mierda por decir algo así en un lugar público. ¿Por qué diablos estaba soltero si podía coquetear con ella de esta manera?
El auto giró a la izquierda hacia el vecindario. Lu Xinyi permanecía absorta en sus pensamientos antes de que realmente prestara atención a dónde estaban. Frunció el ceño. Las casas de este vecindario…¿acaso era este algún tipo de subdivisión exclusiva? Ella nunca había estado en un lugar así antes.
Shen Yi redujo la velocidad del auto, viendo su casa cerca de ellos.
—Llegamos.
Los ojos de Lu Xinyi se abrieron a lo largo y ancho al ver el lugar. Su casa era de 2 pisos y tenía un patrón blanco y gris. Habían algunos árboles en el patio delantero para dar algo de sombra en el camino hacia la entrada.
—¿Esta es tu casa?
—Nuestra casa —Shen Yi la corrigió—. Bienvenida a casa, mi querida esposa.
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