Chapter 6: Capítulo 6: Gracias, Señor Salsa Holandesa
Editor: Nyoi-Bo Studio
LaOscuraSacerdotisa: Hola, Xinyi ¿Podrás pasar a buscarme este fin de semana?
Lu Xinyi se había olvidado de que su prima, Lu Xiulan, volvía del país D pronto. Al pensarlo, podría preguntarle si podía quedarse en su departamento una vez que terminaran las vacaciones en el crucero. No tenía planeado quedarse con Gong Yijun después de lo que él y Meng Jiao le habían hecho.
Escribió una respuesta rápido a Lu Xiulan, sin darse cuenta de lo raro que la miraba Shen Yi en ese momento.
AsesinaCereal: Obvio, hermana ¡No te olvides de mí suvenir! Y, ¿crees que podría quedarme en tu casa por unas semanas?
LaOscuraSacerdotisa: ¿Eh? ¿Qué pasa? ¿Tuvieron una pelea de nuevo?
Lu Xiulan le había contado que algo andaba mal con Gong Yijun. Su prima no aprobaba la relación, incluso cuando habían empezado a salir. Hasta le dijo que no sea amiga de Meng Jiao, ya que esa mujer había tenido mala reputación en la universidad.
Lu Xinji se arrepentía de no haber escuchado a Lu Xiulan. Si tan solo no fuera tan inocente y estúpida, habría evitado que ellos dos la lastimaran y jugaran con ella.
AsesinaCereal: Terminamos. Necesito un lugar donde quedarme por un tiempo.
LaOscuraSacerdotisa: ...
AsesinaCereal: Es en serio, hermana.
LaOscuraSacerdotisa: ¡Oh por dios! ¡Finalmente! Tendrías que haberte deshecho de él hace mucho tiempo ¡No era suficientemente bueno para vos, Xinyi! Te mereces algo mucho mejor que él.
Lu Xinyi se preguntó a qué se refería Xiulan ¿Acaso ya sabía sobre Gong Yijun y Meng Jiao?
AsesinaCereal: Gracias por estar siempre para mí, Xiulan.
Todavía se acordaba de los tiempos difíciles que tuvo después de la muerte del padre. Tenía solo cinco años y no tenía idea de lo que pasaba a su alrededor. Sin embargo, cuando la madre le dijo que papi no iba a ir más a casa, la vida empezó a volverse difícil y sin esperanzas.
———
Shen Yi miró intensamente a su mujer panqueque. Eran aquellos inusuales y oscuros ojos que brillaban con diversión que nadie nunca había visto antes. Si su familia hubiera estado allí, probablemente hubieran pensado que estaba enfermo o loco. Tenía los ojos llenos de una emoción que no podía explicar.
Sin duda alguna, esa mujer era única en su especie, nunca había conocido a alguien así en sus treinta años de vida.
Él levantó el tenedor y comenzó a comer en silencio, mientras Lu Xinyi seguía prestándole atención al teléfono. Prefería un desayuno liviano a diferencia de la mujer que tenía enfrente, que había ordenado uno abundante. Siempre creyó que a las mujeres les preocupaba la figura, pero, cuando antes la vio disfrutar y saborear el desayuno sola, Shen Yi pensó que a ella no le importaba eso.
Cuando Lu Xinyi terminó de hablar con su prima, notó que Shen Yi ya había empezado a comer. Todavía no tenía idea de que quería él de ella. Miró el plato de él. Nunca antes había visto algo así.
El conocimiento que tenía sobre platos y técnicas culinarias era limitado. Su padre había sido chef y le había enseñado los métodos y las técnicas básicas de la cocina, pero, sin embargo, todavía había muchas cosas que no sabía.
El desayuno de él consistía en un pedazo de pan y encima tenía un huevo poché, tocino y una salsa cremosa, gruesa y amarilla que no conocía con algunos perejiles cortados como guarnición.
—¿Qué es eso? —No puedo evitar preguntar.
Shen Yi levantó la mirada y la vio mirando su desayuno como un gato curioso que esperaba la oportunidad de robárselo.
—¿Te refieres a esto? —preguntó moviendo un costado de la comida.
Lu Xinyi asintió.
Quizás ese plato es común para la gente rica como él, pensó ella mientras se frotaba la barbilla.
Shen Yi dudo en responder ¿Qué le pasaba a esa mujer? Parecía como si estuviera más interesada en la comida de que en él.
—Esto se llama Huevos Benedictinos.
—¿Qué es esa salsa cremosa encima de eso? —Lu Xinyi señaló la amarilla y gruesa crema que estaba en la comida.
—Ah, eso es la salsa holandesa.
—¿Holandesa? —Los marrones y redondos ojos pestañaron y la boca formó un "Oh" que causó que el labio inferior sobresaliera un poco. La expresión de ella lo aturdía mientras que miraba sus labios carnosos—¿Qué es una salsa holandesa?
Shen Yi se abofeteó mentalmente e inclinó la cabeza en la dirección de ella, mientras se preguntaba por qué le daba tanta curiosidad esa comida.
—Es una salsa hecha con yema de huevos y jugo de limón ¿Quieres probar?
Antes de que Lu Xinyi pudiera rechazar la oferta, un tenedor con un poco de Huevos Benedictinos esperaba a que ella abriera la boca. Miro los ojos de él con el ceño fruncido, pero, sin embargo, abrió la boca para aceptar la oferta.
Masticó lentamente para saborear y escudriñar el saber extranjero en la boca. El sabor le hacía cosquillas en las papilas gustativas. No era abrumador, pero los sabores le explotaban en la boca, lo que hizo que cerrara los ojos de placer. Podía sentir el gusto del panecillo, tocino y huevo, pero lo que más la sorprendió fue el gusto de la salsa.
Tenía gusto a huevo cremoso, también mantecoso y un poco agrio. Nunca antes había probado algo igual. El gusto en la boca era como el de la mayonesa común que tenía en la alacena, pero esta salsa holandesa era rica en textura y el gusto a limón mantecoso se complementa muy bien con las yemas de huevo. También, podía sentir un toque de pimienta, que le añadía un gran gusto a la salsa.
—¿Te gusta?
—Mucho. Gracias, Señor Salsa Holandesa —dijo Lu Xinyi y mantuvo los ojos cerca.
Shen Yi se aclaró la garganta y se forzó a mirar hacia otro lado, mientras que Lu Xinyi con los ojos cerrados seguía saboreando el gusto de los Huevos Benedictinos. Siempre pensó que los Huevos Benedictinos eran un plato simple y común, pero si Lu Xinyi lo disfrutaba, quizá no era tan malo.
Quizás sea una amante de la comida, pensóél.
Al otro lado del salón comedor, una mujer estaba muy furiosa, mientras que acechaba a la pareja. Los vio discutir antes, luego la mujer saco el teléfono e ignoro a Shen Yi.
Xia Yuhan resopló exasperada. Tenía las manos apretadas sobre la mesa con la mirada fija en Shen Yi y su supuesta novia. Nunca antes había visto una mujer en su sano juicio, que ignorara la presencia de Shen Yi. Antes de que terminaran las vacaciones, debía deshacerse de la mujer de Shen Yi o nunca más tendría la oportunidad de obtener la aprobación de su familia.
Chapter 7: Capítulo 7: ¿Cómo acabas de llamarme?
Editor: Nyoi-Bo Studio
Lu Xinyi abrió los ojos y lo vio mirándola.
—¿Qué?
Shen Yi se encogió de hombros. No quería hacerla enojar antes de hacerle la propuesta.
—Bueno, acerca del trato del que te hablaba antes, quería que tú...
—Oye, mira. Tu novia nos está mirando. —Lu Xinyi señaló en la dirección de Xia Yuhan, a quien agarraron con la guardia baja. Abrió los ojos tan grande, que parecía un niño al que acaban de atrapar robando una galletita del frasco.
Siguió el dedo y Shen Yi se maldijo por no haber notado que Xia Yuhan los había estado mirando todo ese tiempo. No podía hacer un trato con Lu Xinyi de esa manera. Estaba decepcionado de no poder hablar con la señorita Panqueques sin que los molestaran, dejo de sonreír y frunció el ceño.
Se incorporó tan abruptamente del asiento, que sorprendió a Lu Xinyi. La agarró del brazo e hizo que lo siguiera.
—¡Oye! ¡Mi comida! Todavía no termine de comer mi desayuno —se quejó Lu XInyi mientras intentaba luchar contra el agarre de él.
—Pensé que ya habías terminado, mi amor. Solo estabas comiendo postre ¿No te preocupa que te vaya a reemplazar por una mujer hermosa y sexy? —Shen Yi hablaba con un tono más alto de lo usual.
Lu Xinyi lo miró boquiabierta y, otra vez, no se dio cuenta de que le había permitido llevarla a otro lugar ¿Por qué la estaba exhibiendo como la pareja de todos modos?
—¡Cómo si me importara! ¡Devuélveme mi cheesecake! —se quejó, pero Shen Yi la ignoró.
—Pero mi amor, ¿pensé que habías dicho que necesitabas perder peso?
Lo fulminó con la mirada al señor Salsa holandesa ¡Qué grosero! ¿Cómo se atrevía a usar la carta sobre el peso para derrotarla? Primero que nada, no tenía sobrepeso. Bueno, quizá había comido demasiado esos días, pero tener el corazón roto era una buena razón para comer lo que quisiera.
Lu Xinyi tiró del brazo, pero fracasó. Solo podía mirar a la mesa donde había quedado el delicioso cheesecake.
—Adiós cheesecake.
Sollozó.
—Este malvado hombre nos separó, pero me vengare de él.
Sollozó.
Estaba tan distraída con su postre favorito, que no se dio cuenta de que Shen Yi la había llevado a una de las suites privadas del crucero.
—Muy tarde para huir, ¿no? ¿Xinyi?
Sus ojos deambularon por la habitación. Realmente, no esperaba que así fueran las suites lujosas. Nunca había estado en una, pero al asumir que la gente rica le gusta tener lo mejor, quizás no debía sorprenderse.
Shen Yi dejó que mirara todo a su alrededor y se entretuvo al ver que los ojos le brillaban con placer.
—¿Esta es tu suite? —preguntó.
—Sí.
—¡Madre santa! ¿Eres un narcotraficante o algo parecido? —preguntó Lu Xinyi. Se quedó boquiabierta cuando entró en la suite. Se sorprendió de verdad al ver la diferencia entre su camarote y esa suite. Hacía que el camarote pareciera una caja de zapatos al lado de la suya.
Shen Yi soltó una risita ante aquellas palabras, antes de negar con la cabeza.
—Las palabras que salen de tu boca a veces…—suspiró—…trabajo en una empresa de bienes raíces ¿Qué crees que hago?
Lu Xinyi giró para verlo. Luego lo miró de pies a cabeza, lo que causó que Shen Yi se sintiera incómodo en el lugar. Tenía muchos admiradores que lo miraban de arriba a abajo y le sonreían coquetamente. Ya estaba acostumbrado a las risitas que las mujeres hacían cada vez que caminaba por el vestíbulo de la oficina.
Pero eso, de alguna manera, se sentía distinto para él.
Ella se sentó en el sillón de cuero de la sala de estar. La suite estaba llena de comodidades lujosas. Con estimación, esa podía ser una suite de cien metros cuadrados. Hasta había un bar privado enfrente de ella. No le sorprendería si había una cama de dos plazas en la habitación con estupendos efectos de luz y una ventana grande y redonda para que tuviera una mejor vista del exterior.
Lu Xinyi inclinó la cabeza hacia un lado.
—Un rígido hombre de negocios —hizo una pausa— dime, por favor, que no eres un fugitivo en fuga.
Al escuchar esas palabras, Shen Yi no puedo evitarlo y estalló en carcajadas. La señorita Panqueques era, de verdad, única.
—¿Por qué esas son las únicas dos opciones? –preguntó, mientras intentaba reprimir la risa.
Lu Xinyi se encogió de hombros e hizo una mueca.
—Porque señor Salsa holandesa, no conozco todos los puestos en una empresa —confesó.
—¿Cómo acabas de llamarme?
Ella parpadeó. Él la miró, mientras que esperaba una explicación.
—Porque no me dices tu nombre a pesar de que yo te dije el mío. Asumo que no quieres que sepa quién eres, entonces te voy a llamar señor Salsa holandesa de ahora en adelante.
Shen Yi asintió. Aquella explicación tenía sentido. Por lo menos, sabía que ella no lo iba a forzar a decirle el nombre e identidad.
—Está bien, señorita Panqueques.
¡Ese nombre de nuevo! ¿Por qué todavía la llamaba con ese sobrenombre cuando ella ya le había dicho el nombre? Lu Xinyi apretó los dientes. Ese hombre definitivamente sabía que decir para provocar su enojo.
—¿Por qué me dices señorita Panqueques de todos modos?
En vez de responder la pregunta, Shen Yi la miró directo a la cara, antes de mirar hacia abajo al pecho plano. Al seguir la dirección de la mirada de él, ella...
—...
El silencio los envolvió a los dos.
Lu Xinyi sintió que una vena en la cabeza saltaba por la rabia que sentía contra ese descarado e irritante hombre. Antes de que Shen Yi pudiera reaccionar, apenas vio un zapato que volaba hacia su apuesto rostro.
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