Gandaph tardó menos de tres minutos en completar el desmantelamiento. Sacó una gota del tamaño de un puño de una sustancia negra con sus manos desnudas, y parecía que estaba amasando una bola de baba negra. Parecía asfalto derretido.
No había sutileza, ni aura de maná, nada. Pero Gandaph puso esa masa con mucha cautela en una caja de obsidiana. Luego puso tres capas de sellos en la caja. El sello interior era una capa gelatinosa hecha del caparazón de una tortuga Trapa, mientras que las otras dos capas eran una matriz y un sello de maná.
El sello no era poderoso, pero tenía una propiedad: ¡podía sellar maná!