Lin Yun asumió con calma la tarea de bloquear a las bestias mágicas. Después de esa pequeña distracción, el equipo comenzó a moverse por el bosque una vez más después de haberse detenido por un rato.
Tal vez a causa de la aproximación hacia el centro del bosque primitivo, la frecuencia de los ataques de las bestias mágicas había aumentado considerablemente. Al principio, al grupo le había llevado uno o dos días encontrar a un par de bestias mágicas errantes pero, ahora, se encontraban con ellas varias veces al día.
En especial en los últimos días, ya no se podía hablar de encuentros frecuentes, sino que hasta se podían describir como continuos.
El grupo no se había movido mucho cuando un grito ensordecedor resonó en sus oídos.
Escuchar un aullido así normalmente significaba que las antiguas bestias mágicas que controlaban esa parte del bosque ya habían detectado a los intrusos. Eso conduciría a una batalla inevitable.