Chapter 725: Extra 19: El mundo he de cambiar (7)
"Tal vez necesite un Yokai más humanoide" - murmuró Kurama mientras suspiraba con pesar porque él pensaba que con el cuervo, él podría encontrar una pista, aunque tal parecía que las cosas no serían tan fáciles como pensaba - "Mejor regreso con los demás..."
Kurama estaba a punto de retirarse, cuando sintió algo extraño en los alrededores, como si alguien lo estuviera observando, aunque rápidamente decidió ignorarlo y concentrarse en el problema que tenía delante de él.
Cuando el hombre de cabello blanco desapareció, la silueta de un hombre apareció detrás de un árbol.
"Este poder, no hay duda, ese hombre es un Daiyokai" - murmuró el hombre cubierto por lo que parecía ser un abrigo hecho con el cuerpo de un mandril blanco - "Y está cerca de la sacerdotisa de la Perla de Shikon, esto puede complicar mis planes..."
El hombre se quedó en silencio antes de fruncir el ceño debajo de su abrigo que cubría todo su cuerpo - "No, no puedo dejar que un simple Yokai me impida cumplir con mi deseo"
Rápidamente, él desapareció del lugar, sin saber que los engranajes del destino estaban empezando a girar en una dirección desconocida.
* * * * *
"¿Regresaste?" - dijo Kagome con sorpresa al ver como Kurama aparecía delante del grupo.
"No, él todavía está lejos, es solo que esta es una imagen residual" - respondió Inuyasha con sarcasmo, solo para impactar su cuerpo contra el suelo gracias al hechizo de Kagome - "Grr"
"En serio, deberías de pensar mejor las cosas antes de molestar a la persona que puede torturarte sin siquiera tocarte" - dijo Kaede mientras negaba con la cabeza.
"Guarda silencio, anciana" - gruñó Inuyasha con el ceño fruncido - "Sigo sin poder creer que el camarón que seguía a Kikyo para todos lados, ahora sea una vieja decrépita"
La ceja de Kaede tembló ligeramente, aunque no respondió a las palabras del Hanyo porque era cierto. Ella ya estaba vieja y no había argumento para poder negar esta verdad.
"¿Dónde estabas, Tousan?" - preguntó Izumi con curiosidad.
"Estaba en un campamento de ladrones cercanos, me encargué de ellos luego de sentir una presencia demoníaca en el lugar" - respondió Kurama con honestidad.
"¿Ladrones?" - repitió Kaede con sorpresa.
"Si, unos que tenían un campamento en aquella montaña" - respondió Kurama mientras apuntaba hacia la montaña cercana.
"Oh, te refieres a ellos, sí, unas personas crueles y sin remordimiento" - dijo Kaede con el ceño fruncido - "Gracias por limpiar nuestros alrededores, aunque tengo curiosidad por la presencia demoníaca de la que hablas"
"Oh, era un cuervo Yokai, probablemente de unos dos o tres años de mutación" - respondió Kurama mientras se encogía de hombros, para luego mirar a Yura - "¿Cómo va tu entrenamiento?"
"Bien, aunque es difícil, necesito estar todo el tiempo concentrada o si no voy a destruir la maldita hoja" - respondió Yura con el ceño fruncido mientras movía su pequeña nariz - "En serio, esta hoja no podría estar en peor estado"
"Oh, lo puede" - respondió Kurama con una enorme sonrisa mientras le daba una hoja seca que parecía que se rompería en cualquier segundo.
La expresión de Yura se oscureció mientras maldecía internamente su enorme boca por haber dicho algo tan estúpido.
Kagome sonrió al ver como la perra había conseguido su merecido.
"En cuanto a ti..." - dijo Kurama mientras sacaba un talismán y lo ponía sobre la frente de la chica del futuro.
"¿Eh? ¿Qué es esto?" - preguntó Kagome mientras fruncía el ceño, solo para sentir como todo a su alrededor parecía ponerse borroso - "¡¿Qué me has hecho?!"
"Solo estoy interfiriendo con tu control espiritual, esto lo hice para hacer tu entrenamiento mucho más difícil" - respondió Kurama mientras miraba a la chica.
"¡Se supone que el entrenamiento tiene que facilitar mi trabajo, no hacerlo más difícil!" - exclamó Kagome con irritación mientras intentaba concentrar su poder espiritual en un punto como lo había hecho antes, solo para ver como sus esfuerzos eran inefectivos - "¡¿Por qué?!"
"Porque así podrás concentrar tu poder espiritual en cualquier situación, incluso en momentos críticos, como por ejemplo, una emboscada" - respondió Kurama con honestidad - "Piénsalo, en el momento que tu oponente te ataque y tú no puedas reaccionar, estás muerta"
Kagome se quedó en silencio antes de empezar a llorar.
Kurama suspiró cuando vio esto, después de todo, esta chica había tenido una vida normal hasta ahora y solo tenía unos 14 - 15 años a lo mucho.
"Quiero regresar a casa..." - dijo Kagome con lágrimas en los ojos.
"Tranquila, lo harás" - respondió Kurama con calma - "Te prometo que cuando este día termine, tú estarás en tu hogar, además, tengo curiosidad por ver tu futuro"
"¿Eh?" - Kagome paró de llorar y miró a Kurama con una expresión de sorpresa - "¿En serio vas a ir al futuro conmigo?"
"Sí, tengo curiosidad por ver la sociedad humana del futuro" - respondió Kurama con calma.
"No creo que sea una buena idea que un Daiyokai vaya a un lugar donde solo existen humanos" - dijo Kaede con el ceño fruncido.
"Si de verdad quisiera hacer algo, solo hubiera seguido a Kagome mientras ella regresa y así causo estrago sin mostrar mi presencia" - respondió Kurama mientras ladeaba la cabeza.
"Oh, tienes un punto" - asintió Kaede mientras pensaba un poco más en la situación general. Kurama era un monstruo en todos los términos de la palabra, y aún así él era una persona con la que ella podía entablar una conversación, sin contar que él no parecía estar interesado en la perla, pero eso podría ser una simple pantalla que él puso para ganarse su confianza. Kaede rápidamente sacudió la cabeza cuando pensó esto porque no tenía sentido, o sea, Kurama podía tomar la perla con suma facilidad, así que no había necesidad de darle tantas vueltas al asunto.
"Eso es un poco aterrador, aunque me calma un poco, además, prefiero tener a alguien con quien sé que puedo hablar, en vez del señor perro gruñón" - respondió Kagome con desdén mientras miraba al iracundo Inuyasha.
"Tousan..." - dijo Izumi con el ceño fruncido porque a ella no le gustaba la idea de separarse de su padre.
"Tranquila, volveré dentro de poco, además, tienes que empezar a extender tus alas como tus hermanos" - respondió Kurama mientras negaba con la cabeza - "Ellos ya han elegido sus caminos, mientras que tú todavía estás a mi lado como si fueras mi sombra, mi pequeña princesa"
"No soy una niña, no me llames princesa" - bufó Izumi mientras su cola de zorro se movía de un lado para otro.
Kagome le dio una mirada en blanco porque era obvio que la chica no estaba molesta en lo más mínimo.
Inuyasha observó esta interacción mientras pensaba en cómo hubieran sido las cosas si su relación padre hubiera sido igual a la que Kurama tenía con su hija. Él rápidamente sacudió la cabeza, después de todo, eso no importaba ahora que todo había pasado, y no había forma de cambiar el pasado.
"En fin, voy a llevar a Kagome-san a su hogar, revisar los lugares cercanos y te traeré un recuerdo, luego podré llevarte para que veas el lugar conmigo, incluso podría intentar llevarlos a ustedes" - respondió Kurama con una sonrisa.
"Ok, pero no te demores" - murmuró Izumi mientras movía su cola de zorro de un lado para el otro.
Kurama asintió antes de decirle a la chica que lo guiara.
"¿Qué hay de mi, maestro?" - preguntó Yura mientras miraba al hombre de cabello blanco.
"Entrena, cuando vuelva quiero ver tu progreso, y si lo haces bien, te prometo que te daré un premio" - dijo Kurama mientras asentía en su dirección.
"¿Un premio?" - repitió Yura mientras miraba el hermoso cabello del Kitsune de diez colas.
"Sí" - asintió Kurama mientras él se retiraba junto a Kagome.
Inuyasha lo observó irse antes de ponerse a pensar, así que rápidamente miró a Izumi - "Dime, ¿Hay alguna forma en que pueda fortalecerme?"
"Tu raza se especializa normalmente en el combate cuerpo a cuerpo y en el poder físico, así que creo que tengo una forma de poder ayudarte" - respondió Izumi con una pequeña sonrisa mientras tomaba la mano del chico, quien solo se sonrojó ligeramente, aunque rápidamente volvió a su típica expresión enojada.
Izumi notó esto, aunque no hizo nada para intentar molestarlo o remarcarlo, ella solo sonrió mientras guiaba al Hanyo a un lugar lejano.
Kaede observó esta interacción mientras levantaba una ceja porque aunque no quisiera admitirlo, Izumi era mucho mejor pareja que su hermana. Kikyo era una mujer fuerte, decidida, pero tenía muchos fallos, como por ejemplo su apatía por casi todas las cosas, ella era de las personas que no mostraba muchas emociones, y cuando lo hacía, no parecía haber muchos cambios en sus expresiones.
"Espero que esta interacción pueda curarte, Inuyasha" - murmuró Kaede mientras cerraba su ojo. Ella había escuchado su versión de la historia de parte de Inuyasha, así que sabía que algo o alguien había intervenido durante los últimos momentos de la relación entre el Hanyo y la Sacerdotisa, es por eso que ahora ella estaba feliz de ver nuevamente al chico que conoció durante su infancia, el mismo que había abierto su corazón a su apática hermana.
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[Origen] Cap 688 <--- Disponible en Pa treon.
[La Leyenda del Kyubi: Vol 4] Extra 19(22) <--- Disponible en Pa treon.