"Nada mal" - dijo Obito luego de recibir la información de como su ejército había vuelto a sus números antes de la invasión de Kumo.
"Sus números han vuelto a la normalidad, pero su nivel de poder sigue siendo mínimo" - respondió Zetsu Negro mientras fruncía el ceño - "Tenemos que empezar a atacar aldeas shinobis para poder aumentar el poder de nuestro ejército, o solo serán carne de cañón durante la próxima guerra que se aproxima"
"El objetivo del ejército de Zetsu blancos es solo crear una distracción y darnos todo el tiempo que podamos, sin contar que la mayor habilidad que estos tienen no es su fuerza, sino la habilidad de mimetizarse con el ambiente, así como tomar la apariencia de otras personas para causar caos en las filas enemigas" - dijo Obito mientras fruncía el ceño - "Además, si atacamos alguna aldea shinobi, es posible que Konoha o alguna de las otras Grandes Aldeas descubran nuestras intenciones..."
"Cierto, aunque eso nos daría mejor abono para nuestro ejército" - respondió Zetsu Negro mientras negaba con la cabeza - "Mientras más shinobis nos lancen, menos fuerza tendrán para la guerra que están a punto de declarar"
". . ." - Obito guardó silencio unos segundos mientras pensaba en las palabras del ente negro - "Tienes razón, pero es mejor que no hagamos un movimiento tan brusco, después de todo, todavía podemos usar este tiempo de relativa paz para aumentar nuestras probabilidades de victoria"
Zetsu no dijo nada en respuesta a estas palabras porque encontraba que su compañero tenía razón - "Bien... no enviaré a nuestro ejército a atacar aldeas shinobis, aunque eso no significa que no cazaré a esos pequeños peces que están fuera del estanque"
"Mejor cambiemos de tema, ¿Alguna información sobre le Kyubi y el Nibi?" - preguntó Obito mientras miraba a su compañero.
"Veamos, el Kyubi ha estado en Kiri por unas cuantas horas y por su dirección, diría que fue a hablar con el Daimio de Mizu no Kuni" - respondió Zetsu Negro mientras negaba con la cabeza - "Es lo único que pude encontrar porque ya sabes, si uno de nuestros espías se acerca demasiado, este muere a los pocos segundos. En cuando al Nibi, no hemos tenido información adicional a la que ella todavía está en Uzu, lo cual es un problema porque ahora que Kushina terminó con las Barreras que cubren a esa maldita aldea, ya no podemos hacer mucho, al menos por el momento"
Zetsu en verdad odiaba al clan Uzumaki, después de todo, era un clan que era descendiente directo del Rikudou Sennin, es por eso que había puesto cartas en el asunto y había hecho que las demás aldeas destruyeran por completo la tierra ancestral del clan Uzumaki, una lástima que hubo algunos sobrevivientes, un error en sus cálculos, ¿O acaso era mejor decir que menospreció a esos peces que lograron escapar de la red?
"¿Qué estás pensando?" - preguntó Obito al notar el ceño fruncido de su compañero.
"Que me arrepiento de no haber eliminado a algunos insectos que ahora son una plaga en mi jardín..." - respondió Zetsu Negro con irritación.
* * * * *
"Te odio, Ao..." - dijo Mei mientras gruñía con fiereza ante la presencia de su antiguo subordinado.
"Yo también la quiero, Mei-sama" - dijo Ao con sarcasmo mientras firmaba el último documento - "Y puede que me haya ganado su ira, pero tiene que entender que usted fue la que se ganó esto, después de todo, todos estos documentos los escribió usted"
"Solo cállate y terminemos con esto, quiero darme una ducha para poder ir a mi cita especial" - dijo Mei con irritación. Ella a duras penas estaba resistiendo las ganas de incinerar al hombre de edad avanzada que estaba frente a ella.
"Oh, se me estaba olvidando" - dijo Ao con una ligera incomodidad.
"Algo me dice que estás a punto de darme malas noticias" - respondió Mei mientras sentía como su chakra empezaba a salirse de control - "Habla Ao, habla ahora o guarda silencio por toda la eternidad"
"Se me olvidó decirle que durante esta semana hemos tenido un intercambio cultural con diversas aldeas cercanas, es por eso que la gran mayoría de nuestros hoteles y restaurantes han estado reservados por días" - respondió Ao mientras se rascaba la mejilla, solo para retroceder en terror cuando notó la fría mirada que la mujer de cabello castaño rojizo le estaba dando.
"¿Algo más que tenga que saber?" - preguntó Mei con una voz tan fría que podría darle escalofríos al interrogador más fiero.
"No que yo sepa" - respondió Ao mientras le daba una sonrisa forzada a la mujer que antes era su líder.
"Ok, supongo que tendremos que usar la sala vip" - dijo Mei mientras fruncía el ceño.
"Oh, lamento decirte que eso no será posible" - respondió Ao mientras se encogía ante la furia femenina de Mei - "La verdad, es que la [Iglesia de Sekkusu Kami-sama] está usándola en estos momentos, dijeron algo sobre sentir la energía que Kurama-sama dejó en ese lugar luego de que él se fuera de Kiri"
". . ." - Mei podía sentir como su furia estaba a punto de explotar y para su desgracia, Ao estaba a punto de recibir el poder de la explosión, aunque para su suerte, Kurama apareció en el momento justo - "¿Qué es lo que sucede?"
"¡Kurama-kun! ¡Escucha lo que pasó!" - exclamó Mei con lágrimas en los ojos, como si fuera una niña que había sido molestada por un grupo de matones y por fin había encontrado la seguridad.
Ao por su parte, solo pudo mirar con una gota de sudor corriendo por su frente ante el cambio tan repentino de actitud que la mujer había demostrado.
"Ya veo..." - murmuró Kurama mientras asentía luego de escuchar las palabras de Mei - "¿Por qué no usaste los Kage Bunshin para terminar más rápido?"
Mei intentó decir algo, pero guardó silencio al no encontrar argumentos para refutar las palabras del pelirrojo. Ella a duras penas podía resistir el impulso de azotar su cabeza en el escritorio de su antiguo subordinado por olvidar un detalle como el uso de clones para facilitar su trabajo - "Ugh, me siento como una idiota..."
"En cuanto a no poder usar un hotel o un restaurante, eso ya está solucionado" - respondió Kurama mientras negaba con la cabeza - "Hice una reservación en el mejor hotel y restaurante de Kiri, no fue difícil luego de hablar con el Daimio"
"¡Eres el mejor, Kurama-kun!" - exclamó Mei mientras saltaba a los brazos del pelirrojo y le daba un apasionado beso - "¿Qué haría sin ti?"
"Probablemente estarías todavía en el puesto de Mizukage" - respondió Kurama con calma.
"Oh, él tiene razón" - respondió Ao mientras maldecía internamente al pelirrojo por darle un trabajo tan mierda como el ser líder de Kirigakure no Sato.
"Supongo que tengo que agradecerte por quitarme ese peso de encima" - respondió Mei mientras le daba un guiño, para luego lamerse los labios - "Y créeme, sé como hacerlo"
"Ok, eso fue suficiente, no quiero seguir escuchando sobre como van a tener sexo" - dijo Ao mientras fruncía el ceño - "En cuanto usted, Mei-sama, me gustaría que por favor se controlara un poco"
"Oh, vamos, he estado esperando esto por un año como mínimo, déjame disfrutar del momento" - dijo Mei con el ceño fruncido, solo para soltar un suspiro al notar la mirada seria de su antiguo subordinado - "Bien, voy a controlarme, o al menos lo voy a intentar"
"Eso es más de lo que esperaba" - respondió Ao mientras negaba con la cabeza, solo para notar como alguien tocaba la puerta.
"Supongo que esa es nuestra señal de retirada" - dijo Kurama mientras tomaba a Mei en sus brazos y desaparecían en un destello rojo.
"Ok, podría acostumbrarme a esto" - dijo Mei antes de retirarse del lugar.
"Bueno, al menos ella es feliz..." - dijo Ao con una sonrisa mientras le indicaba a la persona que estaba fuera que entrara.
"Lamento la interrupción, Ao-sama" - dijo la secretaria mientras miraba alrededor.
"¿Qué es lo que sucede?" - preguntó Ao mientras levantaba una ceja porque que él supiera, no había ninguna reunión durante el resto del día.
"Uno de los hombres del Daimio ha enviado algo para usted..." - dijo la secretaria con una sonrisa forzada.
"Ok, tengo un mal presentimiento, pero por favor continúa" - dijo Ao mientras miraba a la secretaria, solo para notar como esta salía de su oficina y volvía a entrar acarreando una carretilla.
". . ." - Ao se quedó en silencio mientras sentía como las lágrimas empezaban a acumularse en sus ojos.
"Daimio-sama dijo que todos estos documentos eran temas relacionados a la conversación que tuvo con Kurama-sama" - respondió la secretaria mientras se limpiaba el sudor de la frente porque la carretilla era pesada, cosa obvia por el tamaño de la pila de documentos que estaba acarreando - "Él ya firmó y aprobó alguno de ellos, pero otros necesitan de su firma para ser aprobados, ya que tienen directa relación con Kirigakure no Sato"
". . ." - Ao mantuvo su silencio mientras pensaba en las palabras que había dicho Mei cuando fue obligada a ayudarlo con el papeleo - "¿Crees que si salto por la ventana me pase algo?"