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4.29% La Leyenda del Kyubi [Español] / Chapter 36: Capitulo 33: La princesa de ojos rojos

Chapter 36: Capitulo 33: La princesa de ojos rojos

"Me gustaría que todo llegara hasta aquí" - dijo una voz mayor - "No me gustaría que la situación pase a mayores"

"Tú sabes muy bien lo que pasa cuando alguien intenta poner en peligro a mis seres queridos" - respondió Kurama con frialdad mientras mantenía su mirada en el Jonin fumador - "Tú estuviste presente cuando dejé en el hospital a Minato"

"Lo sé... pero eso no cambia el hecho de que estás a punto de atacar a mi hijo, Kurama-kun" - suspiró Hiruzen mientras se mostraba al grupo.

"Mejor hazle caso, Monstruo" - dijo Asuma con una sonrisa condescendiente al ver que su padre había llegado pero antes de que pudiera continuar, sintió como lo tomaban del cuello - "Mejor guarda silencio porque estamos hablando los adultos"

"¡Kurama Uzumaki, te ordeno que sueltes a Asuma Sarutobi!" - exclamó el viejo Sandaime cuando vio como su hijo estaba siendo atacado.

". . ." - Kurama solo se quedó en silencio mientras seguía sin moverse un milímetro.

"¡¿No me escuchaste?!" - gritó Hiruzen con una creciente preocupación.

"Ya veo..." - murmuró el pelirrojo mientras arrojaba al suelo a Asuma.

"¡Agh!" - el Jonin fumador solo podía quejarse de dolor al sentir la fuerza del impacto.

"Muy bien... voy a dejarlo ir por esta vez..." - dijo Kurama mientras le daba una mirada a Hiruzen - "Pero no lo voy a hacer porque te tengo o miedo o porque estoy siguiendo tus órdenes como una marioneta... no... estás muy equivocado si piensas eso... lo estoy haciendo porque así estoy pagando el favor que me hiciste..."

". . ." - Hiruzen solo suspiró con pesar al ver que su relación con los Uzumaki se había roto completamente y que era muy probable de que arreglarla fuera casi imposible.

"Nosotros, el Clan Uzumaki de Uzushiogakure no Sato, pedimos bajo la ley número 75, sección 4, párrafo 7, que Konoha de ahora en adelante, tome la ubicación en que habitamos como una embajada internacional" - dijo Kurama con seriedad - "Como estipula la ley, nosotros, el Clan Uzumaki mantendremos nuestra relación de shinobis para Konoha pero tendremos el derecho de aceptar o declinar las peticiones que el Hokage nos dé y al mismo tiempo, si deseáramos retirarnos de la aldea, podremos hacerlo sin ningún tipo de bloqueo. Esta ley se aplica a todo Uzumaki que nazca o cualquier persona que se una al Clan a través de matrimonio o asilo"

"!" - los presentes se sorprendieron de que existiera pero Hiruzen tenía una mirada impactada.

"Recuerda Sarutobi... si Asuma intenta algo contra un miembro del Clan Uzumaki o alguna persona bajo su protección, será considerado como un ataque internacional y yo tendré rienda suelta para poder castigarlo de la forma que vea correcta, sea muerte, desmembramiento de extremidades o simplemente destruir su sistema de Chakra" - continuó el pelirrojo mientras miraba al joven Sarutobi con frialdad - "Espero que se te haya metido en la cabeza, Asuma porque la próxima vez que intentes algo estúpido, ni siquiera tu papi te podrá salvar de mi cólera"

Dicho eso, Kurama se retiró en silencio.

Hiruzen solo suspiró con pesar mientras pensaba en los pros y contras de la situación si atacaba al pelirrojo pero luego de un tiempo, él decidió no hacerlo.

Kurama era una fuerza de la naturaleza si es que liberaba todo su poder y sin ningún experto en Fuinjutsu, todo sería para nada. Jiraiya podría ayudarlo pero estaba seguro de que se negaría si sabía sobre como todo se originó y Kushina obviamente estaría de parte del joven pelirrojo.

Hiruzen solo podía ver a su hijo y pensar en como había terminado así.

"¿Qué hice mal cuando te crié?" - se preguntó pero nadie le daría una respuesta.

"Hiruzen-sama... pido permiso para retirarme..." - dijo Kurenai con seriedad. Ella no quería estar un minuto más cerca del hijo del Hokage.

El viejo Sandaime sabía de esto así que aceptó de inmediato aunque obviamente le advirtió que no dijera nada de lo que había sucedido.

"Asuma..." - murmuró Hiruzen mientras miraba a su hijo - "Por favor... no hagas nada estúpido... no te metas con los Uzumaki o con Kurenai de ahora en adelante..."

"¡¿Por qué ?!" - exclamó Asuma con furia - "¡Ella me pertenece!"

"Hijo... los seres humanos no son propiedad de nadie" - dijo Hiruzen con dolor al ver lo mucho que había cambiado el amable niño que corría detrás de él - "Ella tiene el derecho de decidir que o no hacer"

"¡No!¡Ella me pertenece!¡He esperado por más de 10 años!" - gritó Asuma sin importarle las advertencias de su padre - "¡Y ella será mía de una forma o de otra!"

Dicho eso, él procedió a retirarse.

". . ." - Hiruzen solo quedó en silencio mientras veía como su hijo se retiraba o mejor dicho caminaba hacia una muerte segura. Kurama solo lo perdonó porque estaba pagándole a Hiruzen por todos los favores que había hecho por el Clan Uzumaki.

"Anbu..." - murmuró el Hokage.

"¡Hai!" - exclamaron Neko y Karasu. Los dos habían visto como todo se había desarrollado porque estaban de guardias del Hokage.

"Quiero que vigilen a Asuma..." - ordenó el Sandaime - "Si intenta hacer algo contra Kurama o Kurenai, quiero que lo noqueen y lo lleven de vuelta a la residencia Sarutobi... ahí tendré a otro grupo de Anbus para vigilarlo"

"¡Hai!" - los Anbus rápidamente desaparecieron del lugar para seguir las instrucciones de su superior, quien solo podía lamentar que todo haya terminado de esta forma

* * * * *

En estos momentos, Kurama estaba caminando con dirección a su hogar. Él ya no tenía ganas de ir a entrenar, así que decidió volver a casa para poder informarle a Kushina sobre la situación.

La gente estaba abriéndole paso porque podían notar que algo le había pasado al alegre joven, después de todo, él traía una mirada fría en su rostro.

"¡Kurama-kun, espera!" - exclamó Kurenai mientras corría detrás de él.

Kurama le dio una mirada pero no se detuvo.

"¡Por favor, espera un segundo!" - gritó nuevamente la kunoichi de ojos rojos - "¡Quiero hablar contigo!"

"Qué es lo que quiere..." - dijo Kurama con frialdad pero rápidamente se calmó cuando escuchó el tono que tenía - "Lo siento Kurenai sensei... lamento que me esté desquitando con usted..."

Kurenai solo se mordió el labio - "No... yo soy quien lo lamenta... si no fuera por mi, nada de esto hubiera pasado..."

"Se equivoca" - negó el pelirrojo - "No es su culpa, sino de Asuma..."

Kurama no podía culpar a Kurenai por esta situación ya que ella era la víctima.

"Gracias..." - murmuró la kunoichi mientras empezaba a llorar.

Kurama solo la miró unos segundos para luego suspirar. Lentamente se acercó a ella y la abrazó con cuidado.

"!" - Kurenai se sorprendió pero rápidamente le devolvió el abrazo.

Kurama comprendía que Kurenai necesitaba liberar un poco del dolor que tenía, ella necesitaba a alguien que la consolara y la ayudara a superar este difícil momento o terminaría haciendo algo estúpido.

Kurenai en estos momentos se estaba sintiendo segura, como cuando era una niña y corría donde su padre porque tenía miedo. Era una sensación que no había sentido en años, no desde que entrenaba junto a Kushina.

Kurama estaba a punto de hablar pero notó que la mujer se había quedado dormida.

"Tal vez sea porque no había podido descansar por todas las cosas que habían pasado..." -murmuró el joven pelirrojo mientras caminaba con cuidado para no despertarla, sin saber que todo esto había sido visto por Asuma que no había sido detectado por la gran concentración de gente alrededor - "¡Mierda!¡Mierda mierda mierda mierda!"

Él estaba furioso al ver como SU mujer ahora estaba en los brazos del fenómeno que él odiaba tanto - "¡No solo me robas a mi hermano, sino que también me quieres robar a MI mujer!"

"¡No voy a permitirlo!" - rugió el Jonin mientras sacaba sus cuchillas de Chakra pero antes de que pudiera hacer algo más, se congeló cuando sintió la presencia de alguien detrás suyo. Rápidamente se volteó pero aún así fue noqueado por una segunda persona.

"Con esto nuestro trabajo está hecho..." - dijo Neko con frialdad. Era obvio que no tenía ninguna pizca de buena intención con Asuma, después de todo, él había lastimado a su amiga.

"Aún no comprendo como es que un tipo como él, era hermano de..." - murmuró Karasu mientras negaba con la cabeza. El primogénito del Clan Sarutobi y hermano mayor de Asuma, era una persona amable que todos respetaban. Él había ayudado a mucha gente sin contar que fue uno de los primeros en salir a pelear cuando el Kyubi estaba atacando la Aldea y fue por ese mismo motivo que tanto él como su esposa, murieron.

"No lo sé... tampoco me importa saberlo..." - negó Neko - "Ahora mejor llevémoslo a la Residencia Sarutobi... no quiero tener que verlo nuevamente..."

"Somos dos" - negó Karasu mientras tomaba al inconsciente Jonin porque era obvio que Neko no quería tocarlo.

* * * * * * * * *

No se sabía cuanto tiempo había pasado y Kurenai nuevamente estaba abriendo los ojos.

"Hmm~" - ella tenía que admitirlo, era el mejor sueño que había tenido en años aunque no sabía cuando fue que se durmió. Lentamente empezó a recordar lo que había sucedido y se sorprendió al recordar que ella antes de dormir estaba abrazando a Kurama.

"Es bueno ver que ya estás despierta" - dijo una voz masculina que conocía bastante bien.

"¡¿K-K-K-K-K-Kurama-kun?!" - exclamó Kurenai mientras daba un salto, solo para notar que ella estaba durmiendo con su cabeza apoyada en la pierna del chico pero lo que lo hacía peor, era que ella había babeado un poco. Kurenai no podía creer lo que había pasado mientras su rostro se prendía de un color rojo intenso - "¡¿C-Cómo?!"

"¿Cómo es que estás durmiendo en mis piernas?" - preguntó Kurama en confusión - "Es simple, cuando nos estábamos abrazando, te quedaste dormida y para no molestarte, decidí dejarte descansar"

"¡¿Cuanto tiempo estuve dormida?!" - preguntó la aún sonrojada kunoichi

"Unas dos horas" - respondió el pelirrojo.

"¡Él me vio dormir por dos horas!" - gritó Kurenai en sus pensamientos mientras le daba miradas al chico.

"Creo mejor continuemos nuestra conversación" - dijo Kurama con una sonrisa.

"Oh... Ok" - asintió la kunoichi de ojos rojos mientras se sonrojaba aún más.

"¿Sucede algo?" - preguntó Kurama con sorpresa al notar el cambio en la mirada de la mujer.

"N-No es nada" - negó Kurenai mientras intentaba calmar su corazón porque tenía que admitir que luego de todo lo que había pasado y la actitud que había mostrado, ella encontraba aún mejor al chico que tenía en frente. Si el podía oponerse al Hokage solo porque su hijo insultó a su madre, solo podía pensar que haría si su novia o prometida pasara por una situación similar a la de ella.

"Hmm..." - Kurama podía sentir como las emociones de Kurenai empezaban a brotar y rodearlo y esta era una clara señal de que ella estaba empezando a desarrollar sentimientos por él o al menos un gran interés que estaba cambiando a afecto. Él podía comprender el motivo ya que ella estaba al borde del abismo y él era la única persona que había extendido su mano para ofrecerle ayuda.

"Etto... Kurama-kun..." - murmuró Kurenai con pena.

"¿Sí?" - preguntó el pelirrojo.

"Me preguntaba si me podrías hacer un favor... hay algo que quiero comprobar" - dijo Kurenai con el rostro rojo.

Kurama le miró unos segundos y notó que el rostro de la mujer había aumentado de tonalidad pero aún así asintió - "¿Que necesitas?"

"Quiero que cierres los ojos un momento" - respondió Kurenai en voz baja.

". . ." - no había que ser genio para saber que es lo que sucedería ahora porque esta era una de las escenas más cliché que conocía. Él iba a decir algo pero suspiró cuando notó la mirada de la mujer así que asintió nuevamente. Lentamente cerró los ojos y esperó un momento hasta que luego de 5 minutos, él sintió una sensación que conocía bastante bien.

Nuevamente abrió los ojos y vio como Kurenai lo estaba besando con los ojos cerrados y tenía que admitir que la belleza de la mujer era más aparente con lo cerca que estaba. Luego de unos minutos, la mujer se separó del chico mientras mantenía el sonrojo en su rostro, lentamente abrió los ojos y notó como Kurama la estaba observando - "Lo siento... solo quería comprobarlo..."

Ella no podía controlar la intensidad de los latidos de su corazón en estos momentos pero había valido la pena. Ella había logrado comprobar lo que pensaba y había sido un éxito.

"Lamento eso..." - se disculpó nuevamente pero antes de que pudiera continuar hablando, alguien la interrumpió - "Sabía que terminaría así..."

"¡¿Ino-chan?!" - exclamó Kurenai mientras su rostro se prendía nuevamente. Ella volteó en dirección de donde provenía la voz y notó que Ino no estaba sola porque Hinata estaba a su lado - ". . ."


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