¡No cometería el mismo error dos veces!
En un futuro, ella se escondería lo más lejos posible una vez que escuchara su nombre. De esa manera, no lo ofendería y no se metería en problemas.
Mientras Nian Xiaomu decidía sus planes futuros, siguió recostada inmóvil en el piso hasta que escuchó unos pasos que se dirigían a las escaleras. Entonces suspiró de alivio.
Abrió la puerta y salió.
Estaba a punto de servirse un vaso de agua cuando vio a Fang Zhenyi sacar una bandeja de la cocina.
Al ver a Nian Xiaomu, la cara de Fang Zhenyi cambió. Sus ojos no eran tan despiadados como antes, más bien revelaban una sensación de pánico.
—¿Por qué estás aquí? —Nian Xiaomu frunció el ceño mientras miraba el vino tinto en la bandeja que llevaba Fang Zhenyi.
¿No había sido despedida Fang Zhenyi? A estas alturas ya debería estar empacando para dejar la mansión Yu.
Sin embargo ¿todavía estaba de humor para beber vino tinto?