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Autarca Ekong golpeó furiosamente con su gran hacha una y otra vez, cada golpe estaba lleno de poder dominante. ¡BOOM! Las Ruedas Yin-Yang Samsara parecían percibir el peligro, pues reaccionaron instintivamente y trataron de defenderse. El vórtice verde y el vórtice negro se expandieron hasta volverse mucho más grandes y luego se encogieron instantáneamente hasta tener menos de la mitad de su tamaño original.
Esta repentina expansión y contracción hizo que el poder de ambos vórtices aumentara dramáticamente. Ji Ning y los demás estaban muy lejos, pero aun así sus corazones temblaban de miedo.
Un rato después, los ojos de Ning se iluminaron y murmuró:
—Está casi listo.
—¡Romper! —rugió Autarca Ekong furiosamente.