Ha pasado una semana desde la muerte de Hikari, las chicas estaban demasiado tensas, esta vez era diferente, esta vez Hikari había sido asesinado, brutalmente, una ira irracional estaba siempre con ellas, una sed de venganza, todas, Espíritus y anti-espíritus comenzaron la cacería de Yami… ella estaba en una casa de verano en Europa, tal como había dicho, los restos de Hikari estaban en la repisa, en una especie de caja de vidrio que mostraba todas y cada una de las piezas de su cuerpo, Yami se pasaba las horas contemplando ese espectáculo, mientras BB fue desactivada y guardada en un cofre.
-Ah Senpai… pensé que harías un retorno glorioso, pero al parecer, mi plan fue perfecto… mi vida vuelve a carecer de sentido… ya no hay nadie con quien pelear, pero aun así, no debías morir tan fácilmente, las balas te debilitaron más de lo que pensé… ¿Por qué tenías tan poca sangre en el cuerpo? Pensé que solo habías donado tu sangre a siete chicas, no a cuarenta y nueve… ah… espera… maldito infeliz… donaste toda tu sangre para no ir al hospital todos los días… bueno, una acción noble, pero estúpida… al menos salvaste la vida de siete humanos, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja.
-¿Ah sí? –Una voz sonó en toda la casa, Yami se levantó sobresaltada.
-¿Q-Quién dijo eso?
-Yo, tu Senpai… -Yami miró al cadáver de Hikari y observó horrorizada como las piezas cortadas se volvían a juntar lentamente y todas las heridas y marcas sanaban, incluso las prótesis se reconstruían.
-I-Imposible…
-No te voy a dejar ganar… -El cuerpo de Hikari se restauró completamente y Hikari abrió su ojo sano y se pudo ver una cruz blanca en su pupila. –Mientras viva, no ganarás.
Yami cayó de espaldas y se arrastró de espaldas, era imposible… él… seguía vivo… ¿Cómo? Lo había mutilado, pero sus heridas sanaban como si nada hubiera pasado…
-¿Q-Qué eres tú?
-Era un Anti-espíritu, ahora… soy algo más… algo… que te va a aniquilar. –Hikari rompió el cristal y agarró la cabeza de Yami. –Muere. –Entonces su mano empezó a calentarse, Yami se retorcía de dolor, apenas vio que de la mano de Hikari salía lava y derritió completamente el cuerpo de Yami, incendiando la casa y saliendo de esta como si nada hubiese pasado.
-Hora de irme a casa. –Hikari salió volando con rumbo a casa.
-Nos veremos la próxima vez… Senpai. –Yami salió de las cenizas de la casa y sonrió. –"Nuestro juego aún no termina".
-¡Shidou-san! ¡Shidou-san! ¡Shidou-san! ¡Shidou-san! ¡Shidou-san! –Morfeo entró corriendo a la casa de Shidou, mientras todas estaban ahí, tanto las espíritus como las anti-espíritus, aun así el aura ahí era… triste.
-¿Morfeo-san? ¿Qué sucede?
-Es Hikari… está vivo, su muñeco se rearmó –La noticia fue un shock total, las chicas soltaron lo que agarraban y corrieron donde estaba Morfeo.
-¿Eso se verdad?
-¿Cómo es posible?
-¿Dónde está?
-Y-Yo no lo sé… solo sé que está vivo… -Esas palabras eran un soplo de aire fresco, Yakan recibió una señal.
-C-Chicas… algo se acerca y muy rápido. –Las chicas salieron de la casa, la señal se acercaba a ellas, entonces lo vieron, estaba envuelto en un aura negra, era grande y se dirigía a ellos, las chicas por reflejo crearon un escudo alrededor de todos, pero se detuvo justo enfrente de ellas y poco a poco el aura desapareció, revelando a Hikari.
-¿¡Hikari!?
-H-Hola… -Hikari colapsó y se desmayó ahí, todas se apresuraron a ayudarlo y fue llevado al Fraxinus.
-Despierta, despierta… -Hikari abrió los ojos en un cuarto del Fraxinus, la voz que la hablaba era Reine, que estaba sentada al lado suyo.
-H-Hola… Nee…
-Hola Ototo, eres el peor hermano menor que existe, me haces preocupar demasiado, además las chicas dijeron ver una cruz en tu ojo, pero yo no veo nada.
-Perdóname Nee… ¿Cruz? No lo entiendo…
-¿Por qué no me dices lo que pasó?
-B-Bueno… es complicado, estaba en ese lugar extraño y me desvanecí, pero no fue totalmente, algo dentro de mí se negaba a desaparecer, no podía morir, no podía dejarlas solas, aún había muchos peligros en este mundo… debía estar con todas para cuidarlas, entonces… todo comenzó a volver a tener color… y desperté en una repisa, no recuerdo bien lo que pasó, solo sé que maté a Yami de nuevo y vine aquí… aun así… todo es borroso…
-Ya veo, entonces… no sabes nada de esa cruz… y tampoco está muy claro el motivo de tu regreso. Bueno aunque quiero, no puedo acapararte solo para mí. –Reine abrió la puerta y las chicas entraron, se acercaron lentamente a Hikari, él cerró los ojos ya se esperaba unas cachetadas, pero en su lugar recibió un abrazo.
-Idiota, tonto, idiota… -Hikari abrió los ojos y vio como era abrazado por sus amigas, pudo ver unas lágrimas… entonces sonrió… pero con culpa, él las había hecho preocupar… debió ser muy duro para ellas… aunque lastimosamente están acostumbradas a que él casi muera.
Aunque naturalmente no todo fue así, luego de la emotividad se tuvo que tragar el regaño de todas y cada una de las chicas, todas tenían algo que decirle… Miku lo volvió a cachetear… para variar un poco, pero después de esto… todas salieron del cuarto más aliviadas, solo Shidou se quedó allí.
-Entonces… ¿Qué pasó? –Shidou se sentó al lado de Hikari.
-Eh… supongo que algo pasó… supongo que fue algo extraño… pero todo ocurrió porque me negué a morir supongo.
-Entonces… ¿Negarte a morir despertó tu poder de la cruz?
-Todos siguen hablando de ese poder, pero yo no lo recuerdo… al menos no recuerdo ese poder…
-¿Ese poder?
-Sí… cuando Yami me disparó con esa bala de energía vi a todas las espíritus alrededor mío por unos segundos… que me susurraban… Modo espíritu… -Shidou miró sorprendido a Hikari.
-¿Modo espíritu? ¿Qué podría significar?
-No lo sé… es extraño, pero parecían instrucciones…
-Hikari si fuesen instrucciones ya te habría pasado algo ahora. –Hikari asintió y creó su Manto Astral.
-Sí, es verdad, pero debemos hablar de otras cosas… han pasado unos días, pero no me he olvidado… te dije que me prometieras tomar una decisión si ponía a alguien en peligro por culpa de Yami. –Shidou bajó la cabeza, sí había hecho esa promesa y él no podía romper esa promesa.
-Sí, es verdad.
-Bueno, mi decisión es que voy a mudarme. –Las chicas estaban escuchando detrás de la puerta… pero no entraban, aunque al oír esto… muchas se quedaron sin habla.
-¿M-Mudarte?
-Sí, voy a mudarme a otra casa y mantendremos nuestro contacto al mínimo, no quiero que nadie más esté en riesgo. –Las chicas entraron enojadas al cuarto.
-De ninguna manera, Hikari.
-Lo siento chicas, pero Shidou prometió que nadie se quejaría, así que no está a discusión, no puedo ponerlas en riesgo, si no habría llegado a tiempo, no quiero ni pensar lo que Yami les habría hecho, así que voy a mudarme, ella se concentrará más en mí.
-¿Y qué es eso del Modo Espíritu?
-Ah, lo escucharon… no tengo la menor idea, aunque Modo Espíritu suena a algo… -Ese instante su túnica negra se volvió blanca y sus estrellas blancas se tornaron negras, un aura luminosa lo rodeó, entonces Reine entró apresurada al cuarto.
-¿Alguna se convirtió en espíritu? Recibimos señales… -Fue quedando sin habla al ver a Hikari vestido así y ver que las lecturas de energía espiritual provenía de él.
-¿¡EH!?
Mientras, Yami caminaba por los barrios bajos de la ciudad, nuevamente para encontrarse con sus socios criminales, pero algo curioso llamó su atención, una figura encapuchada la seguía por las calles, ella se dio cuenta que no era una sola figura, eran cuatro… y la seguían a todas partes, entonces ella entró a un bar y se sentó en una mesa vacía, sus perseguidores se sentaron con ella.
-¿Y bien?
-Somos… un grupo que quiere ayudarte.
-¿Oh? ¿Ayudarme?
-Sí, tenemos un enemigo en común.
-No me digas… ¿Y qué enemigo es?
-Tú te refieres a él como… Senpai.
-Mmm… hablemos de negocios… ¿Con quienes tengo el gusto de hablar?
-El cuarteto terrible. Mucho gusto. –Yami pidió una ronda de cerveza, había encontrado a algunos nuevos amigos…
-Esperen... si Hikari ahora es un espíritu... ¿Shidou deberá sellar sus poderes? -Preguntó Tohka inocentemente.
-Es verdad... pero no puede besar a Hikari... -Haruka tocó a Hikari y lo transformó en chica. -¡Listo!
-Ni siquiera lo pienses. –Hikari chasqueó y volvió a ser chico, pero también era bastante confuso todo lo que pasó, entonces trató de desaparecer su Manto Astral como lo hacía siempre… al hacer esto, también regresó a la normalidad, las lecturas de energía espiritual bajaron a cero, esa era la forma en la que ocultaría sus poderes.
-Wow… se auto-selló… increíble. –Kaguya miraba atónita a Hikari.
-Pregunta. ¿Qué poderes de espíritu tendría Hikari? ¿No debería tener un ángel?
-Sí… Hikari ¿Podrías intentar llamar a tu ángel? –Ante la mirada insistente de Hikari, él no tuvo más remedio que volver a crear su Manto Astral, pero las lecturas de energía espiritual aún estaban en cero.
-¿Eh? ¿Qué pasa?
-No lo sé Kurumi… tal vez el Modo Espíritu necesita… -Mientras hablaba nuevamente entró al Modo Espíritu. –Ah… ya entendí, necesita una activación…
-Ahora… ángel, ángel, ángel. –Nia estaba muy entusiasmada por ver el ángel que tendría Hikari.
-Pero… ¿Qué ángel digo?
-Buena pregunta… aún no sabemos que ángeles no han sido ocupados por otras espíritus que no conocemos…
-Entonces supongo que esperaremos para … saber eso, pero por ahora… hay otras cosas que tratar.
Hikari se mudó a pesar de las quejas de todas, además de que se mudó bastante lejos de todas, les dijo que solo se verían en fines de semana, porque era muy peligroso hacerlo de entra forma, las chicas se enojaron mucho por la actitud de Hikari… aunque tuvieron que aguantarse, porque era obvio que el anti-espíritu no pensaba cambiar de opinión.
-Hmph… Hikari en verdad es un insensible, pasamos mucho tiempo creyendo que murió y además se marcha. –Tohka se quejaba mientras comía, pero no era la única que se sentía así.
-Sí, tienes razón… en verdad que se pasa a veces, no, muchas veces se pasa…
-Kurumi tiene razón… pero… en el fondo es mi culpa… -Natsumi agachó la cabeza, entonces la situación se puso algo incómoda, Kotori y Yoshino también se veían distantes.
-N-No es la culpa de nadie…
-Apoyo. Sí, no se sientan mal, después de todo Hikari nunca nos cuenta nada…
Hikari entró a su nueva casa, se había comprado una casita modesta en un rincón de la ciudad, también había comprado todos los muebles y cosas que necesitaba, tenía todo lo básico para una casa, su sala estaba amueblada, tenía un cuarto, tenía un ordenador, un televisor y la cocina estaba con todas las cosas necesarias.
-Bueno… estaba acostumbrado a convivir con muchas personas… pero supongo que si voy protegerlas debo hacer algunos sacrificios, ah… -Hikari se recostó en el sofá de la sala y prendió el televisor. –El vecindario también es bastante tranquilo…
-Sí, lo mismo pienso. –La televisión de la sala se encendió y Yami apareció, tenía la cara manchada de sangre.
-Yami… ¿Qué quieres?
-Ara, ara, ¿Por qué tan hostil? Solo vine a saludarte, además de agradecerte, entendiste que este asunto no necesita de personas cercanas, tú no puedes estar ligado a una debilidad como el cariño, es algo que hará la experiencia más… divertida, ahora que lo pienso… si tú y yo luchamos en igualdad de condiciones, ninguno ganará jamás, alguno tendría que tener alguna ventaja… no importa, cuídate. –Yami se despidió con la mano que sujetaba el cuchillo, que estaba enteramente cubierto de sangre, con un cerebro clavado en la punta, además la sangre era fresca y chorreaba, ella levantó la cámara con la que tenía conexión con Hikari y mostró que estaba en un matadero, pero en lugar de animales colgados, había seres humanos, el suelo estaba cubierto de cadáveres, eran resientes y Yami saltaba felizmente y bailando, entonces el video se cortó.
-Por personas como tú…
-Hay personas como tú. –Una chica había entrado a la casa de Hikari sin avisar y lo miraba, Hikari no lograba reconocerla… hasta que vio que agarraba un osito de peluche.
-Ah, eres tú.
-Sí, hola papito.
-Hikari… sé que dijiste que te mudarías y que te alejarías y esas cosas… pero no es necesario también aquí en clases… -Tohka hablaba con Hikari mientras hacia un puchero, él estaba distraído mirando el cielo en clases.
-"No te estoy ignorando… solo maldigo mi suerte…"
-Kusakariki, venga por favor. –La profesora llamó a Hikari a su oficina en el receso, todos en clases hablaban de Hikari, decían que lo notaban diferente, sobretodo en su brazo derecho, las chicas trataban de evitar o desviar la conversación para no hablar de la prótesis, además todos veían curioso que esté con un parche.
-Bien, la institución nos puso al tanto de que tienes permiso de usar ese parche, pero como tu profesora, quisiera saber si puedes decirme los motivos. –Hikari estaba sentado en frente a la profesara en su oficina. –Pero claro, si no quieres…
-Una imagen vale más que mil palabras. –Hikari se quitó el parche y mostró su prótesis como era en realidad, totalmente metálica y la profesora vio asombrada todo esto, entonces sintió compasión y agarró la mano de Hikari.
-E-Entiendo… n-no pensé que pasaras por esto… debió ser difícil para ti, pero no te preocupes, te voy a ayudar en todo lo que pueda. –Hikari se sorprendió por lo que dijo la profesora, así que no tuvo más remedio que agachar la cabeza y agradecer, el resto de las clases todo pasó normal, hasta la salida…
-¿Por qué el resto de los compañeros se quedaron en clases?
-Eso es obvio Yatogami Tohka, pero por distraída nuevamente no escuchaste.
-Tobiichi Origami… -Tohka y Origami discutían de nuevo, mientras Hikari caminaba mirando el suelo y suspirando, él caminaba un poco más atrás que el resto.
-Entonces, ¿Va enserio con eso de alejarse?
-Sí Nia, muy enserio… -Kaguya miraba de reojo a Hikari, no era la única, todas querían caminar un poco más lento para que Hikari les diera alcance.
-Vaya problema contigo, ¿verdad? –Una chica saludaba a Hikari. –Te vi hoy cerca de mi casa, ¿nos vamos juntos?
-Ah, eres la chica del pan en la boca, ¿verdad?
-Ey, eso es… ¿Por qué no puedes recordarme por otra cosa?... –La chica lloró estilo anime, pero después sonrió. –No importa, ¿vamos?
-No, no gracias, tengo cosas que hacer ahora… -Hikari podía sentir la mirada de todas las chicas encima de él, esto desilusionó a la chica que asintió y se fue caminando, mientras que Hikari se preparaba para volar.
-No me la creo que vas enserio con esto de alejarte de nosotras. –Miku llegó justo en el momento antes de la partida de Hikari. -¿Dónde quedó eso que me dijiste una vez?
-Miku… yo…
-Tú nada Hikari, repíteme lo que me dijiste aquella vez.
-T-Te dije que yo era otro hombre en el que podías confiar que no… que no… que no te daría la espalda… -Hikari dejó su intento de vuelo y miró a Miku frente a frente.
-¿Y bien?
-Pero no lo entienden, ella está loca… puede hacerles cualquier cosa si sabe que ustedes son importantes para mí y lo son… -Miku se acercó a Hikari y puso una de sus manos sobre un hombro de él.
-Tú te quedaste con nosotras en las buenas y las malas, nosotras queremos estar contigo en las buenas y las malas.
-Todas nosotras. –Kotori y el resto de las chicas se acercó.
-No puedes simplemente irte, ellas no te dejarán hacerlo. –Shidou también puso una mano en el otro hombro.
-P-Pero…
-Ah… sigues con eso… bueno, hagamos algo, te permitimos mudarte, pero no alejarte de nosotras, ¿de acuerdo? –Miku sonrió de forma muy calmante y Hikari también sonrió y asintió. –Ahora ve, esa chica se veía desilusionada, no es propio de un caballero como tú hacer sentir mal a las chicas. –Hikari asintió y corrió a darle alcance a esa chica.
-Aún no es muy abierto con esos temas, lograremos que vuelva a la normalidad… aunque lo enviaste a que conquiste una chica.
-Sí, tienes razón Kurumi, pero no pienses que aceptaré a esa chica como novia de mi Hikari. –Miku sonrió y el resto también, poco a poco debían ayudar a Hikari en esta situación…
-Interesante, muy interesante… -Yami estaba observando todo desde la azotea de un edificio cercano. -¿Tú que dices? Ah, espera, tú no dices nada. –Yami soltó una cabeza que tenía en la mano y se echó la sangre de esta en la cara y luego desapareció.
Hikari acompañó a esa chica hasta su casa, que era una bastante cercana a la suya, además al entrar en casa vio a la niña del osito de peluche en su sala, además parecía que no estaba sola… el resto estaba limpiando la casa, ordenando o cocinando… Hikari se sintió un poco incómodo por la situación… pero en el Fraxinus, algo pasaba.
-Es extraño… los sensores detectan que en la casa de Hikari hay espíritus y anti-espíritus, pero la comandante se fue a casa y las anti-espíritus no saben aún la ubicación de la casa de Hikari… solo sus hijas, pero ellas están estudiando pociones con Edén…
-A mí me parece analista… que debes preocuparte por otras cosas. –Yami apareció caminando por un pasillo haciendo sonar su cuchillo contra la pared…
-¿H-Hola? –Hikari ya estaba durmiendo cuando su celular sonó, las chicas ya se habían ido hace mucho y Hikari dormía placenteramente, Hikari miró el número del celular… -¿Nee?
-Oh, gracias por llamarme así. –Hikari abrió mucho los ojos, esa voz… - ¡Yami! ¿¡Qué le has hecho a Nee!?
-Oh, ¿Quieres saberlo?... abre la puerta de tu casa. –Hikari salió corriendo a la puerta de la casa y vio una caja sucia, con manchas rojas y un líquido rojo escurriendo de los costados…
-Si les has hecho lo que creo que le has hecho, no habrá lugar en la tierra en la que te puedas ocultar de mí, yo ya sé cómo vencerte maldita loca. –Hikari abrió la caja, vio una nota y se tapó la boca con la mano, allí estaba el rostro de Reine, cercenado. Agarraba la piel de la cara de Reine, su rostro cortado y se llenó de ira. –Maldita hija de… -Hikari desapareció envuelto en un aura negra y apareció en el edificio donde había "muerto".
-Ah, entonces ¿leíste la nota?
-Sí… en el lugar donde te asesine… -Hikari estaba envuelto en el aura negra y Yami estaba parada al lado de una silla, en esa silla estaba Reine inconsciente, con una venda manchada de rojo cubriéndole el rostro.
-Oh, sí, lo recuerdas bien, ¿sabes qué llegaste antes de tiempo? –Yami señaló los cadáveres de dos hechiceras, ahí a un costado de ellas estaban separados, los corazones, los hígados y los cerebros de esas difuntas, la sangre mostraba que era algo reciente, además… Hikari las había conocido, por último, había el cadáver de una de las tripulantes del Fraxinus, ahí mutilado. –No me dejaste poner a tu Nee, de la misma forma que ellas, aún no terminé mi trabajo.
-Y soy el que va a terminar el trabajo. –Una cruz apareció en el ojo de Hikari, su aura negra se convirtió en blanca, pero entonces unos pasos se escucharon.
-No, te equivocas, nosotros terminaremos el trabajo. –Unos cuatro sujetos salieron de las sombras, uno de ellos le lanzó una carta a Hikari, al impactarle esta, explotó y Hikari se desconcentró y volvió a la normalidad.
-¿Ustedes…?
-El cuarteto terrible.
-Quinteto, chicos, no me dejen fuera. –Al lado de esas figuras había aparecido una flor… que extrañamente podía hablar… tenía un rostro… tenía unos ojos y una boca.
-Además, estás familiarizado con estas balas. –Yami creó una pistola con las balas que evitaban que se cure y la hoja del cuchillo de Yami se volvió rojo.
-Maldición… todos ustedes… bueno, creo que puedo con los seis…
-¿Seis? ¡Cuenta de nuevo! –Yami encendió las luces de la habitación chasqueando los dedos, se pudo ver que había un ejército de matones y criminales, además Yami había liberado a los semi-espíritus que Hikari no había seleccionado del cubo y la cereza sobre el pastel eran… unos robots enormes y con forma de Yami, pero tenían armas varias en las manos. –Yo las llamo Yami-Bots, están preparadas para matar, matarte a ti, todas sus armas tienen energía espiritual, descubrí que Ratatoskr tenía guardada un poco de la energía de las espíritus cuando fui por la analista, ahora… eres uno, contra un ejército.