La visión de McKenzie acerca de Linley había cambiado totalmente.
—Jaja... —después de estar en silencio por un momento, McKenzie rio en voz alta. Él descendió de los cielos, caminando lentamente hacia Linley, su actitud era notablemente más cálida y acogedora—. Linley, el genio mago legendario, supuestamente el segundo mayor genio de la historia. Pero en mi opinión, tu talento como guerrero es aún mayor que como un mago. Para ser tan joven y, sin embargo, ya tener el poder del nivel Santo... Los Guerreros Sangre de Dragón de hecho son Guerreros Supremos.
Linley siempre había estado orgulloso de la herencia de su clan. Pero cada vez que recordaba cómo su clan había sido destruido, y sólo él y su hermano menor quedaban, no podía evitar sentir un hilo de dolor en su corazón.
—Sr. McKenzie, ¿hay algo más? Si no lo hay, tengo que volver ahora —dijo Linley.