—Basado en lo que acabas de decirme, este tipo llamado Luo que dice estar tan enamorado de Nieve Perrilla lo único que quiere es sus acciones en la compañía —dijo Zhang Yang.
—Por eso digo que es asqueroso, el peor, basura —Wei Yan Er describía a Luo Yan Ming con cara de asco—. Se montaría la pierna de mi prima sólo para sacar algo de dinero del tacho de basura. Es decir, sólo míralo. Pretendiendo ser exitoso, como si fuese Bill Gates o el tipo de Apple. Es asqueroso.
—Está bien, voy a detenerte ahí. El show terminó. Ahora me voy —dijo Zhang Yang deteniendo su oso.
—Ah, espera, aceptamos una misión ayer. Tenemos que ir a un lugar tenebroso a matar a un jefe. Necesito que vengas con nosotros —gritó la niña.
—¿Qué lugar tenebroso? —Zhang Yang preguntó.
—10.000 fantasmas, ¿qué dices? Da miedo, ¿no? —dijo Wei Yan Er tratando de poner cara de fantasma.
Zhang Yang sonrió encantado y dijo: —¿Y ustedes saben dónde están estos 10.000 fantasmas?