Zhang Yang salió disparado como un cohete hacia Nievecilla.
Como Han Ying Xue sólo estaba siguiendo al jefe y no tenía nada mejor que hacer, estaba muy aburrida y charlando incesantemente con Zhang Yang durante todo el tiempo. Mientras él se abría paso hasta su ubicación, Han Ying Xue había estado haciendo todo tipo de preguntas personales, por ejemplo, sobre su primer amor… su primera vez…
El Páramo del Cielo Helado era realmente gigantesco. El jefe estaba a más de medio mapa de distancia. Tuvo que pasar, al menos, media hora cabalgando sobre su montura sólo para llegar a un punto donde podía ver el punto brillante de Nievecilla en su mini-mapa. El punto brillante de un aliado indicaba que la distancia entre ellos estaba dentro de los cien metros.
¡Fuu, ra, ra!