Si a Lu Yan no le fallaba la memoria, la última vez que había visto a Ian había sido hacía dos años cuando su gente la había arrinconado en Florida. Había sido un encuentro peligroso pero Qiao Fei había podido llegar a tiempo para salvarla. Desde entonces, se escondía de él como un ratón se esconde de un gato. Ella sabía que el hombre significaba problemas. Era más que solo una "mala" persona, era la cabeza del grupo terrorista más poderoso del mundo, cuyo propósito era destruir el mundo... Por alguna razón, ese hombre extremadamente pervertido y psicótico estaba desesperadamente obsesionado con Lu Yan.