—No tengo nada que decirle —dijo el alcalde Song con hostilidad y una expresión oscura en su rostro. El creía en que Qin Chu había lastimado a su hija por lo que sentía por Huo Mian.
Lo único que Song Yishi quiso toda su vida era estar con Qin Chu, pero él solo quería estar con Huo Mian, lo que terminó con la muerte trágica de Song Yishi.
El alcalde Song se llenaba de odio cada vez que pensaba que la muerte de su hija había tenido algo que ver con Qin Chu y Huo Mian. A él ya no le gustaba Qin Chu ni apreciaba la inteligencia de Huo Mian.
—Alcalde Song, las cosas no son tan sencillas como parecen.
—Mi hija está muerta por causa de ustedes dos, ¿qué más quieres? —el alcalde Song miró a Huo Mian con los ojos inyectados en sangre.