Qin Chu no estaba sorprendido por lo que Huo Siqian le había hecho ni estaba preocupado por su situación actual ya que desde un principio sabía qué ambiciones tenía el susodicho. Lo único que sentía era arrepentimiento. ¿Por qué no había abrazado más a Huo Mian aquella mañana? ¿Por qué la había saludado tan casualmente cuando ella se fue? Antes de llegar al Departamento Municipal, Qin Chu no pensaba que lo iban a detener de inmediato. Habían pasado tres días y tres noches desde la última vez que vio a Huo Mian. Cuando él se iba de viaje de negocios, al menos podía enviarle mensajes por WeChat o hacer videollamadas con ella. Sin embargo en ese momento, ni siquiera podían contactarse. Realmente la extrañaba.
"¿Mian... estás bien? ¿Estás preocupada por mí?"
Qin Chu no podía dormir y estaba inquieto porque Huo Mian tenía que soportar todo el sufrimiento y la presión sola. Se arrepentía de haber caído tan fácilmente en la trampa de Huo Siqian.