—Sus vecinos la encontraron. Aparentemente, su sangre se desparramó por el piso y se generó un olor fétido. La dueña de casa se levantó temprano para pasear al perro. Su Golden Retriever fue el que lo olfateó y no paró de ladrar. Le pareció extraño y llamó a la policía. Cuando llegamos e irrumpimos en la mansión, encontramos que el cuerpo de la señorita Song estaba en el baño y que llevaba muerta un tiempo. No tenía ropa puesta y le habían cortado los miembros. Su sangre caía de la bañera al piso... La cabeza y el torso estaban en el baño y sus extremidades en la sala.
—Ya no hables.
El alcalde Song podía ser mentalmente fuerte, pero se había quedado sin fuerzas para seguir oyendo.
—¿Atraparon al asesino?
—Tenemos un sospechoso, pero... —el Jefe del Departamento hizo una pausa.
—Dígame —demandó el alcalde Song.