—El amor no es algo para decir, si no para hacer.
—Bueno, tú ganas.
Huo Mian cubrió su rostro con sus manos, lista para caer ante sus pies. Qin Chu convirtió su confesión de amor en algo sexual.
—Volviendo al tema, ¿te habló mamá de Huo Zhenghai? —preguntó Qin Chu.
Complacida consigo misma, Huo Mian replicó: —Oye, nada mal, la llamaste "mamá". El dinero sí que está bien, my mamá te compró con 20.000 yuanes.
—¿No podemos tener una conversación normal?
—Podemos, ja ja. Sí, mi mamá me habló de Huo Zhenghai. Ese hombre horrible utilizó la amabilidad de mi mamá para su beneficio y se hizo la víctima una y otra vez. Casi la engaño por la millonésima vez.
—¿Qué le dijiste a tu mamá? Espero que no hayas sido muy áspera con ella, rompería su corazón —dijo Qin Chu, esperando proteger las emociones de Yang Meirong.