—Demonios... Vete al infierno, Gao Ran, ¿estás jugando conmigo? —Ese era el momento de Zhu Lingling de estar furiosa.
—Jajajajajajajaj... —Gao Ran rio con arrogancia, orgulloso de sí mismo, mientras ella le daba puñetazos en el pecho.
Gao Ran no estaba enojado, la abrazó y la hizo girar terriblemente emocionado.
Las palabras de Zhu Lingling eran oscuras, pero era obvio que por "arreglárnosla" se refería a que quería salir con él.
Se habían conocido en la secundaria, siete años antes... Finalmente, luego de un largo viaje, habían regresado el uno al otro. Qin Chu y Huo Mian no eran los únicos que habían desperdiciado siete años de su vida. Lo mismo había sucedido con Gao Ran y Zhu Lingling. "El tiempo es la mejor prueba para el corazón humano" era una verdad para todos.
Después de todo lo que habían vivido juntos, finalmente podían ver a través de sus propios corazones.