Antes de que Qin Chu tuviera oportunidad de rehusarse, Huo Mian salió del baño.
—Mi esposo no jugará contigo. Si quieres divertirte, estaré feliz de entretenerte.
—Seguro.
—De verdad no se volteará hasta que la golpee una pared. Huo Mian acaba de ganar y ya está buscando problemas de nueva. Es una perra, hay tres tipos distintos de cretinos, grande, mediano y pequeño. ¿Por qué tiene que ser la cretina más grande? Dios. —Zhu Lingling era buena en las confrontaciones verbales.
Ni bien Gao Ran escuchó eso, estalló en risas y en voz baja le preguntó: —¿Entonces es la cretina mayor?
Zhu Lingling ignoró a Gao Ran, seguía algo molesta por el beso francés. Luego de una ronda de piedra, papel o tijeras, Huo Mian ganó. Ella era básicamente una pro en este juego y podía adivinar lo que su oponente jugaría con solo mirar sus expresiones. Tanto Song Yishi como Gao Ran jugaron papel, perdieron por qué no pudieron ser más inteligentes.