—¿Qué ocurrió? —preguntó Huo Mian rápidamente cuando vio a Yingzi.
—Deberías ir a chequearlo. Salió más temprano en la mañana y volvió así al medio día. No me habla y ni siquiera sé qué ocurrió. Estaba así cuando su condición estaba en su peor momento, y daba miedo...
Yingzi sabía que Huo Mian era una profesional médica experta en neurología, entonces la había llamado de inmediato.
Huo Mian asintió.
—Okey, iré a echar un vistazo. No te preocupes demasiado.
Fue hasta el segundo piso encontró que la puerta no estaba cerrada del todo. Golpeó, pero nadie respondió.
Entró lentamente y vio que Ni Yang se había arrastrado hasta una esquina. Tenía sus manos alrededor de su cuerpo, la cual era una posición muy protectora, como si tuvo que hacerlo porque le habían causado algún daño.
El estado mental de Ni Yang había estado bastante estable recientemente. ¿Cómo le había ocurrido esto así e la nada?