—Oye, no hagas eso. De verdad no es necesario.
Huo Mian como una niña, con su botella de agua en mano. Annie Liang por otro lado, llevaba su vestido de fiesta puesto aún y tacos de 17 centímetros. Era una escena rara verla disculparse con Huo Mian de esa manera.
—Lo sé, pero el amor del director Qin por usted me ha dejado sin palabras. De todas maneras, espero que pueda decir cosas buenas de mí ante él. Lo apreciaría mucho.
Resulta que Annie Liang no era una idiota. Cuando vio cuanto amaba el director Qin a su esposa, ella decidió no ofenderla. No solo el director Qin la amaba, si no que ella estaba llena de trucos bajo la manga.
Cuando ella estaba quitándose el maquillaje tras bambalinas, escuchó a los demás hablar de Jiang Linyue y cómo desapareció porque ofendió a la joven señora. A Jiang Linyue ni si quiera se le permitió ir a la fiesta del aniversario de GK.