—Te veré en un momento, hermana Huo Mian.
Antes de que Huo Mian pudiera hablar, Ni Yang colgó el celular decidamente.
Sintió que estaba flotando cuando regresó a la sala de conferencias.
Era como si todo lo que acababa de suceder hubiera sido una ilusión. Ella no puso demasiadas esperanzas en Ni Yang, ya que ellos no se conocían desde hacía mucho tiempo, y era un gran favor el que ella le estaba pidiendo.
Sin embargo, a decir verdad, sabía desde el principio que Huo Siqian estaría de acuerdo, siempre y cuando ella lo llamara.
Huo Mian llevaba una agenda muy simple hoy. Ella planeaba ir a trabajar esta mañana, así que solo usaba jeans negros tipo calza recta y una camisa color nude combinada con una pequeña chaqueta blanca.
El asistente Yang inmediatamente se levantó cuando ella regresó.
—Joven Señora, nos queda menos de una hora.
—Lo sé—dijo Huo Mian asintiendo.