Jing Zhixin se rio mientras decía esto con indiferencia, pero la intención que tenía era más simple. Solo quería que Qin Chu fuera más generoso con Huo Mian.
Qin Chu estaba bastante contento de que su cuñado no fuera un mocoso débil y mimado que vivía a costa de sus padres.
Él era muy sensible y amaba mucho a su hermana, a pesar de que era bastante joven.
—No te preocupes, nunca la lastimaré—dijo Qin Chu a Zhixin. Era una promesa de hombre a hombre.
—Cuñado... todavía no te he dado las gracias. Aunque no has dicho nada sobre esto, quiero decirte que en el colegio me han estado tratando muy bien. Incluso me dieron una beca y pensaban primero en mí cada vez que algo bueno pasaba[1]. Sé que eso definitivamente se debe a tu ayuda. ¿Usaste tus contactos en mi escuela? —preguntó Jing Zhixin, mientras se rascaba la parte de atrás de la cabeza.
Qin Chu no respondió; en su lugar, preguntó: —Zhixin, ¿qué planeas hacer después de que te gradúes?