—Hermanita, ¿ya saliste del trabajo?
—Mhm, acabo de llegar a casa.
—¿Qué tienes planeado hacer mañana? —preguntó Zhixin misteriosamente.
—No lo sé, Qin Chu todavía no llegó a casa.
—Mian, deberías traer a Qin Chu a nuestra casa mañana.
—¿A casa? De ninguna manera... Mamá podría morir de ira —dijo Huo Mian, dudando.
—Tienen que cruzarse eventualmente. ¿Tal vez podría ser una oportunidad para que ellos resuelvan sus problemas? Mañana no tengo que ir a clases de todos modos. Pedí el día libre, así que estaré en casa. Te ayudaré así mamá no será demasiado dura contigo. A pesar de que últimamente ha estado enojada contigo, la vi comprar lana hace unos días, como si fuera a hacerte un suéter. Probablemente sea tu regalo de cumpleaños. Estará decepcionada si no vienes.
Las palabras de Zhixin conmovieron ligeramente a Huo Mian.
Ella realmente quería llevar a Qin Chu a casa, ¿pero y su madre...?
—Bien, lo pensaré.