—Largo de aquí, todos ustedes. No quiero estar aquí. Quiero irme, quiero jugar videojuegos.
Huo Mian siguió el sonido de los gritos del paciente para encontrar a un joven de tan solo 17 o 18 años acostado en la cama. Tenía la piel amarillenta y era delgado, y tenía ojeras lo que resultaba obvio que le faltaba dormir.
Huo Mian miró el perfil del paciente: Huang Jiang, hombre, 17 años, en décimo grado, clase 9 de la Preparatoria Segunda. Debido a su bipolaridad, había violado las reglas de la preparatoria y fue forzado a abandonarla. Sus padres eran los dueños de una cadena de supermercados local. Él era su único hijo y vivía un estilo de vida abundante. Con la información que tenía a mano, Huo Mian estaba casi segura qué era lo que estaba causando sus síntomas.
Por lo tanto se dirigió hacia el chico.
—Enfermera jefe, no se acerque, es peligroso — la enfermera tras suyo le advirtió, temerosa de que Huo Mian saliese herida.
—¿Eres Huang Jiaming?