—En ese momento pensé: ¿Cómo puede un hombre ser tan hermoso como un demonio? ¿Quién será la desafortunada que se casará con él?
Huo Mian rio como idiota luego de decir esto.
Ni siquiera noto lo mala que era la expresión de Qin Chu…¿Era desafortunada por ser su esposa? ¿Ella pensaba que lucía como un demonio? El carácter de la pequeña malvada realmente creció con el tiempo.
Si no estuviera ebria, el consideraría seriamente lanzarla del decimosexto piso.
—Blugh.
Incapaz de controlar la presión de su estómago, ella volvió a vomitar. Una vez más, Qin Chu no logró escapar de la zona de desastre.
Sin embrago, comparado con la primera vez, estaba mucho más calmado en esta segunda oportunidad, y no se enfadó para nada.
Desvistió a Huo Mian y arrojó sus ropas en otro baño.
Primero, la ayudó a ducharse, luego él mismo se duchó. Finalmente puso la ropa de ambos en la lavadora.
Ya eran las dos de la mañana cuando terminó de limpiar.