Mencionaba soltando una pequeña risita dedicándole una amplia sonrisa de oreja a oreja.
—Jimin, estás completamente radiante hoy...
Mencionaba con cierto tono coqueto en sus palabras, Jimin no podía evitar sentir aquel ardor y deseo, ver el cómo se acercaba a él no era fácil, Yoongi se notaba intimidante como un león a punto de casar a su presa.
—Me está costando demasiado no hacerte el amor sobre la mesa.
Mencionaba aquello acercándose lentamente a él hasta estar detrás, una sonrisa socarrona aparece en sus labios camina a Jimin y lo rodea con los brazos depositando un beso en uno de sus hombros.
—Debo admitir que... Mi camisa no te sienta para nada mal, te vez tan divino.
gruñía mientras escuchaba el pequeño jadeo salir de los labios de Jimin y como sus labios se abrían en el momento en el que sus labios se dirigían a su cuello y sus mano se deslizaba de manera lenta para así poder desabotonar la camisa.
—Porque me torturas así...
Chillaba Jimin con deseo en su voz.
—Hazme el amor. Hazme el amor sobre la mesa...
—Date la vuelta, ahora.
Ordena en un gruñido mientras, una vez que fue obedecido colocó a Jimin contra la mesa y desabrochó de manera rápida su pantalón, sin previo aviso se adentró en el rubio de una fuerte y dolorosa embestida, pero a la vez envuelta en gran cantidad de placer.
— ¡A—AH!
Las caderas de Yoongi comenzaban a balancearse sobre el pálido cuerpo de Jimin el cual gemía una y otra vez
—Eso es Jimin, gime para mí, quiero que te corras para mí.
Con cada fuerte entoscada sobre su cuerpo Jimin aún más gritaba.
Llegó el momento en el que Jimin ya no lo soporto y termino machando todo el piso con aquella cosa viscosa, pero Yoongi aún no terminaba seguía moviéndose y chocando con el hermoso y pálido cuerpo de Jimin una y otra vez hasta poder llegar a su orgasmo.
—Eres muy rápido Jimin...
Susurraba mientras daba un beso en su espalda y después de eso daba una nalgada sobre su trasero.
—¡Aush! N—no es culpa que seas tan estimulante, Yoongi.
Chillo y Yoongi subió nuevamente la ropa de Jimin y lo bajo de la mesa
—Debes desayunar.
—Pero ya no tengo hambre, Tengo hambre de otra cosa.
—Eres insaciable., Me encantaría... Pero tengo que ir a ver a Seokjin, Pero en cuanto me libere de él me encargaré de satisfacer todos tus deseos.
Mencionaba con cautela mientras lo volteaba y plantaba un beso en sus labios y después en su frente.
—Desayuna...
—Está bien
Menciono observando la comida con asco pues no tenía nada de hambre en realidad.
—Si no comes... Te daré de comer en la boca.
—Eso no suena nada mal, Yoongi.
—Bien.
Mencionó tomando una cucharada de su desayuno para dirigirlo hasta su boca, Jimin abrió la boca y comenzó a masticarlo mientras observaba los ojos de Yoongi clavados en él, su rostro era tan hermoso, definitivamente es un arte de hombre, en verdad un arte de hombre lo volvía completamente loco, el plato cada vez tenía menos comida hasta que está desapareció.
—Buen niño.... Me gusta que comas, me importa tu salud.