Asociación Mundial,
Torre Principal, Piso Superior.
—Deja que el chico de William se encargue de eso —dijo Osbert.
—Dile al jefe de la familia Allister que lo apoye para que podamos comenzar pronto —dijo Osbert mientras su asistente asentía.
El asistente pronto abandonó la habitación cuando apareció un holograma, y Osbert se volvió para mirar a un hombre mayor con pelo gris y gafas con montura llevando una bata de laboratorio.
—Habla Wagxon —dijo Osbert.
—Saludos al Presidente. Me disculpo por molestarle, pero ¿podemos conseguir más de estos cristales de maná puros? —habló Wagxon.
Osbert frunció el ceño mientras miraba el holograma.
—¿No son suficientes? —preguntó Osbert.
—No, pero para hacer ese producto y continuar con esta investigación, necesitaría algunos suministros adicionales —explicó Wagxon apresuradamente para no enojar a Osbert.
—Trabaja con lo que tienes. No gasté tanto tiempo y recursos para tus patéticas excusas —dijo Osbert fríamente.